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Atrapada en Kathmandu

Que Kathmandu atrapa es algo sobre lo que no hay ninguna duda. Sobre ella se han escrito canciones, no por nada fue otro de los puntos de encuentro míticos de los hippies de los años 60, y nadie con quien hubiese hablado antes de venir me había dado ni una sola referencia negativa sobre ella. Kathmandu enamora y atrapa; y, en mi caso, me ha atrapado doblemente: tanto en el sentido metafórico como en el más literal del término. Pero cada cosa a su tiempo…

Viaje a Nepal

Kathmandu atrapa porque es una ciudad de la que no te cansas, ni en dos, ni en tres, ni en cuatro días. Hay tanto que ver, tantos aspectos diferentes por descubrir, que ahora que me preparo para dejarla, tras casi seis días en ella, aún me voy con la sensación de no haber visto ni una tercera parte de todo lo que tiene por ofrecer.

No obstante, en este tiempo también he confirmado mis sospechas acerca de la cara menos “encantadora” de este país. Y no me refiero a la pobreza, las injusticias sociales, ni ningún otro tema de gran enjundia, de esos que tanto llenan la boca. Por una vez, no me muevo de mi condición de turista, y me voy a quejar de algo mucho más frívolo, como es el dinero; o dicho de otra manera: el atraco a mano armada del que somos víctimas los turistas en Nepal.

No es plato de mi gusto tener que ser yo quien ponga el acento en los aspectos negativos de un lugar tan fascinante, pero he leído tanto acerca de las maravillas de esta ciudad, de los aspectos positivos (que son muchos), que me extraña que no haya caído en mis manos, ni por casualidad, ningún tipo de información “alternativa” que me avisase de esta otra parte menos agradable. Como digo, no es plato de mi agrado, pero como información sobre el arte, la cultura y las sonrisas de Nepal hay hasta el hartazgo, voy a ponerme el chubasquero y a quejarme un rato. Y si, algún día, algún viajero cae en esta página buscando algún consejillo, y mi opinión le sirve como referencia y contrapunto al resto de lo que encuentre por la red, me doy por satisfecha. Todo esto no quita para que también hable de lo enamorada que me tiene la ciudad, ¡por supuesto!

Viaje a Nepal Kathmandu

Empecemos por la famosísima y espectacular Durbar Square; un lugar que, sencillamente, deja sin palabras. Eso cuando has entrado en ella. Sí, habéis leído bien: entrado. Tras haber pasado un día entero recorriéndola, empapada de arriba a abajo, en el Festival de Holi, cuál no seria mi sorpresa cuando, al día siguiente, una chica me grita desde una pequeña taquilla de madera situada en mitad de la calle que debo pagar 300 rupias para pasar.“¿300 rupias?”, pregunté sorprendida, “¡Si ayer pase por aquí más de veinte veces y nadie me dijo nada!”. “Sí, hay que pagar 300 rupias”, y me señaló un cartel que no dejaba lugar a dudas del desorbitado precio para los extranjeros.

Viaje a Nepal, que ver

Si habéis hecho el cálculo, 300 rupias nepalíes os parecerán una miseria: no son más de tres euros, pero dejad que os recuerde que aquí no se puede pensar con la mentalidad europea. 300 rupias en este país, donde se puede encontrar alojamiento por 100 y comer por 30 (si te sabes mover), es mucho dinero. Mucho, mucho dinero (y cuando estás viajando a largo plazo, donde cada céntimo cuenta, ni os quiero contar). Esto es algo que podría entender tratándose de la entrada a un palacio o a un templo, pero… ¡por pisar una plaza! Una plaza por la que a todas horas pasan coches, motos, niños camino del colegio, y llena de tiendas de artesanía, rickshaws, taxis, y puestos de comida. Pagar por pisar espacio público, sinceramente, es algo que escapa de mi entendimiento. ¡Es como si me pidiesen pagar por pasar o ir a comer a una terracita de la Plaza Mayor de Madrid!

Durbar Square: que ver

Que ver en Kathmandu

Naturalmente, no pagué. Con las mismas me despedí de la chica, di un rodeo y entré por otra calle. En el camino me encontré con muchos otros turistas que, como yo, no estaban dispuestos a ceder ante tal extravagante “impuesto” (y con muchos otros desgraciados que sí lo habían pagado y se estaban cag**do en todo, hablando rápido y mal). Entre ellos un italiano que, con más de quince viajes a India y Nepal a sus espaldas en los últimos veinte años, entre molesto y desilusionado me contó cómo el país se estaba “pudriendo” (sic.), y los precios (especialmente para los turistas, pero también para la propia población nepalí) se habían multiplicado por tres en los últimos años.

Pero sigamos con la plaza. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, Durbar Square está formada en realidad por tres plazas unidas entre sí por calles, que vienen constituyendo el centro religioso y social de Kathmandu desde su construcción en los siglos XVII y XVIII (aunque la mayoría de sus edificios son mucho más antiguos, ¡remontándose incluso al siglo XII!).

Que ver en Nepal

Durbar Square es un conglomerado de palacios, santuarios y templos de madera tallada, desde cuyas altas terrazas puede disfrutarse de una privilegiada vista del movimiento de la ciudad. Entre todos ellos destaca el templo de Kasthamandap, el más antiguo del valle y del que toma su nombre la ciudad; así como el templo de Taleju y el antiguo Palacio Real o Palacio de Hanuman Dhoka, reconocible por su imponente puerta custodiada por dos leones, donde vivió la familia real nepalí hasta el siglo XIX, cuando trasladaron su residencia a otro palacio a las afueras de la ciudad.

Sin embargo, entre las decenas de templos que hay en la plaza, cada uno dedicado a una divinidad diferente y a cada cual más bello, hubo un lugar que me llamó especialmente la atención por encima de todo lo demás: el Kumari Chowk, residencia de Raj Kumari ¡la unica divinidad viva del mundo! La Kumari (o Princesa), no es más que una niña a la que se considera la reencarnación de la diosa madre Durga. Está estrictamente prohibido sacarle fotografías, y de hecho raramente aparece en público. Su “reinado” dura hasta que tiene su primera regla, momento en el cual vuelve a ser una chica normal, y se debe buscar a la nueva Kumari mediante un antiguo proceso de selección (algo así como lo del Dalai Lama). Como curiosidad, la Kumari actual fue escogida en octubre y tan sólo tiene cuatro años. Cuando visité el patio de la residencia me dijeron que estaba con su profesor aprendiendo a leer y escribir, pues no debemos olvidar que, al fin y al cabo, la Kumari no deja de ser una niña que en pocos años deberá reintegrarse en la sociedad nepalí como una chica normal y corriente.

Diosa niña Kumari, en Nepal

Patio del Kumari Chowk

Que ver en Kathmandu

«Freak Street», punto de encuentro de los hippies en los años 60 y 70.

A pocos kilómetros del centro de la ciudad, en lo alto de una colina, se encuentra la estupa de Swayambhunath. Digan lo que digan los taxistas que tratan de sacar dinero a toda costa, al lugar se puede ir perfectamente a pie, pues el paseo no dura más de cuarenta minutos.

Que ver en Kathmandu, Nepal

Que ver en Kathmandu, Nepal

Es más de lo que parece, lo juro.

Lo duro viene en el momento de acceder al complejo: la subida se realiza por una empinada escalera de más de trescientos escalones pronunciadísimos (dicen que son 365, pero a mi me parecieron muchos más), tras la cual sientes que te falta el aliento, las fuerzas, y por supuesto, no estás en condiciones de regatear por el precio de la entrada: 200 rupias, que duelen mucho más al descubrir que la aguja dorada de la cúpula está rodeada de andamios.

Que ver en Kathmandu

Me muero…

Viaje a Nepal, imprescindible en Kathmandu

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Pero esta vez no me voy a quejar. La visita merece la pena; tanto por el lugar en sí, todo un icono de la cultura nepalí y también considerado Patrimonio Mundial, como por las espectaculares vistas que, desde lo alto de la colina, se tienen de la ciudad de Kathmandu y gran parte del valle.

Budismo en Kathmandu, Nepal

Que ver en Kathmandu, budismo

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Otro de los lugares sagrados del budismo en Nepal es la estupa de Bodhnath. Situada en el barrio de Bodhnath, a unos ocho kilómetros de la ciudad, a este lugar sí recomiendo ir en uno de los múltiples minibuses locales (10 rupias) que constantemente salen en esa dirección. En el camino, muy cerca de Bodhnath, paré en el templo hinduista de Pasupathinath, donde si bien no se permite la entrada a los no hindúes, los alrededores del complejo ofrecen una imagen muy interesante de la sociedad hindú en este país (por no hablar de los cientos de monos que trepan por los edificios circundantes… ¡cientos!).

Alrededores de Kathmandu, Nepal

Los orígenes de la estupa de Bodhnath (la más grande de Nepal y, para no perder la costumbre, Patrimonio Mundial según la Unesco) se remontan al siglo V y, como casi todas las estupas, se construyó para guardar reliquias. Nadie ha sabido decirme con certeza qué es lo que hay dentro, pero tras realizar una pequeña “encuesta” a algunos de los peregrinos y monjes que dan vueltas sin descanso a su alrededor, la creencia popular apunta a que se trate de un hueso de Buddha. El emplazamiento fue escogido al tratarse de un lugar de paso para los peregrinos que hacían la ruta hacia el Tibet a través del valle de Kathmandu, quienes paraban en la estupa, bien para pedir protección para el viaje, o para dar las gracias por haber llegado sin problemas.

Qué ver en Nepal

Que ver en Kathmandu, Nepal

Pero lo más interesante de la visita, más que el edificio en sí, es la vida que se desarrolla a su alrededor. El barrio de Bodhnath está compuesto por una población en su mayoría tibetana, y la placita en la que se encuentra el santuario está plagada de monjes, fieles y peregrinos, vestidos con sus características túnicas o ropa de alta montaña, a quienes, al margen de la vestimenta, delata su piel morena, curtida y apergaminada.

Que ver en Kathmandu

budismo en Nepal

Situacion de la mujer en Nepal

Papel de la mujer en la obra: mula de carga.

Otro día lo he dedicado para ir, esta vez caminando, al barrio/ciudad de Patan; en origen independiente de Kathmandu, pero ahora, y debido al crecimiento de ambas ciudades, únicamente separada de la capital por el río Bagtami.

En el camino me encontré el Estadio Nacional de Nepal, al que por supuesto entré, tras pedir permiso a los guardias que había en la entrada. A aquella hora (tres del mediodía) se estaba jugando un partido de lo que podríamos considerar la primera división nepalí, dentro de un campeonato patrocinado por la omnipresente cerveza San Miguel.

Futbol en Nepal

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Curiosamente no había mucha gente, tal vez debido al precio de la entrada: 50 rupias en grada normal y 100 para la tribuna principal. A pesar de ello, el partido debía ser importante (desconozco si hay una “liga” nacional, pero si no, esto debía ser el equivalente), y los aficionados vibraban y gritaban con cada gol y cada falta como si en ello les fuese la vida. Al contrario que en India, donde debido a la herencia inglesa el deporte nacional es el cricket, en Nepal se inclinan más hacia el fútbol, a pesar de que el nivel no llega, ni por asomo, al de otros equipos asiáticos, ni mucho menos al de los europeos o sudamericanos.

Deportes en Nepal

Deportes, ocio y cultura en Nepal

Para los aficionados al fútbol, algunas curiosidades de las que me pude enterar durante el partido:

– En el campeonato participan los doce equipos principales del país, que curiosamente no representan cada uno a una ciudad, sino que todos tienen su “residencia” en Kathmandu, aunque a los jugadores se les reclute desde todos los puntos de Nepal.

– Cada equipo tiene su pequeño campo para los entrenamientos, pero los partidos oficiales se juegan en el Estadio Nacional; el cual, como podéis ver en las fotos, es de una categoría comparable al de un equipo de segunda división en España (bueno, igual hay alguno de primera que sea parecido, pero para ser el Estado Nacional, se me sigue quedando un poco pequeño…).

En el mismo día se jugaban dos partidos seguidos, y mientras tenía lugar el primero, se podía ver a los dos equipos que debían jugar a continuación entrenando en la pista de atletismo que rodea el campo.

– El “equipo rojo” (no me quedé con el nombre, pero debía ser uno de los buenos, pues varios de sus jugadores también juegan en la Selección Nacional de Nepal) tenía entre su plantilla ni más ni menos que a… ¡un danés! (¿Qué demonios hace un danés jugando en un equipo nepalí? ¿Alguien lo entiende? ¿Era tan malo como para no le quisiesen en ningún otro lugar?)

Fútbol en Nepal Asia

Cuando finalizó el partido continué mi camino hacia Patan, también conocida como Lalitpur.

La Plaza Durbar de Patan (“durbar” significa “principal” o “mayor” en nepalí, de ahí que muchos  pueblos tengan su propia Durbar Square) es muy parecida a la de Kathmandu: un museo al aire libre de palacios, patios y templos cuyos elaboradísimos balcones y miradores trabajados en madera constituyen una obra de arte en sí mismos. Allí volvió a sucederme lo mismo que en su homónima de Kathmandu: un hombre me paró en la calle y, tras preguntarme si había comprado mi ticket, me dijo que debía pagar 250 rupias si quería permanecer allí. Como ya había visto casi todo lo que me interesaba, le dije que ya me iba, aunque traté de hacerme un poco “la loca” para sacar alguna foto más. Sin embargo, ya estaba fichada, y al hombre se le fueron uniendo cada vez más y más empleados del gobierno que me iban persiguiendo por toda la plaza exigiéndome el ticket y dificultándome tomar ningún tipo de fotografía, así que, muy a mi pesar, tuve que irme de Patan a la hora y media de haber llegado.

Que ver en Kathmandu Nepal

Que ver en Kathmandu Nepal

Que ver en Nepal

Lugares históricos y culturales aparte, si se dispone del tiempo suficiente para explorar la ciudad por cuenta propia, Kathmandu es una caja de sorpresas llena de rincones donde observar el modo de vida asiático en estado puro, aunque no sea la tradicional imagen de postal para enviar a un ser querido.

Hablo, entre otras cosas, del triste espectáculo ofrecido a orillas del río que rodea la ciudad, contaminado a más no poder, y junto al cual se suceden barrios de chabolas donde viven los más pobres y desafortunados de la ciudad.

pobreza contaminacion rio nepal

Rio contaminado muertos suciedad

Encuentra al (ex) ser vivo.

Otro lugar nada turístico y bastante curioso que encontré por casualidad de camino al centro, fue un mercadillo popular montado en un parque cercano a la central de autobuses, donde los habitantes de Kathmandu compran y venden absolutamente de todo. La verdad es que se agradece dar con lugares así, donde la gente te mira, no como un dólar andante, sino con curiosidad y posiblemente preguntándose qué se te habrá perdido a ti allí.

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Relojes muy, muy waterproof.

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Pornografía en el suelo, bien a mano de los niños.

Una de las cosas que más me llamaron la atención fue que, tratándose  de un indudable punto de encuentro y centro social de los habitantes de la ciudad, prácticamente todo el mundo guardase el más absoluto silencio. Resulta chocante ver a tantas personas, bien en grandes grupos o sentados en bancos con un par de amigos, mirando al frente sin cruzar una palabra. Eso, unido al uso de las mascarillas que casi todo el mundo en la ciudad lleva, me hizo recordar a una de esas películas americanas de ciencia ficción que constantemente nos atemorizan con la posibilidad de un futuro apocalíptico y oscuro para la raza humana.

contaminación ciudad Kathmandu, Nepal

Serios, observadores y enmascarillados personajes.

Quien no disfrute con tanta “autenticidad”, viendo la cara menos amable de la realidad del país, encontrará un refugio seguro en Thamel: el barrio de los trotamundos y los viajeros.

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Allí, y de manera mucho más exagerada que en el Paharganj de Delhi, se ha creado un microcosmos pensado por y para los turistas, con precios “a medida”. En Thamel hay supermercados de comida basura, importada en muchos casos directamente desde Europa (¡la fábrica de galletas Gullón de Aguilar debería levantarles un monumento!); decenas de tiendas de artesanías, souvenirs y, sobre todo, material de montaña (una especie de Disneylandia para los aficionados al trekking); alucinantes tiendas de discos y películas (todas las que os podáis imaginar, tanto originales como piratas); muchas librerías y, sobre todo, carísimos pubs ingleses (donde una botella de cerveza puede llegar a costar 300 rupias) y restaurantes italianos, mexicanos, tailandeses, japoneses o “continentales”, donde la cena no baja (entre comida y una cervecita) de las 600 rupias por persona… comiendo solo un plato.

Thamel, dormir en Kathamandu, Nepal

A pesar de los elevados precios, hay que reconocer que el ambiente nocturno de Thamel es una gozada. Allí todas las noches son sábado, y en cada pub toca una banda de rock en vivo (cuya música se escucha desde la calle, superando con creces los decibelios permitidos por la Organización Mundial de la Salud) versionando éxitos de bandas como Queen, Pink Floyd, U2 o Bon Jovi.

Me quito el sombrero ante los músicos de Nepal: se ve que la cultura del rock aún tiene pocos años, y estas bandas todavía no cuentan con un repertorio propio para tocar en los conciertos (o, tal vez, sencillamente los dueños de los locales sólo les permitan hacer versiones, más del agrado de los turistas), pero la calidad que se deja entrever en sus actuaciones ya la quisieran para sí muchos grupos que yo conozco.

Para ir terminando, debo explicar a qué me refería cuando, al principio de la entrada decía que había quedado “literalmente” atrapada en Kathmandu.

Como ya dije en la entrada de Varanasi, al parecer el gobierno indio ha cambiado la regulación de los visados (en teoría, por motivos de seguridad), y ahora, si se sale del país, aunque se cuente con una visa multientrada dentro de plazo, no se puede regresar hasta transcurridos dos meses. Como mi visa para Nepal es de 15 días, y necesariamente tengo que volver a India pues mi avión para Bangkok (sí, ¡ya lo he comprado!) sale el 30 de marzo desde Kolkata, decidí acudir a la embajada india para informarme y evitar cualquier desagradable sorpresa en la frontera.

Allí me dijeron que no había ningún problema, siempre y cuando pagase una nueva visa de tránsito para este mes, con un coste de 700 rupias. Como siempre, nada es imposible: todo se reduce a una cuestión de dinero. Sinceramente (y esto no sólo lo digo yo, en mi misma situación había decenas de españoles, italianos e ingleses haciendo cola y protestando por el injustificado cambio), haber pagado ni más ni menos que ochenta euros por un visado multientrada para seis meses, y que ahora me obliguen a pagar más, alegando, para más inri, motivos de seguridad, me parece insultante y un total abuso.

Pero qué se le va a hacer, si hay que pagar… se paga, aunque duela (no vaya a ser que llegue a la frontera y no me dejen ir ni hacia un lado ni hacia el otro). Así que si he tenido que quedarme dos días más en la ciudad ha sido porque eso es lo que he tardado en hacer las fotocopias de toda la documentación requerida para el nuevo sellito, y esperar a que me devolviesen el pasaporte.

Ahora me dirijo a Bhaktapur, un pequeño pueblo a menos de una hora de Kathmandu, donde ya me han avisado que también habré de pagar una buena suma solo por pisar la calle, y dado que los hoteles se encuentran dentro de la ciudad, probablemente tendré que hacerlo, aunque intentaré por todos los medios escaquearme…

Que ver en Nepal

Espero que, a pesar de todo lo dicho, no se piense que no me está gustando este país: es un lugar maravilloso y con tanto que ver, que qué más querría yo que poder quedarme un par de meses más para explorarlo a fondo. Sin embargo, considero importante hablar no sólo de lo bonito que es tal o cual templo, sino también de este otro tipo de cosas que afectan a los viajeros, más cuando (al menos a mis ojos) se dan situaciones bastante abusivas con los extranjeros, y no precisamente por parte de la población sino, directamente, del gobierno.

Un gobierno que te pide 300 rupias por pisar una plaza, pero que corta la electricidad en pleno barrio de Thamel desde las doce del mediodía hasta las once y media de la noche. Habéis leído bien: once y media de la noche. De modo que, a partir de las seis de la tarde, cuando la oscuridad ya es total, no queda más remedio que acercarse a un carísimo bar (los cuales cuentan con generadores propios, no siendo así en las modestas guesthouses regentadas por humildes familas nepalíes) a seguir aflojando la pasta, si es que se quiere, ya no digo comer, sino simplemente leer un libro…

Nota: Debido a los problemas con el suministro eléctrico, no he podido subir todas las fotos que me gustaria, de modo que tanto el post como el álbum han quedado un poco «a medias». Intentaré cargarlas entre hoy y mañana; de momento, esto es lo que hay…

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15 comentarios en Atrapada en Kathmandu

  1. Rubén 5 marzo, 2010 at 10:10 #

    Yo creo que si no se hace referencia en otras fuentes a los cobros abusivos por circular por las plazas es por miedo a dar ideas a los gobiernos de los países de los autores de las reseñas XD Me ha parecido muy curiosa la historia de la reencarnación de la diosa.

  2. .melo 5 marzo, 2010 at 12:41 #

    Yo cuando me pongo de mala leche por los visados, costes sobrevenidos, …, viajando por Asia, pienso en las trabas y prohibiciones que les ponemos en Europa si ellos quisieran visitar nuestros países y se me pasa rápido el enfado.

    Nepal es un país muy pobre (bastante más que India), encorsetado entre dos monstruos económicos, que exporta poco y tiene que importar casi todo, donde la mayoría de la gente no puede pagar impuestos y el estado tiene como su fuente más importante de ingresos el turismo.

    De ahí que mercantilicen bastante sus lugares turísticos. No se si está bien o mal, pero seguramente no les quede otra opción.

  3. Luis gallego 6 marzo, 2010 at 18:57 #

    Mi ciudad (Santiago) es bastante turística y aquí también se «atraca» al turista, aunque cada vez menos; los bares y restaurantes modernos son muy serios en este aspecto, creo que es un síntoma de desarrollo y buen hacer el cuidar al turista y a la larga debe dar más beneficio que el «sablazo» cortoplacista. Recientemente fui con unos amigos extranjeros a un local al que solía ir bastante y, al ver que venían conmigo, oí cómo el jefe le decía a la camarera «a estos cóbrales normal» en referencia a los extranjeros. Yo no he vuelto a ese sitio porque me dio asco.

    Dicho esto, lo de cobrar por pisar una plaza está a años luz; es completamente vergonzoso que por ser de otra religión, nacionalidad o raza te cobren por ir por la calle o no te dejen entrar en mezquitas o templos hindúes. En la Europa que conozco entras en igualdad de condiciones seas de la raza o religión que seas en las iglesias o catedrales. Luego, muchos lo arreglan echando la culpa de todos los males a la cultura occidental.

  4. Riky 6 marzo, 2010 at 21:05 #

    Hola Carmen.
    Sigo sin entender lo de la contaminación,¡¡pero como esta ese rió!!, y tanto que lo del Besaya es una broma,comparado con eso. Lo del tema económico, es muy ilustrativo, y también ayuda a la hora de hacernos una composición del lugar. Ver el trato que reciben las mujeres, (basta con ver la foto) me parece muy triste , que anden tan listos a la hora de sacar los cuartos a el turista ,y no hallan evolucionado nada en ese aspecto. Las fotos(impagables) como siempre….
    Un beso y cuidate

  5. mami 7 marzo, 2010 at 13:30 #

    Lo de la mujer espero sea la excepcion y no la norma . ¿ ?. Tremendo.
    No estoy del todo contigo con la exajeracion con que cuentas lo del dinero.
    Un pais pobre, con lugares maravillosos para visitar -patrimonio de la humanidad- no es tan alarmante que cobren por visitar lugares destacados. No es tan abusivo como lo enfocas. !De alguna parte lo tienen que sacar!! Ya se,que hablas de cobrar por visitar la plaza, pero cuando llegamos los turistas tenemos previstos estos gastos menores, ya que para llegar a pagar lo menor el desembolso inicial suele ser grande, en la medida que cada uno puede.
    Es mi humilde opinion.
    Un besote.

  6. Criss 8 marzo, 2010 at 19:22 #

    Carmen! he vuelto a leer tus ultimas entradas del tirón, jeje, increible las diferencias de un pais a otro la verdad, estando tan cerca geograficamente…muy fuerte lo de la luz pero oye…ahorro de enrgia y de dinero, q ya lo sacan bastante a los turistas x lo q veo, oye q tal vas cn la mochila? acumulas las cosas o te pesa 50kg? madre mia, no me quiero imaginar, a cuestas x esas escalinatas y esos «paseitos» q te metes
    increible como lo describes todo, pero sobretodo y lo q mas me pasma es el control q tienes de cada situacion, (el cuidado de q no te timen, el saber ir x un lugar o x otro,el hblar cn la gente…) estoy maravillada vamos, admiro tus agallas
    bueno, tienes todavia tiempo hasta q vayas a thailandia, asi q espero leer mas d estas aventurillas q tanto enganchan!!! mucha suerte!!1 un beso!!!

  7. David 9 marzo, 2010 at 10:06 #

    hola maja.

    Sigo echando un ojillo por aqui para ver qué tal te va, y veo que todo bien…me alegro. Yo por aqui todo sigue mas o menos igual, estoy deseando verte un dia y sentarnos con una copilla a charlar sobre las mil cosas que estas viviendo, y las cosillas que me pasan por aqui jejeje…

    un besito!..

  8. Martin 13 noviembre, 2012 at 20:25 #

    Mediados de noviembre de 2012, escribiendo desde Katmandú, agrego:

    Katmandú Durbar Square está ahora a 750 rupias, sin embargo, es posible colarse por cualquier calle secundaria sin problemas.

    Patan Durbar Square cuesta 500 rupias, es muy difícil colarse ya que los que pagan llevan una credencial amarilla al cuello. En teoría hay que pagar por «ingresar a la ciudad» pero se ponen firmes recién si entrás a la Durbar Square. Yo he logrado colarme tres veces en un mismo día pero a los pocos minutos te descubren y te echan.

    Swayambounath cuesta 200. Subiendo por la escalera principal (como Carmen) hay que pagar, pero si uno de desvía hacia la derecha luego de la segunda Trinidad de Budas (tres estatuas de Buda), encontrará otras escaleras más angostas y camufladas que conducen directamente a la estupa sin pagar. Subir por la principal y desviarse a la derecha luego de ver las estatuas. El camino está marcado.

    Boudhanath cuesta 150 y es el lugar más sencillo de colarse. Evitar la puerta principal donde te deja el bus y buscar una calle secundaria hacia la derecha, muy fácil.

    Bhaktapur cuesta 1100 (una locura total) y también es facilísimo colarse, en lugar de entrar por la puerta de arco color blanco, desviarse a la derecha y meterse por las callecitas, eventualmente llegarán a un Tole (plaza secundaria, no la Durbar) y… listo, ya están adentro. Y nadie pide ticket en ningún lado. Al salir, ríanse del cartel que pone que los turistas deben pagar 1100 rupias.

    Basta de subvencionar la corrupción del gobierno nepalí.

    A propósito Carmen, cuando estarás en Delhi de nuevo? Nosotros estaremos del 22 al 24 inclusive, bajando luego a Jodhpur y Udaipur… se cruzan los caminos?

    Saludos,

    Martín.

    • Ku 15 noviembre, 2012 at 18:45 #

      ¡Muchísimas gracias por los datos, Martin! Estoy en proceso de actualizar algunas informaciones del blog, así que estos números me vienen de perlas.

      De todas formas, me dejas sin palabras con las subidas brutales de precios que ha habido en Nepal… ¡El doble y el triple en algunos casos!

      Yo a partir del día 20, y hasta el 28 mínimo, voy a estar en Pushkar porque es la Feria del Camello. Si podéis os recomiendo pasar por ahí, os pilla de camino y debe ser todo un evento ;)

      ¡Un abrazo!

      • Martin 16 noviembre, 2012 at 13:02 #

        hola!

        que suerte que me comentaste lo de la feria de camellos, hemos cambiado el ticket por lo que iremos en tren de Delhi a Ajmer el día 25… estaremos entonces en Pushkar del 25 al 28 de noviembre.

        Espero que nos crucemos! Me encantaría intercambiar destinos y experiencias… Más adelante avisame en que guest house de Pushkar estarás así quizá una tarde podemos juntarnos..

        Saludos,

        Martín.

        • Ku 19 noviembre, 2012 at 7:02 #

          Estupendo, Martín, ¡nos vemos en la feria del camello entonces!

  9. Carlos martinez 9 marzo, 2014 at 18:37 #

    Hoy mismo acabo de llegar a KTM y claro, un poco decepcionadillo. Despues de mis 15 dias que he pasado en Bangladesh donde no he visto a ningun turista y de repente veo Thamel tan artificial y no me ha gustado nada. Pero viendo tu post sobre KTM me estoy animando un poco mas, y espero que los 5 dias que voy a andar por aqui mejore mi impresión inicial. Tomo buena nota de los lugares para visitar. gracias por toda la informacion. saludos

    • Carmen 11 marzo, 2014 at 19:17 #

      Dale una oportunidad, Carlos, Kathmandu es una ciudad maravillosa. Turística, claro, pero a pesar de ello mantiene toda su personalidad. si te apetece, te invito a leer este segundo post que he escrito hace poco sobre ella: Kathmandu pasado y presente.

      Un saludo!

  10. Pedro 15 noviembre, 2014 at 16:52 #

    Hola, Carmen. Soy Pedro, uno de tus seguidores.

    Te escribo desde Bandipur, un precioso pueblo entre Katmandú y Pokhara donde la vida parece haberse detenido. La verdad es que al aterrizar en Katmandú lo odié visceralmente, pero con el paso de los días he descubierto su encanto y me declaro firmemente enamorado de Nepal. Hace años que leí tus entradas, y yo también alucino con la subida de precios… Nosotros también nos hemos colado en casi todas partes (solo pagamos en Swayambunath) haciéndonos los locos y fingiendo que no oíamos cuando nos pedían la entrada… XDDDD La verdad es que con el gentío que había no nos hacían mucho caso, así que hasta ahora hemos tenido suerte… Bhaktapur es alucinante, casi lo que más nos ha gustado. También hemos visitado Changu Narayan y Suryabinayak, cerca del pueblo y con vistas preciosas… También aprovechamos para ir a Nagarkot a desintoxicarnos de Katmandú mientras esperábamos por el visado indio. Vistas de ensueño…

    No tengo muchas expectativas con respecto a Pokhara, pero me apetece ver el Himalaya desde allí, ya te diré. :P

    Considero Nepal como un entrenamiento para la India. Iremos allí en apenas una semana (que el visado que nos han dado es de tres meses, y aunque nos sobra con eso no es plan de ir luego faltos de tiempo). Yo estaba convencido de que iba a odiarla, pero después de Nepal a lo mejor me declaro un fan incondicional de la India. XDDD

    Por tus últimas entradas imagino que estás por el Sudeste Asiático, estoy deseando llegar allí. :)

    Por cierto, al final nos hemos lanzado a hacer un blog propio. ¿Te gustaría/importaría enlazarnos? De momento estamos empezando, pero estamos subiendo cosillas ya.

    ¡Un saludo!

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