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Diario de un crucero en los Fiordos Noruegos

Mientras descubro que todo el archivo de fotos y vídeos de mis últimos días en Nueva Zelanda fue destruido junto con mi móvil en el #TBMGredos y busco la manera de solucionar la catástrofe, he estado recorriendo Noruega durante dos semanas en barco, tren y autobús.

En realidad han sido dos viajes distintos. El segundo, del que acabo de llegar, correspondía a una invitación por parte de la Oficina de Turismo de Noruega que me ha llevado a conocer el norte del país, desde Tromsø hasta el Cabo Norte, finalizando con una estancia de dos días en la capital, Oslo.

El primero, del que estos días voy a empezar hablar, ha sido un viaje muy especial en muchos sentidos. Invitada por Pullmantur he tenido la oportunidad de viajar por primera vez en un crucero. Y no un crucero cualquiera, no: un crucero por los fiordos noruegos, destino especial donde los haya. Así que en las próximas semanas vamos a tener Noruega para rato, un país ciertamente diferente a cualquier otro del que haya hablado con anterioridad en este blog.

Con esas premisas, a la hora de empezar a plasmar las experiencias del crucero, pensé que me apetecía hacerlo de una forma algo diferente a la habitual en esta bitácora. Así, durante los días que mis compañeros y yo navegamos a bordo del Empress, desconectados literalmente de toda civilización (¡no había Wifi!), comencé a escribir un diario de a bordo, como su nombre indica, diario. Entradas quizá menos elaboradas pero que acompañadas por un popurrí de fotos tanto de mi agonizante cámara como de Instagram reflejasen la inmediatez del día a día; las impresiones, sin artificios, de una crucerista novata. Esos textos son los que desde desde hoy, y durante los próximos días, vais a poder leer en este blog.

Día 1 – Llegada a Trondheim

El sábado 19 de mayo, a las diez y media de la mañana, nos reunimos en la Terminal 1 de Barajas los bloggers y periodistas participantes del BlogTrip #FiordosPullmantur. Éramos a todas luces un grupo bastante heterogéneo: Marcos y Nines del blog gastronómico Cucharete, Mar Abad de la revista Yorokobu, los fotógrafos Goyo y Amelia, David Utrilla de Viajered, Ignacio Izquierdo con sus Crónicas de una Cámara a cuestas, y una servidora. Todos acompañados por Katja y Anaïs de Pullmantur.

La primera sorpresa llegó nada más embarcar. Tras sentarnos en nuestros asientos asignados, uno de los auxiliares de vuelo nos comunicó que teníamos el privilegio de volar en Business Class, en el piso superior del avión. ¡Imaginad el alboroto! Algunos como el señor Ignacio Izquierdo no pudieron esperar siquiera al despegue para jugar con los botoncitos de la butaca y terminar en posición completamente horizontal. Era un viaje de tan sólo tres horas, pero hay que decir que viajar en Business se nota. Y mucho.

Llegamos a Trondheim a las cinco de la tarde, sin retrasos, volviendo a ser de nuevo «unos cruceristas más» de los casi 500 que habíamos volado en el avión. Una cifra minúscula si la comparamos con los 1.853 pasajeros que viajaríamos en el Empress, sin contar a la tripulación (casi 700 personas entre cocineros, animadores, oficiales y personal diverso).

Noruega nos recibió con frío, algo para lo que estábamos preparados pero que sin embargo no sería la tónica del viaje. Sorprendentemente (en contra de nuestras previsiones) disfrutamos de un tiempo maravilloso; tanto, que incluso nos pusimos bastante morenitos, ¿quién lo iba a decir?

En la mismísima pista de aterrizaje todos los pasajeros fuimos recogidos en autobuses para, sin pasar siquiera por la sala de recogida de equipajes, ser llevados directamente al puerto de Trondheim. Admito que me sorprendió: así que viajar en crucero era eso… cero responsabilidades, cero problemas; sólo dejarse llevar y disfrutar. Podría acostumbrarme a ello :P

Trondheim es la tercera ciudad más poblada de Noruega, famosa por su ambiente universitario y cuya principal atracción turística es su Catedral del siglo XII. Sin embargo, nosotros no pudimos ver nada de esto. Para nosotros Trondheim era únicamente el puerto de partida de nuestro crucero por los fiordos, de modo que según llegamos, embarcamos en el Empress.

Para quien no ha viajado nunca en crucero, la sensación que uno tiene al embarcar en un barco como el Empress es la de estar entrando en una enorme ciudad flotante. Restaurantes, bares, salones, casino, gimnasio, terrazas, piscina… y entre todo ese sinfín de posibilidades de ocio, el camarote como un tranquilo oasis donde alejarse del barullo y descansar.

El camarote que yo ocupé fue uno de categoría “D” Exterior Superior, lo que en cristiano significa que cuenta con algunas comodidades más que los interiores sencillos, y lo más importante: con ventana. Aunque ésta no pueda abrirse, proporciona luz y unas vistas que en un escenario como los fiordos noruegos pueden ser consideradas un auténtico lujo.

Respecto al mobiliario: cama de matrimonio, escritorio, dos grandes estanterías, armario, televisión y baño privado son algunas de las comodidades que, aunque parezca mentira, entran en ese reducido espacio de apenas 13 metros cuadrados. Suficiente y acogedor.

El barco zarpó a las ocho en punto, y entonces fuimos llamados para llevar a cabo el simulacro de emergencia. Fue bastante divertido contemplar a todas esas mujeres y hombres con sus chalecos salvavidas encima de los abrigos, enredados en sus joyas y haciéndose fotos mientras se quejaban del hambre que tenían. Ah, que yo era una de ellos… ¡glups!

Y, por fin, la cena. En el Restaurante Miramar -a la carta- donde también cenaríamos las noches siguientes, pero todavía sin mesa asignada. Teníamos hambre, y para ser sinceros, el viaje había sigo largo y estábamos algo cansados, de modo que tras llenar el estómago fuimos a uno de los salones del barco a brindar por el inicio del viaje, y poco después, a dormir. O en mi caso a escribir estas líneas, mientras por la ventana se filtraba la claridad de una noche que nunca llegaría a cubrirnos por completo.

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19 comentarios en Diario de un crucero en los Fiordos Noruegos

  1. Patricia. 5 junio, 2012 at 11:29 #

    Carmen, qué maravila! no veo el momento de leer tu siguiente crónica. Es un viaje que siempre he querido hacer, y ahora que lo no tengo tan lejos…creo que en breve caerá!

    Un abrazo desde Hamburgo.

    Patricia.

    • Ku 6 junio, 2012 at 10:50 #

      Es una pasada de viaje, Patri! El crucero en sí ya vale la pena como experiencia. Y qué decir de Noruega…. uno país que quizá no estaba en mis planes más cercanos y sin embargo me ha sorprendido más que gratamente. Me ha encantado :D

      Un abrazo!!

  2. Gonzalo 5 junio, 2012 at 12:26 #

    Brutal!!! Estoy rodeado de gente que ha hecho este viaje. Creo que será uno de mis próximos objetivos. Ahorrar, ahorrar y más ahorrar…

    • Ku 6 junio, 2012 at 10:52 #

      ¡Hola Gonzalo! Qué alegría leerte :D

      Pues no te creas que es tan caro… en el caso del crucero, Pullmantur lo ha estrenado esta temporada con un precio de 699 euros la semana de viaje en régimen de todo incluido. ¡Como para pensárselo!

      Un abrazo!

  3. Carfot 5 junio, 2012 at 16:48 #

    Mi viaje por los fiordos está claro que no fue tan espectacular como éste, menudo lujo con el avión y sobretodo con el camarote con ventana incluida, mira que no me llaman los cruceros pero …

    Un saludo !!!

    • Ku 6 junio, 2012 at 10:53 #

      A mi los cruceros más que llamarme despertaban mucho mi curiosidad… Hay mucho mito en torno a ellos, por eso me moría de ganas de probarlo en carne propia para ver cómo funcionan. Ahora que lo he hecho sólo puedo decir que… ¡repetiría! Ya iré contando más cositas :)

      Un saludo!!!

  4. José Carlos DS 6 junio, 2012 at 1:47 #

    Tengo sin duda que comentar la cara de las mujeres en el simulacro, cualquiera diría que se va a la deriva el barco… xDD

    Vaya como te está tratando Noruega últimamente, que si viajando en business, que si crucero, en el último viajazo hasta Cabo Norte, casí nada :D

    Deseando ver el resto de entradas!!!! Saludos!!

    • Ku 6 junio, 2012 at 10:56 #

      Jajajaja, la foto de las mujeres me encanta :D De hecho, tengo fotos de pasajeros para aburrir. En este crucero pude dar rienda suelta a mi pasión por la «fotografía social» (si lo llamo así suena mejor).

      De Noruega no tengo más que buenas palabras. No tengo que ocultar que es un país que no estaba entre mis máximas aspiraciones viajeras (por ningún motivo en especial… ya sabes que yo siempre tiro hacia el sur, nada más), y vaya vaya…. me ha sorprendido por todos los frentes. ¡Me ha encantado! Qué paisajes, qué pueblitos, qué MARAVILLOSA cocina… ¡quiero volver!

      Un abrazo!

  5. MOCHILEANDO POR ASIA 6 junio, 2012 at 11:38 #

    que bonita experiencia!!! espero con ganas las próximas entradas!saludos desde china carmen! ;-)

    • Ku 11 junio, 2012 at 11:48 #

      Un abrazo desde España, disfrutad de la enorme China! :D

  6. El Contrabandista de cebollas 7 junio, 2012 at 11:04 #

    De puta madre carmencita, como siempre!
    Entre pocos dias sabré el exito final de mi master… donde iré a hacer practica… si es lo ahora espero yo… te daré mis noticias, porqué tendras q hacer un otro viaje por cuentar e un tu blog! =)

    • Ku 11 junio, 2012 at 11:48 #

      Bueno, ya tenemos destino, ¿no? En cuanto pueda me escapo a verte! :D

  7. M.C. 7 junio, 2012 at 17:54 #

    La verdad es que no me había planteado nunca hacer un crucero (bueno hice uno mini en Egipto y no me terminó de convencer la experiencia), pero leyéndote dan ganas de embarcarse yaaaa!!! Sigue contando!
    Saludos

    • Ku 11 junio, 2012 at 11:55 #

      El crucero es un viaje especial, con sus pros y sus contras, pero especial sobre todo :D

      Eso sí, los cruceros en el Nilo son algo completamente diferente a lo que te vas a encontrar en un barco de estas características, te lo aseguro. ¡Un mundo! Tienes que darle una oportunidad ;)

  8. raquel 23 enero, 2014 at 19:31 #

    Hola!. Es impresionante tu diario. Mi pareja y yo vamos a hacer el mismo crucero este Junio. Quería preguntarte, porque nosotros vamos a ir haciendo un esfuerzo económico bastante considerable y los precios de las excursiones nos tienen agobiados. Hiciste alguna excursion por tu cuenta?. Sabes si es facil coger el tren de Flam sin tener que contratar con Pullmantur? y la subida al púlpito?.. Muchas gracias por compartir con todos los demas tus experiencias.

  9. José 31 mayo, 2016 at 12:05 #

    Yo también hice ese viaje. Precioso donde los haya y singular por todo. Lo recuerdo con amargura porque lo hice con mi esposa que hoy es mi ex-esposa. Nunca más volveré a hacerlo, en homenaje a ella, a su recuerdo, a tanto como la quiero a pesar de todo, a tanto como disfruté con ella viendo ese maravilloso país que es Noruega, en Geiragher, en Alesund, en Flam, en Bergen… todo fue un sueño imposible de realizar en la actualidad. Preferiría morir, mil veces, antes que hacer este viaje sin ella. Perdonad los que leáis este escrito… quizá ha sido demasiado personal, lo siento.

  10. María Jose 8 julio, 2017 at 17:04 #

    Hola!!
    Yo tengo previsto hacer el crucero este mes d agosto pero me da un poco d miedo la subida al fiordo por la carretera d las Águilas en autobús. Es peligroso?

    Gracias de antemano.

  11. José Manuel Fernández Rodri 28 noviembre, 2017 at 12:12 #

    Hola Carmen:
    El 9 de Junio haremos mi esposa y yo con otro matrimonio amigo el crucero por los fiordos desde Trondheim hasta Rostock, por ello estoy leyendo con mucho interés tu «Diario de un crucero» ya que este será mi primer crucero pues hasta ahora nuestras vacaciones han sido sido principalmente de «sol y playa» pero este año es especial porque cumplimos 40 años de matrimonio.
    Como soy aficionado al ferrocarril evidentemente «El Tren de Flam» está marcado como «imprescindible», respecto a Alesund por lo que dices es mejor ese día «ir por libre» y por supuesto si queremos subir al Mirador de Fjellstua lo mejor será que la noche anterior «retiremos temprano», olvidarnos de los «digestivos» (Gin Tonics) y «similares» (Mojitos y cubatas) que un servidor «tiene ya una edad» y no estoy para muchos «excesos».

  12. BEATRIZ 16 abril, 2018 at 12:04 #

    Buenos dias a todos, estoy interesada en hacer un crucero por los fiordos noruegos pero mi problema es que le tengo bastante miedo al mar, por lo tanto si hay buena mar, fenomenal pero si hay mala mar, me muero, una pregunta los que ya han estado en un crucero en verano por los fiordos noruegos, normalment como esta el mar, el crucero va bordeando la costa por lo tanto no entra en mar abierto y no se siente la mala mar? Muchas gracias

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