Ayer por la tarde cogí el autobús que debía traerme a Bagan. Cuando llegué a la estación, se dio una situación bastante divertida: todo el mundo me miraba, y muchos (hombres, mujeres y niños) me gritaban “hello” aunque me encontrase de espaldas a diez metros de distancia, por lo que no me quedaba más remedio que darme […]
