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Mi vida sobre el agua (II): viviendo Srinagar

A estas alturas habrá quedado claro que lo que me retuvo en Srinagar, cancelando mis planes de ir a ninguna otra parte, fue la vida sobre el agua. Me fascinó. Pero no por ello puedo dejar de hablar de la Srinagar de tierra firme, aunque sea brevemente.

Tras visitar alguno de los mercados flotantes, mi día en la “capital de verano” de Jammu y Kashmir transcurría más o menos así.

En tierra firme: jardines, mezquitas y leyendas

En primer lugar regresaba al New Calcutta, donde desayunaba una taza de té al estilo kashmiri (terriblemente adictivo) y algo de pan, para después echarme una pequeña “siesta” de una hora, más o menos hasta las ocho y media de la mañana. Entonces, aprovechando que todavía el sol no estaba demasiado alto, salía a dar una vuelta por la ciudad.

La ruta por los jardines mongoles es uno de los must. Para llegar a cada uno de ellos hay que dar un largo paseo rodeando todo el lago, o bien contratar un autorickshaw que te lleve a todos en la misma mañana. Si se dispone de tiempo, el paseo tiene la recompensa de ver la ciudad desde otros puntos de vista, prestando atención a pequeños detalles como los trabajadores que manualmente se encargan de sacar la vegetación del agua; una imagen que inevitablemente me recordó al lago Inle de Myanmar.

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En cuanto a los jardines, qué puedo decir. Construidos por los emperadores de la dinastía Mughal, con sus flores de colores, fuentes, estanques y paseos bajo la sombra de los árboles, son un auténtico Edén; lo que me lleva a pensar que si Kashmir se ha ganado el título de “Paraíso en la Tierra” es en buena parte por ellos.

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Yo visité tres: Cheshmashani, Nishat y Shalimar, cada uno con su propia historia e incluso significado esotérico, todos llenos de escolares corriendo y jugando, y de turistas indios vestidos con trajes típicos de Kashmir para hacerse fotos. Ya lo he comentado en otras ocasiones: ¡cómo les gusta a los indios disfrazarse!

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Pero salvo eso, poca cosa que contar. Los jardines mongoles son un lugar para relajarse. No me sucedió nada insólito ni memorable en ellos, así que continúo con Srinagar.

La cercanía con Pakistán y el hecho de que la mayor parte de su población sea musulmana convierte a Srinagar en una ciudad de mezquitas. Hay muchísimas, y en las horas de oración sus “cánticos” se entremezclan creando una sinfonía como hasta ahora no había escuchado en ninguna otra parte de India. Estremecedor.

mezquita-hazratbal-srinagar

Entre todas las mezquitas, la de Hazratbal destaca no por su encanto pero sí en importancia, al albergar como reliquia un pelo de la barba del profeta Mahoma. Como a las mujeres no nos esta permitido el acceso a su sala principal, y tuve la gran “suerte” de encontrarme con su gran cúpula llena de andamios, mi visita fue meramente anecdótica: el clásico “estuve aquí y me hice la foto”, para seguir con lo que realmente me gusta, que es perderme por la ciudad y conversar con sus habitantes; quienes, por cierto, son de una hospitalidad que desarma.

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Perdida entre canales…

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… mercados …

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… incluso algún cementerio (al fondo, la colina de Hari Parbat con la «residencia de verano» del emperador Akbar)

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De una hospitalidad extrema… salvo en lo que respecta a acercarse a la tumba de Cristo. Sí, la tumba de Cristo; o su tumba “alternativa”, para ser totalmente exactos.

Había leído varias veces acerca de esta leyenda; la última, en el blog de mi amigo Antonio, Historias de nuestro planeta (el cual, por descontado, recomiendo), donde relata magistralmente su historia, con “encontronazo con militares” incluido.

Su experiencia en el peculiar sepulcro, no obstante, fue a pesar de todo más envidiable que la mía. No solo me lo encontré cerrado con candado cada vez que fui, sino que además no me dejaron hacer ninguna fotografía al edificio (la que ilustra esta entrada la saqué a escondidas, rápido y mal), enfadándose bastante al verme merodeando en sus alrededores.

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Por lo menos puedo decir que sus ventanas sí están abiertas y son lo suficientemente grandes como para ver perfectamente su interior, donde se encuentra el ataúd donde supuestamente descansa el cuerpo de Cristo; quien, según esta versión de la historia, al resucitar no habría ascendido a los cielos… sino que se fue de vacaciones a Cachemira.

Enganchada a una sikhara

Por las tardes me dediqué a mi pasatiempo preferido: pasear en sikhara. Unas veces por mi cuenta, pagando (aproximadamente 400 rupias el paseo de tres horas) y haciéndome amiga de los simpatiquísimos barqueros que me tocaban en gracia.

Otras, invitada por Lucky, quien con su amigo Sultán se encargó de mostrarme los rincones más escondidos y auténticos de la ciudad: tanto los más bonitos y encantadores como las zonas más pobres, sucias y abandonadas; cuidando al mismo tiempo de que no me faltase absolutamente nada: refrescos, ensaladas o cualquier cosa que me apeteciese comer. Las sikharas-tienda aparecen tras cada cruce de canales, y si no, se las llama por teléfono:  “a domicilio”.

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Transmitirlo es difícil; al menos a mí me da la sensación de que por escrito parece muy aburrido: subirse en una barca, dejarse llevar, observar, hablar, observar, callar…. durante cuatro o cinco horas.

Pero os aseguro que es una delicia: huertos y jardines flotantes, paisajes, la vida cotidiana vista desde el agua… Me fascinó, ya lo he dicho. Y me fascinó tanto, que al final sucumbí a la tentación y acepté la oferta que mis dos amigos llevaban haciéndome desde mi llegada (no por ser amigos dejan de ser business-men :P ): tres días de water-trekking en su compañía por los alrededores de Srinagar.

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 Ojalá pudiese ver la vida siempre desde esta perspectiva.

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14 comentarios en Mi vida sobre el agua (II): viviendo Srinagar

  1. Ya sabes cómo va esto, o te escribo un comentario minimalista por no tener nada más que añadir, o casi que te dejo otro post a modo de comentario si saco todo lo que me provoca el tuyo.

    Confieso que he empezado viéndome todas las fotos despacio, de abajo a arriba, vuelta a empezar, y así dos veces. ¡Qué colores, qué sitio, qué agua, qué ciudad, qué cachemirí! …. y… ¡Qué ganas de volver sólo con verlas!

    Tras eso vuelvo al texto, gruño al ver cómo con una sola frase me has hecho recordar a esa droga que es el chai de la zona (mi favorito de India), y vuelvo a quedarme absorto con las fotos…

    ¡Gracias por acordarte de mi visita a la ciudad y además enlazarla!

    ¡Grande no, grandísima Carmen! ¡A seguir así!

    • Carmen 6 julio, 2013 at 17:43 #

      No hay de qué, Antonio. Las buenas crónicas hay que enlazarlas siempre, y tú eres referencia :)

      ¿Dices que tienes ganas de volver? Segunda estrella a la derecha…

      • bruno stagno 13 noviembre, 2016 at 2:48 #

        oye carmen, gracias por tu artículo y luego de leerlo
        deduzco que ir en la segunda quincena de noviembre, no estará el clima para apreciar srinagar

  2. Devjani 20 junio, 2013 at 19:49 #

    Now an Indian asking, can join one of your group tour for the trip to Kashmir !!
    How on earth did i miss that state , one of the best & but I am yet to set foot !! Loved your colorful interpretation of ‘Heaven that’s on Earth’..

    Look forward to see & hear more .
    Hugs,
    Dev

  3. Pau 21 junio, 2013 at 0:33 #

    Lo de la tumba de Cristo me ha dejado a cuadros. Me encanta el colorido :D

  4. José Carlos DS 21 junio, 2013 at 11:17 #

    Pues la verdad que me han sorprendido lo cuidados que están los jardines, que normalmente en la India salvo en el Taj Mahal, no suelen estar tan presentables. Luego el paseito en barca una maravilla, estar ahí unas cuantas horas viendo ese paisaje debe ser una delicia.

    Por último, el tema de la tumba de Cristo… menudo cachondeo tienen, si que la guardan con recelo, con lo que me gustan a mi las fotos indiscretas o «prohibidas» al final hubiera tenido que salir uno de esos días corriendo xDD

    Un saludo!

    • Carmen 6 julio, 2013 at 17:46 #

      Lo realmente curioso es la fascinación que este tipo de jardines produce en los indios. Ellos, cuyo concepto de limpiar la calle es barrer la mierda de delante de su casa y echársela al de enfrente, flipan en lugares así ;)

  5. XprimeViajes - Alberto 21 junio, 2013 at 11:31 #

    Que fotos tan bonitas, menudos contrastes de colores. No imaginaba un lugar así en la India. ¿Cuando viene la parte III? Felices viajes

    • Carmen 6 julio, 2013 at 17:47 #

      ¡Muchas gracias, Alberto! La tercera parte muy pronto, antes tengo que publicar otras cositas :)

  6. Iván 29 junio, 2013 at 4:17 #

    Me ha flipado el colorido y me huele a otra India tan diferente a la otra que conocí. Gracias por el descubrimiento :)

    • Carmen 6 julio, 2013 at 17:53 #

      Hay tantas «Indias» dentro de India, Iván, que toda una vida no sería suficiente para conocerlas todas :D

  7. André Loayza 21 agosto, 2018 at 7:43 #

    Hola quisiera tu consejo, cuál es la forma más eficiente se ir de Delhi hacia Kashmir y a través de que aplicación y/o recurso la compraste.

    Saludos

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