Varios grupos de senderistas ascienden fatigosamente por el Camino de la Serpiente. Nosotros, desde el funicular, no podemos evitar sonreírnos imaginando la conversación que tendrán al llegar a la cima. “¿A qué altitud estamos, Pepe?” “Ufff… ¡unos 50 o 60 metros!”. Y es que la fortaleza de Masada, el lugar hacia el que nos dirigimos, […]
