Hoy vamos a dar un paseo por algunos de los platos que han compuesto mi dieta a lo largo de los últimos meses. Y quiero subrayar el pronombre al hablar de “mi” dieta porque el matiz me parece importante : si no he querido darle a esta entrada un nombre del tipo “La comida en el Sudeste Asiático”, es porque semejante título me parecía demasiado ambicioso. A pesar de llevar casi cinco meses por estas tierras, lo cierto es que “mi” dieta ha estado compuesta por una parte muy muy pequeña de todos los platos que se pueden encontrar en estos países; y esto es así porque yo he comido siempre (o casi siempre) en puestitos callejeros y restaurantes populares, donde el menú puede reducirse básicamente a arroz, noodles y sus variantes.
Así son las cosas: por mucho que cuando en España vamos a un restaurante panasiático, o a un tailandés, o a un vietnamita, las posibilidades que se nos presentan sean infinitas y elaboradísimas, lo cierto es que a la hora de la verdad, en esos países, la gente de la calle se alimenta fundamentalmente de arroz y noodles (y algún rollito de primavera). Y basta. Así que eso es lo que he comido yo.
Si alguien me hubiese dicho hace un año, que llegaría un momento en que mi dieta iba a estar basada en el arroz, hasta el punto de desayunarlo muchos días, no me lo hubiese creído. ¡Pensar en España apenas lo tomo tres veces al mes! Pero a todo te habitúas, y si tengo que ser sincera, cada día, cuando tras un paseo de cinco horas se acerca la hora de almorzar, no pienso más que en el gigantesco plato de arroz con cerdo, o con verduras, o con gambas, que voy a comer. ¡Creo que hasta lo voy a echar de menos!
Hecha esta introducción, allá vamos:
Tailandia
En Tailandia apenas estuve una semana, concretamente en Bangkok y acompañada, como ya sabéis, de mi amigo Edu. Recién llegada de India, con ganas de cambiar el chip (aunque yo sea una fanática de la comida de ese país), la gastronomía tailandesa supuso un cambio radical y, por qué no admitirlo, también deseado: ¡Podía comer carne!, ¡cerdo!, ¡¡¡VACA!!! Todo delicioso y a unos precios irrisorios, ¿qué más se puede pedir?
En la capital de Tailandia hay un puestito en cada esquina, cuando no dos o tres. En ellos se puede encontrar de todo, desde “brochetas” de cerdo o vaca, a pollo frito, noodles o sushi. El precio de una de estas brochetas ronda los 30 baths (70 céntimos de euro), y el de los muslos de pollo, como mucho 50 (1,20€).
Otra forma popular de comer en Bangkok son los enormes comedores “sírvase usted mismo”, donde te dan un plato de arroz blanco como base, y puedes escoger entre infinitas opciones de carne, pescado o verduras para montar tu propio “plato combinado”. Evidentemente, cuanto más añadas, más caro te va a costar. Este plato, por ejemplo, a mi me costó unos 80 bath, y tenía arroz, pollo cocinado de dos maneras diferentes, y verduras salteadas. ¡Buenísimo!
Pero si hay un plato nacional en Tailandia, éste es el Pad Thai: noodles de arroz con brotes de soja, carne o gambas (a elección), huevo, tofu, cacahuetes… todo ello salteado al momento en el wok, y regado con salsa de tamarindo y lima. ¡Una delicia! Y una buena forma de llenarse el estómago por sólo 40 baths (0,90€).
Edu y yo también dos dimos nuestros pequeños caprichitos, en este caso en forma de sushi. Ambos somos unos enamorados de la comida japonesa, y teniéndola tan a mano, no podíamos dejar pasar la ocasión. Eso sí, aquí los precios suben: el envase que veis en la imagen ronda los 200 bath, y es de los más pequeños. Por suerte, el sushi tiene la facultad de llenar muchísimo, así que es más que suficiente. ¡Un día es un día!
La “bebida nacional” tailandesa es el Red Bull. Se vende en todas partes, tanto en su versión original como la de los múltiples imitadores que le han salido. Yo no es que sea muy fanática de esta bebida (me recuerda a mi época de estudiante), pero creo que Edu dio buena cuenta de ella. Como curiosidad: no se vende en lata, como estamos acostumbrados a verlo, sino en unos pequeños frasquitos que le dan más pinta de “jarabe” que de ninguna otra cosa…
Birmania
Lo cierto es que Birmania no es un país que destaque por su variada oferta gastronómica; más bien, ésta es un «popurrí» de todo lo que puede encontrarse en los países que la rodean, con algo de influencia tailandesa, pero sobre todo, china e india.
Tengo que reconocerlo, en Myanmar dejé un poco de lado el arroz, pero tenía mis motivos: descubrí la ensalada más deliciosa del mundo. Puedes pedirla de tomate, pepino o pimiento (no son muy dados a las combinaciones: tienes que escoger), pero en el fondo de qué la escojas da igual: la riegan con un aceite de cacahuete que da como resultado un sabor difícil de olvidar… ¡creo que nunca he probado una ensalada tan buena! y dado el calor que hacía era lo que mejor me entraba… La que veis en la imagen, de tomates verdes del Lago Inle, costaba 500 kyats, algo menos de 50 céntimos de euro…
El desayuno nacional de Myanmar, sobre todo en la zona del estado de Shan y en Mandalay, es la sopa de fideos de arroz con huevo. Es muy densa, y se toma fundamentalmente como desayuno. Es muy común, en las guesthouses de Birmania, que el desayuno esté incluido en el precio de la habitación, en cuyo caso te darán a escoger entre este desayuno o uno “continental”, a base de tostadas con mermelada y mantequilla, huevo (frito, revuelto o en tortilla), papaya y café o té. Sea cual sea la opción que se escoja, el hambre no nos dará la lata hasta bien llegado el mediodía.
Aunque, como he dicho, en Myanmar me alimenté fundamentalmente a base de ensaladas con “peanut oil”, otras delicias que ocasionalmente cayeron en mi plato durante ese mes fueron las siguientes:
Camboya
En Camboya volví al arroz, pero de una forma que me gustó mucho. Si tengo que establecer una diferencia clara entre un plato de arroz con lo-que-sea en Camboya, y el mismo plato en Vietnam, Laos o cualquier otro país, es que en Camboya lo que se pide es el plato en cuestión y el arroz se sirve aparte, en una ración más pequeña y más que nada como acompañamiento. Para alguien que come arroz 3 veces al día, esto es algo que se agradece…
Los días que pasé en la preciosa playa de Sihanouville, mi dieta cambió de nuevo. Y es que es difícil optar por el plato de arroz cuando por el mismo precio puedes llevarte a la boca estas deliciosas cigalas o calamares, pescados en el día; o por un poquitín más (3 dólares), darte el gustazo de devorar una barbacoa de pescado y marisco a pie de playa… ¡Sin palabras!
Para terminar esta primera edición de “mi alimentación en el sudeste asiático”, otras dos delicatessen curiosas que pude probar en Camboya, aunque también sean típicas de cualquiera de sus países vecinos:
Ya veis, esta entrada puede que no sea tan elaborada y detallada como la de India, pero es difícil hacerlo mejor cuando todos los días comes lo mismo, y al mismo tiempo, todos los días pruebas algo diferente (que a tus ojos parece lo mismo…). ¡“Same same, but different”, que dirían aquí!
El próximo día: Vietnam, Laos, Indonesia y Malasia.
mmm, esta entrada me dio hambre… voy a desayunar :)
Madre de dios como me suenan las tripas a mi tambien… Yo desde luego no tendría ningún problema en comer arroz continuamente. De pequeño decía una frase casi sin hablar bien en la que decía… «yo arroz mucho» y mi madre me ponía otro plato más en la mesa. Me encanta de cualquier manera y cuando viajo a Asia es un plato que me encanta comer.
Un saludo!
Bueno bueno…que mejor que unos buenos saltamonetes para picar con una caña mm…tenemos que abrir un bar por aqui, lo va a partir!!!
Que buena pinta que tiene todo! :9
JO! Me está entrando hambre y eso que acabo de desayunar!!! XD
A tu vuelta nos vas a tener que pasar recetillas, eh?? No creo que vayas a echar en falta las basadas en saltamontes, pero ya sabes que aquí de eso tenemos ;DDD
Tengo entendido que la razón por la cual comen arroz es porque es barato y llena. Eso viene de cuando la zona era de las más pobres del mundo. Dicen que la dieta es la razón de que sean en general gente bajita.
La pregunta sería, cómo lo has llevado? Te sientes más débil que con otras dietas? O lo del arroz y la gente bajita es una leyenda urbana como tantas otras?
Que buen post!!! con mi novio estamos viajando para el sudeste asiatico hacia fin de diciembre y la comida es una de las cosas que más nos atrae… te seguiremos por esta via
La comida del sudeste asiático es deliciosa, ¡disfrutad el viaje!
Muy buen post! Es todo una maravilla! Bs
Todo se ve muy rico, me gusta mucho la forma en que abordas tus artículos, los hace muy entretenidos de leer