Hace días que no duermo. Me dan las tres, las cuatro, y yo sigo con los ojos abiertos como platos. Estoy nerviosa, lo admito; no tenía esta sensación desde diciembre de 2009. Ayer, cuando a las tres de la mañana, cansada como estaba, era incapaz de digerir una línea más de la novela de Salman […]