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Viaje a Le Tarn, Francia: Lautrec y la paloma asada

Sin tiempo para explorar Sorèze (algo que me dio bastante pena) nos dirigimos a Lautrec, un pueblo medieval situado en el corazón del Tarn, que entre sus numerosos títulos puede enorgullecerse de estar considerado la “Capital del Ajo Rosa” y uno de los “Pueblos más Bellos de Francia”.

Con una población que ronda los 1800 habitantes, Lautrec es una villa pequeña, tranquila, y en efecto, realmente bonita. Sus calles estrechas y las fachadas de sus casas, que lucen los entramados de madera característicos de la arquitectura del siglo XVI, le confieren un encanto particular, haciendo que pasear por ella sea un auténtico placer.

Lautrec

Lautrec

Lautrec

Lautrec

Eso… si se hace caminando. Y como estaréis imaginando, no fue nuestro caso. Sí, ¡las temidas bicicletas! Esas que tanto adoraba hace tan solo unos meses, y a las que ahora estoy empezando a coger auténtico pavor… (evidentemente, la culpa no es de ellas sino de mi lamentable forma física).

Subimos en las bicicletas y comenzamos un recorrido de 14 kilómetros que nos llevó, en primer lugar, al Calvario de Salette (ya el nombre anunciaba algo, ¿no?); un lugar de gran éxito entre todos aquellos que se acercan a visitar Lautrec por dos motivos: (1) ofrece unas vistas magníficas del pueblo y el valle que lo rodea, y (2) se encuentra situado a escasos metros del pintoresco molino de viento de Lautrec; uno de los pocos que todavía siguen en pie, de los 19 molinos de agua y viento que allá por 1830 había en el municipio. La particularidad de este molino es que todavía produce harina, y además está abierto al público para su visita.

Lautrec

Lautrec

A partir de ahí, la debacle.  Bueno, en realidad no fue para tanto… un “paseíto”, tal y como nos habían advertido. Pero un paseíto lleno de subidas, bajadas, calores, compañeros que se quedaban atrás, otros que anunciaban su renuncia a completar el recorrido… En realidad, creo que no estábamos mental (ni físicamente) preparados para ello. Si yo llego a saber que el paseo en bici iba a ser así, “tal vez” hubiese llevado un botellín de agua, y “tal vez” no me hubiese puesto unos vaqueros pitillo que me rozaban la entrepierna a cada pedalada.

Lautrec

Tiqui-tiqui-tiqui-tiqui...

Lautrec

Confusión en el grupo

Lautrec

Pero vayamos a lo importante, pues el pobre Lautrec no tiene la culpa de que nosotros seamos algo necios (y torpes). ¿Qué vimos durante nuestro paseo? Palomares. Muchos palomares, repartidos aquí y allá, en todas partes.

Al departamento del Tarn se le calculan más de 3000 palomares, de los cuales “sólo” 1700 entran dentro de las rutas turísticas para ser visitados o contemplados desde el exterior. Al parecer, siglos atrás, contar con un palomar en propiedad era un símbolo inequívoco de nobleza y prestigio, más importante incluso de la propia utilidad que se diese a las palomas, como mensajeras o productoras de palomina (la cual se empleaba como abono para los campos).

En la actualidad, una buena parte de estos palomares se encuentran muy bien conservados, y realmente sorprende lo variado de sus diseños y materiales: sobre pilares redondos o cuadrados, de piedra, de madera, hexagonales, sobre el tejado de las casas… ¡incluso dobles!

Alrededores de Lautrec

Lautrec

En los tejados...

Alrededores de Lautrec

Alrededores de Lautrec

Super-palomar-casa-duplex

Granja de Palomas

El colofón a la mañana lo puso la visita a “Les Pigeons du Mont Royal”, una granja de palomas que en principio no despertaba demasiado mi interés, y que (conste en acta que estoy siendo completamente sincera, ¡como siempre!) al final me tuvo más que entretenida. Y es que, ¡qué narices! aprendí muchas cosas; sobre la cría de palomas, pero interesantes al fin y al cabo.

En aquella granja/museo/matadero, crían palomas para concursos de belleza, como mensajeras, y por supuesto, para comerlas. Concretamente, tienen 4.000 palomas destinadas a éste último fin, y lo cierto es que, si bien son una especie que nunca ha despertado mi simpatía, tras enterarme de algunas cosas terminé sintiendo una cierta lastima por ellas.

Granja de Palomas

Granja de Palomas

Miss Paloma 2011

Granja de Palomas

Las mamás de los pichones que van... al plato.

¿Sabíais que las palomas buscan ellas mismas (en un 95% de los casos) una pareja, con la que conviven de por vida? ¿Y que el macho y la hembra se turnan noche y día para incubar los huevos en los 17 días que dura la gestación? ¿Y que hasta los 30 días los pichones se alimentan con leche que la madre produce en el buche y comen directamente de su boca (pico)?

Yo no tenía ni idea, y la verdad es que me pareció todo muy “tierno”… Lástima que precisamente en ese momento crucial, cuando el pichón ya está preparado para comer por sí mismo, los “granjeros” lo agarren del pescuezo para venderlo como alimento… 3’60€ el lechal vivo, 5€ muerto. Teniendo en cuenta que cada ejemplar pesa de media 400 o 500 gramos, y que en el mercado se vende a 20€ el kilo… es un negociazo. En fin, perra vida la de la paloma. Si no se las matase, podrían vivir hasta 18 años.

Granja de Palomas

Dan ganas de decirles: ¡Huid! ¡Huid ahora que estáis a tiempo!

Granja de Palomas

No fue ese el caso del espécimen que nos sirvieron en el Restaurante Le Pigeonnier; ubicado, precisamente, en un palomar. Está en un lugar un poco apartado, entre las ciudades de Albi, Gaillac y Graulhet, pero merece la pena preguntar por él y acercarse; incluso si no queréis comer paloma asada, ya que tienen auténticas delicias gastronómicas locales.

Restaurante Le Pigeonnier

Restaurante Le Pigeonnier

Restaurante Le Pigeonnier

Y es que la gastronomía de la región no se reduce al pichón. Es más, éste representa sólo una parte muy pequeña y selecta de su cocina. Ajo rosa, embutidos, vinos… durante nuestro viaje tuvimos incluso la oportunidad de visitar una granja y “laboratorio” (hasta para esto son finos los franceses) de foie, cuyas fotos no voy a poner porque ya sabemos que éste ha sido siempre un tema peliagudo y no quiero levantar polémicas… Resumámoslo, “a la española”, y en una sola palabra: PATÉ :P

Granja de Foie

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6 comentarios en Viaje a Le Tarn, Francia: Lautrec y la paloma asada

  1. Blai 18 abril, 2011 at 12:41 #

    Qué curioso lo de las palomas… Yo tampoco lo sabía y entiendo el contraste entre lo bonito que es que busquen una pareja para siempre y que al poco de nacer, las maten para venderlas a 20 euros el kilo… En fin…

    Y qué pueblo tan bonito! La ruta en bici tiene que ser bonita…

    Un abrazo Carmen, a horas de partir hacia Israel!

    hasta pronto!

  2. Carlos 18 abril, 2011 at 16:01 #

    Que rico esta el foie! y la paloma tiene buena pinta, no me dan nada de pena jeje

    Te has olvidado de subir el Trajinando en Altamira de ayer! Vamos que yo quiero escuchar esa boda :D

    • Isa 19 abril, 2011 at 8:14 #

      Hola,

      Os pedimos disculpas, pero nos hemos tomado dos semanas de vacaciones del programa. No hubo Deshoja hace dos días ni habrá este domingo, por las fiestas.

      Volvemos el domingo 31 con la boda indoneso-musulmana. Creo que ya puedo adelantar que será un programa muy interesante.

      Por cierto Carmen, ¿qué tal estaba la paloma?

  3. M.C. 19 abril, 2011 at 11:15 #

    Intersante lo de las palomas! La verdad es que después de saber tanto sobre ellas, debe dar cosilla pedirse una para comer…

  4. Ku 19 abril, 2011 at 13:56 #

    @Blai: Vuelve a decir que te vas a Israel, y te bloqueo la admisión… jejeje. Es broma: siento muchísima envidia, pero sana! Disfruta mucho!!!!

    @Carlos: Como bien te ha informado Isa, el pasado domingo no hubo programa :( y como el próximo es Domingo de Resurrección…. pues tampoco. ¡Vais a tener que esperar hasta el próximo! Pero os garantizo que va a estar muy muy bien :D

    @Isa: Estaba muyyyy buena!

    @M.C: Mmmm…. pena? pena? A mi no me dio nada de pena! Es el ciclo de la vida… (vaya excusa más mala, pero bueno…)

  5. Pau 19 abril, 2011 at 15:52 #

    Veo que no te cuidan mal jejeje

    Un abrazo!

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