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Tres días para probar toda la gastronomía argentina (o casi)

Los días pasados en la capital de Argentina los invierto también en planificar un borrador de itinerario para los próximos meses. Incluso me tiro a la piscina y compro ya el billete de regreso a España, aunque no os voy a decir ni desde dónde, ni para cuándo. Lo único importante es que estoy en el punto A y ya tengo un punto B al cual dirigirme. No sólo eso: tengo que llegar hasta él en un tiempo limitado. El viaje ha dejado de ser sine die; desde este momento, cada paso que dé me estará acercando un poquito más a mi hogar, a mi familia, a las personas que quiero.

Sin embargo, no perdamos el rumbo. Todavía quedan kilómetros por delante (un montón de kilómetros, dicho sea de paso) y el viaje no ha terminado. Nos habíamos quedado en Buenos Aires, y dado que a partir de ahora mi ruta va en dirección norte (esto es lo máximo que voy a adelantar), no podía dejar pasar la oportunidad de visitar a Carlota, Maru y Rocío, unas chicas simpatiquísimas de la ciudad de Córdoba, con quienes meses atrás había compartido la inolvidable experiencia del voluntariado en Kolkata.

Antes de que nadie se escandalice: no, no voy a recorrer la Patagonia, no voy a escuchar el crujido del Perito Moreno, no voy a llegar al fin del mundo, ni me voy a mojar en las cataratas de Iguazú. Y es que Argentina es muy grande, y un país al que me gustaría volver para recorrerlo bien; es decir: con tiempo (mínimo dos o tres meses). Entonces sí, entonces haré todo eso, y algo más si se puede. Pero darme la gran paliza en menos de un mes sólo por decir que he estado en tal o cual sitio y hacerme la foto… no va conmigo.

Córdoba: Iglesia y convento de las Teresas

Iglesia y convento de las Teresas, en el centro histórico de Córdoba

Córdoba: Patio del Cabildo

Patio del cabildo (podría ser cualquier patio andaluz, ¿verdad?)

De modo que considerando mi estancia en Argentina sólo como un pequeño aperitivo, y teniendo en cuenta que Córdoba me pillaba de paso en el camino hacia tierras más altas, la parada era casi obligatoria. Al menos, desde el momento en que mis amigas aceptasen alojarme en su casa y dedicarme algo de su tiempo, cosa que afortunadamente hicieron. Y no les puedo estar más agradecida.

Hay formas y formas de ser hospitalario con alguien. Conozco a gente generosa, amable; incluso a personas muy generosas y muy amables, algunas de las cuales he tenido la oportunidad de cruzármelas durante este viaje. Sin embargo, esta ha sido la primera vez que alguien sale de su casa para que yo pueda dormir en ella. Tal cual.

La verdad es que, si llego a saberlo antes, hubiese buscando un hostal en la ciudad; no vamos a ponernos “ratas” por un par de euros… mucho menos teniendo en cuenta que estás echando a una persona de su propia casa (Rocío, en este caso, que vive en un pequeño estudio con una única cama y sin sofá ni colchón suplementario) para poder dormir tú. Hay unos límites. Sin embargo, cuando llegué ya estaba todo más o menos decidido, y no me dejaron opción a cambio. Está bien; algún día seré yo quien les devuelva el favor.

Córdoba: Paseo de las Artes

Paseando con Rocío por la ciudad

Córdoba: Paseo de las Artes

El Paseo de las Artes: un lugar donde puede encontrarse de todo

Córdoba: Paseo de las Artes

... recipientes para el mate ...

Córdoba: Paseo de las Artes

... ¿perritos de papel? ...

Córdoba: Paseo de las Artes

... antigüedades y fotógrafas que hace mucho que no toman all-bran ...

Los tres días siguientes han ido más o menos en la misma línea. Más que un turista como cualquier otro, me he sentido una más en su familia. Y esto es algo que no se paga con dinero. He tenido, por ejemplo, la oportunidad de ir a comer a casa de su abuela, una mujer excepcional, realmente culta y licenciada en arquitectura, que a sus 84 años conduce mejor que otros que yo me sé. Eso, y la envidiable lucidez mental que a su edad demuestra, me dejaría perpleja por un buen rato… hasta enterarme de que su otra abuela (a quien no he llegado a conocer) no sólo es una excelente conductora también, sino que tiene en su haber siete títulos (arquitectura, historia, bellas artes, teología, letras… por citar algunos) y entre carrera y carrera ha tenido las ganas y el tiempo de parir ni más ni menos que once hijos. Y criarlos. A sus 78 años, ahora se dedica a viajar por el mundo acompañada de sus nietas. Buena genética la de esta familia, no hay duda.

Córdoba: Iglesia del Sagrado Corazón (padres Capuchinos)

Frente a la Iglesia de los Capuchinos

Córdoba: Iglesia de la compañía de Jesús

Iglesia de los Jesuitas, en el centro histórico

Llegada a este punto, me detengo un momento para releer lo escrito hasta ahora, y me doy cuenta de que todavía no he hecho ninguna mención a la ciudad en que han tenido lugar todos estos sucesos: Córdoba. Supongo que, en esta ocasión, el “escenario” en sí ha perdido algo de importancia. Voy a tratar de explicarme: a lo largo de todos estos meses he conocido muchas ciudades, muchísimas; y pueblos, otros tantos (ver la página “ruta” para hacerse una idea). Salta a la vista que si me he embarcado en este viaje, es porque me interesa conocer estos lugares. Pero, por encima de todo, siempre me ha interesado conocer a las personas que los habitan. Y en este caso, en Córdoba, se me ha brindado una oportunidad de oro para “colarme” (en el buen sentido, claro está) durante unos días en la vida de esas personas, de vivir con ellas, comer con ellas, de participar de sus reuniones familiares y sociales.

Por tanto, no es que Córdoba no me interesase y por ello ahora no le dedique la debida atención: me interesaba, y en el breve tiempo que he estado allí creo haber recorrido sus lugares más representativos y pintorescos, algunos de los cuales los podéis ver en las fotografías que acompañan esta entrada. Pero reducir este capítulo de mi viaje, y mi experiencia en Córdoba, a una mera enumeración de los cuatro o cinco “high lights” de la ciudad descritos rápidamente… eso puedo hacerlo de cualquier otro sitio. Para mí, Córdoba ha sido mucho más.

Antiguo rectorado de la Universidad Nacional de Córdoba, la más antigua del país y la cuarta fundada en América

Universidad Nacional de Córdoba

Ciertos escritos siguen estremeciéndome

Córdoba: Catedral

Interior de la Catedral (bellísima)

La lista es tan larga, que no sabría por dónde empezar ni con qué quedarme: la comida en casa de la abuela, la noche en los “boliches” bebiendo cerveza con las amigas (Córdoba es una ciudad universitaria, y hay bares y pubs cada dos metros); el almuerzo del domingo, con toda la familia (padres, tíos, abuela, y primos incluidos), donde por momentos llegué a olvidar que sólo estaba de paso, y cuando lo recordé, deseé poder quedarme un poco más; la tarde en el Jockey Club viendo saltar a los caballos (el polo y la hípica en general es un deporte de gran tradición en Argentina)…

Córdoba: Jockey Club

Córdoba: Jockey Club

Córdoba: Jockey Club

Gran expectación

Pero tal vez lo que se lleva la palma ha sido la noche del asado. A sabiendas de que yo nunca había probado un Auténtico Asado Argentino (tengo que ponerlo en mayúsculas, tal es la importancia que tiene en la tradición y la vida de los habitantes de este país) y de que si no era acompañada, me iba a ir sin conocerlo, Carlota no tuvo reparos en convocar a sus amigos para un asado nocturno, a la una de la mañana, en el campo de su novio Guille (otro personaje para el que no tengo más que buenas palabras).

Creo que si a mi una noche se me ocurre llamar a mis amigos para organizar una barbacoa, a esas horas y con ese fresquito, en un campo a una hora de la ciudad, me quedo sola y a dos velas. En Argentina no, en Argentina cualquier excusa es buena para organizar un asado, y allá que nos fuimos todos al campo de Guille (tan grande, que una vez dentro tuvimos otros 15 minutos de camino en coche hasta llegar a donde estaba la parrilla…) con el “matambre”, el chorizo, el Fernet y la guitarra. Por suerte, no hubo “chinchulines” ni “mollejas” en esta ocasión (que si llega a haberlo… ¡a ver cómo salgo yo de esa!). Una velada inolvidable, en la que se comió (y de qué manera), se bebió, se cantaron canciones populares del folklore argentino y terminamos, tiritando de frío y sueño, a las seis y media de la mañana.

Córdoba: Asado nocturno

Primero una "picadita"...

Córdoba: Asado nocturno

El fuego y la parrilla

Córdoba: Asado nocturno

Noche cerrada en el campo

Córdoba: Asado nocturno

Así que, si esta vez no hablo de las bellezas de la Catedral de Córdoba o lo divertido que es perderse una tarde entre los puestos del Paseo de las Artes, es porque eso podéis leerlo en cualquier guía. Y yo también. Lo que igual es más complicado conocer, si no es acompañado de unos anfitriones tan excepcionales como los que yo he tenido, es que el campo de Guille es así de grande porque en Argentina (un país de 40 millones de habitantes, algo menos que España) el 60% de la población se concentra en tan sólo un 22% del territorio. Y es un territorio muuuuy extenso (2.780.400 km2… ¿¿unas cinco veces España??), así que hay campo para dar y tomar (lo que no significa que sean baratos, ¡ojo! todos tienen su dueño y se transmiten de padres a hijos).

O, por ejemplo, que la familia de Carlota vive en lo que han dado en denominarse “countries”, o “barrios cerrados”: un tipo de área residencial cada vez más en auge en América Latina, en lugares donde los problemas de inseguridad y violencia urbana derivados de la cada vez mayor brecha que hay entre “ricos” y “pobres”, están llevando a las personas de clase social más alta a “protegerse” en estas áreas, cerradas y vigiladas 24 horas al día, a las que sólo se puede entrar con expreso consentimiento de los residentes. Sería un curioso tema para estudiar si lo que este tipo de urbanismo hace no es abrir todavía más la brecha social y avivar las envidias, los odios y las diferencias existentes entre unos y otros…

Córdoba: Country

El "country"

Córdoba: Country

En fin, son demasiadas cosas como para hablar de todas ellas en un solo día. Como siempre, lo demás lo voy dejando para el libro ;) (es broma, ¿eh?).

Así que de Córdoba y los cordobeses me despedí, con las consabidas promesas de volver en un futuro no muy lejano (¿he mencionado ya que quiero hacer un viaje largo por Argentina y…? ¿alguien se apunta?), algo que sin duda haré. Pero la próxima vez, al asado invito yo.

Córdoba

Falta Maru, pero estará la próxima vez, seguro =)

Nota: Si alguien se pregunta el por qué de este título para la entrada, la respuesta es simple: al no ocurrírseme nada (soy realmente negada para los títulos), releí la entrada para ver si encontraba algo que me inspirase, y caí en la cuenta de que un 60% de lo que he escrito hoy es sobre comida! Y eso que no he mencionado el «lomito» (lomazo), el mate, la miel de Guille, el dulce de leche, el helado… todo lo que esta buena gente ha pretendido que probase en sólo tres días (en caso de Guille y su miel, aún creo que lo que pretendía era matarme, no sé con qué motivo). Menos mal que no me he quedado más, ¡me hubiesen tenido que sacar con grúa! Aún así: gracias.

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15 comentarios en Tres días para probar toda la gastronomía argentina (o casi)

  1. Emanuele 28 agosto, 2010 at 7:11 #

    yo me apunto! :)
    Abrazos

  2. Rubén 28 agosto, 2010 at 10:46 #

    Muy bonito Córdoba, pero yo me quedo con el detalle de las abuelas!! Tener unos familiares así te tiene que poner el listón muy alto a nivel académico y profesional! Y de ser broma lo del libro nada, eh?

  3. Carlos 28 agosto, 2010 at 13:02 #

    Ya tienes billete? pasas por Madrid?????

    Tiene que ser increible que te traten asi, sin duda es una forma diferente de conocer un pais y sus costumbres. Aunque de eso tu ya sabes un poco verdad?

    Yo tambien me apunto al viaje!! quien mejor que tu como garantia de que todo salga bien? Te has planteado esa salida laboral? «organizadora de viajes alternativos». tendrias exito seguro! (si no lo tiene el libro, que por cierto yo lo compraria!)

    Besos miles

  4. Otra entrada estupenda, digas lo que digas.
    Menos mal que acabo de comer, si no con tanto asado argentino y sabiendo la fama que tienen, a ver quien es el que se la lee completa!

    Yo también planeo recorrer sudamérica con tiempo, nada de dos o tres semanas. Conocerla entera, sentirla, hacerla un poco tuya. Y eso ya sabes tú el tiempo que toma…

    A seguir bien!
    Besos desde España

  5. Susana 28 agosto, 2010 at 17:40 #

    No has regresado de este viaje y ya estás planeando el siguiente. Lo llevas en la sangre jaja. Espero que la vida te permita vivir de la manera que quieres, con esa fuerza e ilusión que pones en todo te lo mereces.

    Me gusta el enfoque que le das a tus escritos, revelándonos parte de la vida de las personas que te encuentras en el camino sin llegar a desvelar su intimidad.

    Un abrazo y mucha fuerza para lo que viene

    Susana

  6. Ku 29 agosto, 2010 at 0:10 #

    Susana: Por fortuna (o no), creo que la vida HAY que vivirla como uno quiere. Los límites, a gran escala, es obvio que existen (no puedo convertirme en reina de España, así de un día para otro, sólo porque yo me lo proponga… o sí), pero dentro de ellos, creo que todo más bien depende de uno mismo. Yo, dentro de mis límites (no tengo interés en ser reina de ninguna parte… todavía), he decidido como quiero vivir mi vida. El éxito es otra cosa; algo que, de momento, no me preocupa, ni creo que lo haga. Así que más que suerte lo que necesito es apoyo por parte de la gente que sabe que me importa, y cuya opinión podría afectarme… con eso bastaría. Pero incluso sin él, creo que seguiría haciendo lo que quiero hacer. No me lo va a devolver nadie.

    A los del libro: que no va a haber libro, leñe! No soy tan pretenciosa… Además, prefiero dejarlo para el próximo viaje; éste ya os lo sabéis de memoria :P

  7. Cata 29 agosto, 2010 at 19:25 #

    ME ENCANTA tu blog carmen! Lo he descubierto hace poco y no he podido parar de leer, la parte de India es IMPRESIONANTE!! muy especial como lo cuentas y todo… te seguire leyendo, BESOS Y MUCHO ANIMOOO!!!!

  8. Mami 30 agosto, 2010 at 22:41 #

    KU
    ¿QUE HABÍA EN EL ASADO? ¿Chichulin o mondongo? ¿ pechito o corazón?
    Todo es broma . ja-ja-ja. Una broma. Me río. ja-ja-ja
    Siempre encuentras gente estupenda. Seguro que es por algo. Todo te gusta. Seguro que es por algo.
    T.Q. Deaquialalunaidayvuelta.seguro que es por algo.T.Q.mamá

  9. Ku 2 septiembre, 2010 at 2:00 #

    AVISO IMPORTANTE:

    Llevo dos días intentando publicar la última entrada sobre el noroeste de Argentina y me es totalmente imposible. Desde que entré en Bolivia las conexiones no es que vayan mal… van peor que en Nepal, que ya es decir. Ni siquiera he podido acceder a la administración del blog para publicar solo el texto (las fotografías ya están en sus carpetas de Flickr, sería cuestión de verlas por separado).

    Así que, hasta nuevo aviso… el blog queda detenido (que no el viaje) . Si todo va bien, tal vez el domingo o lunes que viene, desde Potosí, pueda publicarlo toooodo de golpe (vaya aburrimiento, pobrecitos).

    Espero que este mensaje llegue a vuestras pantallas (y que alguien lo lea). Un beso!

  10. Lau 1 septiembre, 2012 at 16:23 #

    Hola!!! Entre a tu blog mediante el de Aniko, y me dio mucho curiosidad saber cómo escribias de mi país, y de mi provincia, Córdoba! Yo vivo en San Francisco, 200km al este de Cba (limite con Santa Fe). Pero vivi 5 años en Cba en mi epoca de estudiante! Luego vivi medio año en Nueva Zelanda….
    Es lindo leer como la ve un viajero a Cba y Arg. :)
    Si volves y estas de paso por San Francisco, avisame! Los sabados al mediodia en casa de mis padres es «obligatorio» comer asado! jajaja
    Saludos y besos desde Cordoba!

    • Ku 4 septiembre, 2012 at 11:30 #

      ¡Hola Lau!

      ¡Me encanta esa tradición del asado argentino! :D Pero también me alegro de no vivir allí todo el año, porque creo que mi metabolismo no está preparado para digerirlo :P

      Si paso por allí te avisaré seguro, ¡muchas gracias por la invitación!

  11. locas 11 diciembre, 2015 at 20:19 #

    muy lindo, me encanta

  12. Baires 11 diciembre, 2015 at 20:28 #

    Buenos aires es una ciudad hermosa, la verdad que me encanta, yo tuve la posibilidad de recorrer las principales ciudad, tiene un casco histórico increíble y un circuito gastronómico muy bueno, super recomendable hacer un viaje.

  13. Antonia 25 enero, 2018 at 21:57 #

    ¿Eres consciente de que has caído en el entorno más pijo de la sociedad de Córdoba, verdad? He vivido allí 18 años y no he reconocido a la ciudad. No he puesto un pie en el Jockey en mi vida -al igual que el 90 % de la gente de la ciudad- ni comido en el campo de ningún amigo, porque no conzco a ningún propietario. Una pena que transmitas esa imagen.

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