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El yin, o lo que no me ha gustado de China

Ha llegado el momento de hablar del yin. Aunque he de reconocer que, de tanto posponerlo, ya no me apetece. Me gusta más hablar de las cosas buenas, claro, pero no es sólo eso. Es que no quiero poner el punto y final a la crónica de mi viaje de dos meses por China con tinta gris, cuando en mi recuerdo sólo perduran las cosas buenas. Aunque en su momento me sintiese más que decepcionada.

Así que seré breve. El “yin” de mi recorrido por la provincia de Guizhou puede resumirse en un sólo nombre: Xijiang. Antes de llegar a esa “aldea” pasé por otras, como la curiosa Baisha (de la que algún día hablaré), pero Xijiang se ha ganado el protagonismo por méritos propios.

Xijiang

Xijiang es todo lo que NO recomiendo a alguien que esté preparando un viaje a China, y el mejor ejemplo de lo que en este país se está haciendo con los lugares supuestamente “históricos” o “tradicionales”. Un circo.

Para que os hagáis una idea, antes de comenzar pondré el ejemplo de dos situaciones típicas pero (creo yo) bastante ilustrativas:

Situación uno: Estás paseando por Beijing, entre rascacielos y avenidas de tres carriles, en busca de un templo sobre el que has leído. Lo encuentras. Se trata de un templo budista/taoísta/loquesea auténtico, de gran antigüedad según dice tu guía, aunque el aspecto que presenta es de haber sido levantado ayer. “Será que lo han restaurado”, te dices, “eso no es del todo malo”.

Entonces, preguntas (al hombre de la taquilla, o al amigo couchsurfer chino que te acompaña): “¿Este templo es muy antiguo?”. La respuesta es siempre muy parecida a ésta: “Oh, sí, ¡tiene doscientos años! Aunque antes estaba ahí enfrente. Lo movimos para construir este edificio/carretera/loquesea”. ¡Lo movieron! Ya, claro.

La situación dos no es una sino muchas a lo largo de todo el viaje, y no tienen relación con la supuesta historicidad de los lugares, sino con el precio que hay que pagar por verlos. Por entrar a la Ciudad Prohibida, 60 yuanes (40 más con audioguía). Esto me parece razonable. Pero por entrar a una torre del tambor, también hay que pagar 60 yuanes; por cruzar un puente, también; por entrar en una aldea tradicional, ¡80!… Y ese dinero nunca revierte en beneficio de la conservación del lugar o de los propios habitantes del municipio: va directo a las arcas del Gobierno. Simplemente, no existe ningún criterio a la hora de establecer la escala de tarifas. Ninguno. Y cada año, esos precios suben más y más… aleatoriamente.

Xijiang

A sabiendas de esto, no sé cómo fui tan boba como para picar e ir a Xijiang. Tomé el autobús desde Kaili a última hora de la tarde, de modo que cuando llegué ya había anochecido y no había posibilidad de volver atrás.

Quise hacerlo, os lo aseguro. Cuando llegué, deseé que la tierra me tragase. La puerta de acceso a este, en teoría, “centro neurálgico de la cultura miao”, parecía la entrada al Parque Warner de Madrid. No exagero un pelo: luces, torniquetes para entrar… “Cálmate”, me dije una vez más, “ya no puedes regresar, así que vas a disfrutarlo. ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Que sea un parque temático como Hukeng y la entrada cueste 60 yuanes?”.

Xijiang - vendedora miao con su tocado tradicional

Xijiang - turistas

Ojalá hubiese sido así. La entrada costaba 100 yuanes. ¡CIEN! Eso sólo por pasar los torniquetes, porque una vez dentro, la supuesta aldea tradicional está a unos dos kilómetros de distancia de las taquillas, por lo que se hace necesario coger un minibus “de la empresa”, que por 5 yuanes lleva hasta el pueblo. Cinco yuanes por la ida y cinco yuanes por la vuelta; en total, 110 yuanes (¡como los Guerreros de Terracota!). Y todavía no había comido ni tenía cama donde pasar la noche.

Me sentía estafada, una vez más. ¿Cómo no lo vi venir? Pero yo seguía empeñada en sacar todo el provecho al lugar, a mirarlo con mis mejores ojos. ¡Qué remedio!

Xijiang - Plaza principal

Desolador panorama de la plaza principal, donde todas las mañanas y tardes hacen un espectáculo «étnico»

Xijiang - Trajes típicos

Fue imposible. El tiempo era terrible, pero eso no tuvo nada que ver. Claro que Xijiang se hubiese mostrado más bonito de haber hecho un sol radiante, pero en esos momentos no me importó. Al menos el frío y la niebla eran auténticos; lo único auténtico de Xijiang.

Si en algún momento del pasado Xijiang fue un conjunto de auténticas aldeas miao, ya no queda nada de eso. NADA. Cada calle y cada casa tienen pinta prefabricada, de haber sido puestas ahí ayer. Una maqueta.

No hay una sola tienda de verduras, o un gallinero. TODO el pueblo vive del turismo, y las tiendas de souvenirs se suceden unas a otras sin interrupción. Los precios de los hostales parten de los 60 u 80 yuanes la noche. Eso es bastante para tratarse de una “aldea tradicional china”.

Xijiang - tienda de artesanías

Xijiang - Construyendo una casa "típica"

Construyendo una tiendita tradicional

Xijiang - al acecho del turista

Puesta en lo peor, me dije “Al menos voy a quedarme dos noches para amortizar los 100 yuanes, y aunque no tenga ningún interés en ver esta parodia, su naturaleza de “lugar turístico” me brindará la posibilidad de encontrar un bar “guiri” con conexión a internet donde escribir”. En otras palabras: si es un lugar turístico, que sea para lo “bueno” también, como Yangshuo, no sólo para lo malo.

Pero no había ningún bar con pinta “para extranjeros”. Ni un pub, ni un restaurante, ni nada de nada. Entonces, lo vi: Xijiang estaba llena de turistas, pero TODOS CHINOS. Como tantos otros lugares del país, está enfocado al turismo local, no al que viene de fuera.

Xijiang - puestos de souvenirs

Xijiang - puestos de souvenirs

Y a ellos debe gustarles, porque el pueblo estaba a reventar y la media de cámaras que cada hombre llevaba colgada del cuello era de dos. A veces tres. Tres cámaras reflex de larguísimos objetivos con las que no paraban de disparar en todas direcciones.

Les gusta, está claro. Xijiang es así porque es lo que los chinos demandan. Quizá el pasear por ese pueblo de mentira les hace pensar: “Mira lo que hemos sido, mira lo que somos, mira qué cantidad de culturas distintas acoge nuestro Imperio…”. Yo que sé. Quizá lo que para nosotros es artificial y artificioso, a ellos simplemente les parece bonito.

Xijiang

Xijiang

Xijiang - tienda

Para mí, Xijiang simplemente es un circo, ya lo he dicho. Y me sentí tan triste, tan decepcionada conmigo misma por haber vuelto a picar, que ese mismo día decidí que mi “tour por la China rural” había llegado a su fin. No podía arriesgarme a pagar otros 60 o 100 yuanes por ver otra maqueta.

Los últimos días de mi visado los pasé en Kunming, trabajando y reflexionando sobre lo vivido. Los chinos no nos lo ponen fácil, es verdad, pero la mayor parte de la culpa, aunque me costase admitirlo, la había tenido yo.

Xijiang - Mercado nocturno

Mercado nocturno de Xijiang

Xijiang - Mercado nocturno

Había querido abarcar mucho para un sólo viaje, aún cuando éste fuera de dos meses. Antes de venir al país, cuando pensaba en China, me venían a la cabeza los nombres de Beijing, Xi’an, Shanghai, Fujian… y quería verlo todo. Jamás se me hubiese ocurrido hacer lo mismo en un viaje a India: en dos meses no hubiese pretendido ir de Delhi a Bangalore y conocer todos los pueblos por los que pasase en el camino. Es imposible, además de un error.

Sobre todo, siendo consciente de que concretamente yo, soy una persona que viaja muy lento. Por muchos motivos: viajo así porque me gusta, porque siento que de éste modo profundizo más en la naturaleza del lugar que estoy pisando, porque mis obligaciones me exigen un ritmo más pausado, y por que, al fin y al cabo, tengo todo el tiempo del mundo. Ah, y porque viajar durante cinco meses cansa, eso también.

Teniendo en cuenta que en Beijing estuve cinco días, en Xi’an siete, en Shanghai ocho (hablo de memoria)… ¿Cuánto tiempo me dejaba eso para recorrer los pueblos del sur?

Xijiang - señores miao

Xijiang - señoras miao

Entra en juego una tercera variable, que es que de un país tan grande como China, a menos que ya a priori seamos expertos en él porque particularmente siempre nos ha interesado, no sabemos demasiado. A no ser que los dos meses antes nos hayamos dedicado a estudiarlo en profundidad, lo cual no era mi caso porque venía de Mongolia y Rusia, nada menos, y la historia de estos dos países me tuvo lo suficientemente ocupada, antes y durante el viaje.

Ese desconocimiento nos deja poco margen a la hora de decidir qué visitar. Las referencias que podemos encontrar en Internet o en guías sobre lugares interesantes a los que ir, suelen repetirse. Y claro: no podemos comprar un billete de autobús a un pueblo desconocido si no sabemos que existe. Por eso, salirse del camino marcado es difícil.

Xijiang

Xijiang

Xijiang - Señora miao con clásico tocado-toalla

Pero para saber esto hay que equivocarse antes. Ahora ya lo sé. Y también sé la solución. En mi próximo viaje a China (sea cuando sea) me ceñiré a una parte muy pequeña del país. Una parte muy, muy pequeña, e invertiré dos meses sólo en ver esa parte. Quizá así tenga tiempo y margen para salirme del camino, ir pueblo por pueblo, y descubrir yo misma lugares que verdaderamente merezcan la pena. Aunque no salgan en las guías ni en el mapa.

Xijiang - lo más auténtico

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48 comentarios en El yin, o lo que no me ha gustado de China

  1. Pol 14 noviembre, 2011 at 11:19 #

    Estoy de acuerdo contigo. Viajar sin prisas yendo a sitios que no salen en guías de viajes es una de las mejores maneras de conocer y disfrutar de un país. A mi me pasó algo parecido cerca de Guilin. Conocí a una chica china y me fui con ella en un tour a ver los campos de arroz de un pueblecito que no me acuerdo como se llamaba. Muy famoso. Terminó siendo un circo para turistas chinos, en el que me deje la pasta en entradas y que no me aportó nada.

    • Ku 15 noviembre, 2011 at 10:25 #

      ¡Hola Pol!

      Sé perfectamente a lo que te refieres. Toda esa zona de Guangxi parece ser el centro neurálgico del turismo chino, madre mía! Es comprensible porque se trata de una zona preciosa, pero le están quitando todo el encanto… Han convertido la provincia entera en un parque temático, ¡una pena!

  2. AnaM 14 noviembre, 2011 at 11:36 #

    Lo que te pasa a ti nos pasa a todos, queremos ver tanto en tan poco tiempo que muchas veces se mete la pata sin quererlo… y más en mi caso que, por mi trabajo actual, apenas puedo ir de viaje 2-3 semanas.

    • Ku 15 noviembre, 2011 at 10:27 #

      ¡Hola AnaM!

      Dos o tres semanas están muy bien, y además es una cantidad de tiempo muy «asequible» para ir cambiando cada día (o dos o tres días) de lugar, ¡ya se descansará al regresar a casa! :D

      De todas formas, tenemos que intentar abarcar un poquito menos… de este modo disfrutaremos mucho más :D

      ¡Un abrazo!

  3. José Carlos DS 14 noviembre, 2011 at 11:41 #

    Muy buenas reflexiones, me gusta leer este tipo de análisis, en muchas ocasiones caemos en el error de solo contar lo bueno y dejar de citar los momentos malos o hacer unas críticas claras de ciertos aspectos, en ocasiones un viaje no es todo fantasía y hay aspectos que no gustan, mismamente en mis relatos de India y Nepal estoy intentando que se vea tanto lo bueno como lo malo de ambos paises.

    Desde luego esa manía de construir rascacielos y luego rehacer los templos que tienen los chinos es alarmante, me tengo que dar prisa a visitar ese país o cuando vaya, lo más original que tengan, tendrá poco más de 20 años… por cierto, me he quedado flipado que al entrar a un pueblo tengan torniquetes, lo que tu dices, era un parque de atracciones para locales, que cosa más cutre…

    Saludos!!! ;)

    • Ku 15 noviembre, 2011 at 10:32 #

      Lo de derribar sin escrúpulos lo viejo para construir cosas nuevas es algo terrible, sin justificación posible.

      Y en cuanto a los «parques temáticos», más que una crítica «agresiva» contra esta faceta del país, lo que he intentado hacer es escribir un interrogante, muy muy grande, preguntando: ¿¿por qué?? ¿por qué hacen eso? Como he visto que dice Pak un poco más abajo: China es un misterio para nosotros… otro mundo. Y una cosa está clara: a ellos les gusta y les funciona bien.

      ¡Un abrazo! ¡Voy a ver si luego saco un ratín para ponerme al día contigo! ;)

  4. Criss 14 noviembre, 2011 at 12:44 #

    tienes toda la razon del mundo, es una pena q se conviertan en espectaculos solo para turistas, poco a poco por la globalizacion las ciudades y cada cultura estan casi perdiendo su esencia, q al final es lo q nos gusta conocer cuando viajamos,viven x y para los turistas, ni siquiera los espectaculos que hacen es xq les sale, sino para entretener a la gente…yo prefiero cuando voy a un sitio, contemplar un poco desde fuera como viven «los de dentro», no sentirme como si fuera una mas…xq evidentemente no pertenezco a esos lugares…
    muy buena entrada!!!

    • Ku 15 noviembre, 2011 at 10:34 #

      Me ha gustado mucho tu última frase, Criss: «Contemplar desde fuera cómo viven los de dentro, no sentirme como si fuera una mas… porque evidentemente no pertenezco a esos lugares».

      ¡Me has dado en qué pensar!!

      ¡Un abrazo!

  5. AnnaA 14 noviembre, 2011 at 13:43 #

    Llegar a un lugar así es horroroso! Puff a mi tampoco me gustan nada esos sitios prefabricados que se ve claramente que están puestos así simplemente para los turistas….
    Pero como tu dices si no has tenido tiempo de profundizar en el país no puedes ir a lugares que no sabes ni que existen.
    En el tema guías te doy toda la razón, todas dicen lo mismo, ninguna se sale de lo marcado y aunque creo que es normal que haya sitios que son «imprescindibles» aunque sean turistadas, y son así por lo que fueron, por su belleza o por otros motivos, creo que deberían poner cosas más interesantes, por que a veces incluso yendo por tu cuenta en los viajes, te das cuenta de que todo el mundo hace «el mismo viaje» cuando va a un lugar que tu ya has visitado, no se si me explico… moraleja: que parecemos borregos! jajajajaja :D y eso no me gusta nada!

    • Ku 15 noviembre, 2011 at 10:41 #

      ¡Hola AnnaA!

      Es muy difícil, especialmente al enfrentarse por primera vez a un gigante como es China, encontrar tu propio e inexploradísimo camino… sobre todo yendo sólo y sin referencias de ningún tipo. De todas formas, yo reconozco que en esta ocasión también me apetecía conocer lo básico: Beijing, Xi’An, Shanghai… Vamos, todos esos lugares sobre los que tanto hemos leído. ¡Tenía ganas de verlos con mis propios ojos! Así que en la primera etapa de mi viaje fui una «borrega» porque quise, jeje ;) y la segunda etapa…. bueno, ¡hay que equivocarse! En cualquier caso, estoy contenta: ha sido una aventura, y de los errores se aprende. ¡La próxima vez a por el más difícil todavía!

      PD: ¿Leíste la entrada de la boda? ¿Te gustó?

  6. Quique 14 noviembre, 2011 at 13:44 #

    Pues no habia estado en este pueblo que es calcado al de Lijiang en Yunnan. Todo es artificial, muy bonito y segun dicen muy antiguo pero destruyeron el autentico y reconstruyeron al estilo Disneyland!
    Lo que mas me cabreaba es que los chinos no lo querian reconocer, seguramente, por el tema de que nunca pueden opinar en contra del gobierno!

    • Ku 15 noviembre, 2011 at 10:44 #

      ¡A Lijiang estuve a punto de ir! Estaba en mi ruta…. pero al final no me dio tiempo, ¡¡menos mal!! ¡Me hubiese dado un soponcio si me encuentro con otro lugar así!

      Supongo que algo de lo que dices tenga que ver, pero dejando al Gobierno a un lado, a los chinos estos «parques temáticos» les gustan. Es lo curioso del asunto… De todas forma,s acabo de leer un comentario un poquitín más abajo, el de Claudia, que tal vez nos aporte un punto de vista diferente sobre el tema….

      ¡Un abrazo!

  7. Blai 14 noviembre, 2011 at 14:59 #

    Gran artículo, Ku!

    Pues no, no estuve en Xijiang (¡Por suerte!). Estoy 100% de acuerdo contigo en las barbaridades que han hecho (y siguen haciendo) los chinos, o mejor dicho, su corrupto y antidemocrático gobierno.

    ¡Vamos a construir la presa más grande del mundo! Pues nada, movemos centenares de pueblos un poco más arriba. ¡Queremos hacer un centro de convenciones enorme! Pues nada, nos cargamos un delta y lo llenamos de arena para agrandarlo! Y mil ejemplos más…

    Lo peor, es que luego te lo venden como si fuera oro.

    El simple hecho de que algo lleve oficialmente la etiqueta de «típico» ya es signo de peligro… Y seguro que en muchos lugares es así. Es por eso, que al final, donde pone típico acaba siendo el lugar menos típico.

    Para resumirte, cuando yo estuve en esa parte del sur, recorrí en una semana (día a día, quiero decir, cada día nos movimos, es lo que tiene ir justo de tiempo) el tramo entre Kaili y Zhaoxing, durmiendo cada día en un pueblecito diferente. Ahora que conoces la zona, ya te imaginarás qué tipo de pueblos eran, todos mil veces más pequeños que Zhaoxing. Por eso mi imagen es muy diferente a la tuya. Pero como dijiste, la ventaja de viajar en coche propio es fundamental.

    En fin, que me enrollo mucho, sean cuales sean tus impresiones de China, me alegro mucho y te felicito por habérnoslas transmitido tan bien!

    Un fuerte abrazo!

    • Ku 15 noviembre, 2011 at 10:49 #

      ¡Hola Blai!

      Cuando iba en los autobuses locales, de Zhaoxing a Piling, de Piling a Congjiang… veía por la ventanilla pueblitos junto a ríos, tan bonitos que era para echarse a llorar. Varias veces estuve a punto de pedirle al conductor que parase y me dejase ahí… ¿Por qué no lo hice? Pues no sé. Por desconocimiento, por no saber si iba a encontrarme en mitad de la nada sin una cama donde dormir, porque sólo mequedaban 2 semanas en el país e iba «justa de tiempo»…. por una prisa que no tenía, vaya.

      Lo dicho, que la próxima vez me centraré en una zonita, y no saldré de ahí!

      ¡Un abrazo fuerte!

      PD: ¿cómo llevas los preparativos de tu Gran Viaje?

      • Blai 15 noviembre, 2011 at 21:41 #

        Te entiendo, yo no lo hubiera hecho… El «miedo» a quedarte allí colgado…Y además sin saber cuando y como vas a poder llegar a una gran ciudad desde la que poder salir del país antes de que se termine el visado…

        Buff, me preguntas por los preparativos y te contesto que… ejem! NO TENGO NADA (o casi nada). Ayer fui a tramitar el visado ruso. La semana que viene tengo vacunas. Aún no tengo el vuelo para ir a Tallin/Helsinki/San Petersburgo (me cancelaron el de Ryanair a Tallin). Nada del seguro, nada del dinero.. Ya veremos.
        Y lo mejor de todo es que terminaré de trabajar aproximadamente una semana antes de partir… xD

        Otro abrazo!

        • Ku 17 noviembre, 2011 at 19:42 #

          Hum… creo que has publicado hoy un post al respecto. ¡Ahora entro a verlo!

  8. JAAC (@SltCnmg) 14 noviembre, 2011 at 15:35 #

    Los sitios preparados para el turismo no suelen ser dignos de visitar. Y no pasa sólo con los que no se conocen, también puede pasar (y pasa) con los más conocidos.

    Tu relato me ha recordado nuestra visita a Jerusalén. Después de visitar parte de Jordania y de Siria sacamos un día para visitar Jerusalén. Algo que había que ver por la historia, ciudad sagrada para tres religiones, y allá que fuimos. El recorrido por la ciudad antigua dentro de la muralla nos decepcionó muchísimo. Excepto el barrio judío todas las calles son una sucesión interminable de tiendas de recuerdos, desde cruces y rosarios MadeInChina hasta camisetas de jugadores de futbol de las ligas europeas. Descorazonador que algunos puntos del viacrucis por la Vía Dolorosa estén dentro de las tiendas…

    • Ku 15 noviembre, 2011 at 10:55 #

      ¡Hola JAAC!

      Entiendo lo que dices, parece que la Ciudad Vieja de Jerusalén aglutinase dentro de sí todas las tiendas de souvenirs del mundo. Pero no sé, lo que hay que intentar hacer en esos casos es «sacarlas de ahí» mentalmente. Hace falta hacer un buen ejercicio de imaginación, pero es una pena que por su presencia te pierdas la esencia de esa ciudad tan especial. ¡A mi me encantó y no veo la hora de volver!

      Lo de China es distinto… no sólo hay tiendas de souvenirs, sino que nada de los que hay ahí, ni la piedra más pequeña, es auténtica! Para mí, un asesinato a su cultura…

      ¡Un saludo!

  9. claudia 14 noviembre, 2011 at 17:06 #

    Muy buen artículo, aunque me ha dejado un sabor amargo. Intento explicarme. Es tu opinión personal, y la respeto muchísimo, pero tenemos que pararnos a pensar que la población china está compuesta por 1.300 millones de personas, 54 etnias diferentes, lo cual hace que entender un país de estas dimensiones, tanto demográfica, etnográfica, histórica y culturalmente, sea una tarea de toda una vida, y quizá no alcance. Esto viene a tenor de lo que les gusta a los chinos. Nuestra manera de ver las cosas es muy occidental, y por ello no entendemos que a la mayoría de chinos (la masa de población que no es la élite) cuando viaja, quiere ver cosas amables, hacer muchas fotos, y comprar, sobre todo comprar. El chino ha sido un pueblo que ha sufrido y sigue sufriendo de todo tipo de prohibiciones, desde la cantidad de hijos a tener,si encuentras o no plaza en la escuela para ellos en el caso de haber tenido más de uno, el no tener agua corriente en muchas ciudades salvo a determinadas hora de la mañana o de la noche porque «se está ahorrando agua», etc. Es muy complejo, y creo que la mayoría de los chinos que viajan por China buscan evadirse de la realidad, de los ecos de la Revolución Cultural, de las prohibiciones, de las estrecheces. Este tipo de pueblecitos no está hecho para los viajeros occidentales, sino para los turistas nacionales que buscan hacerse fotos y comprar bisutería. Los pueblos que nosotros los viajeros buscamos, son a los que los chinos no suelen ir, y por eso a veces no sueles oír hablar de ellos, porque para ellos, esos pueblos, aldeas y demás villorios que encontramos genuinos, típicamente «chinos» (según nuestro bagaje cultural, la literatura, el cine, etc.), esos a ellos les parece un pueblo normal, como en el que han vivido toda la vida.
    Entiendo tu decepción Carmen, pero en Occidente tampoco hay grandes diferencias. O bien se escoge dejar el aspecto original de ruina en algunos monumentos para no ser invasivos con la arquitectura o el lugar -lo cual en muchas ocasiones hace que tengas que ver todo a través de una cancela, reja, y no poder acceder al lugar-, o bien se restaura, muchas veces con un criterio muy desafortunado que da lugar a parques temáticos (quizá la diferencia es que en muchos de estos lugares en Occidente, se abre un bookshop, se venden otro tipo de regalos, pero no nos libramos de la tienda de souvenirs en ningún lugar). Es cierto que intentar ver tanto en poco tiempo es a veces una experiencia que deja un sabor agridulce porque se visitan lugares que nos decepcionan, y haces bien citando el ejemplo de la India, a nadie se le ocurriría ir de Dharamsala a Kerala en dos meses pasando por todos los pueblos de un subcontinente.
    En cualquier caso, me encanta tu blog y que seas sincera, para ello es un blog personal.

    • Ku 15 noviembre, 2011 at 11:17 #

      Estoy de acuerdo contigo, Claudia, y me ha gustado mucho tu comentario. China es otro mundo y para nosotros, llegar a entenderlo, una tarea de toda una vida…

      En mi entrada dejo claro que a los chinos este tipo de lugares, evidentemente, les gustan, y lo único que expreso es mi visión, mi sentimiento: que a mi, como «occidental», no me ha gustado nada, nada más. No lo critico, sólo «aviso» de que quizá para nosotros no sea lo que estamos buscando con nuestro viaje ;)

      ¡Un abrazo! y muchas gracias por dejar opinión, y expresarla tan bien :)

  10. Yola 14 noviembre, 2011 at 17:13 #

    ¡¡Qué susto Carmen!! Por un momento pensé que hablabas de Xinjiang (provincia) y, a parte que no te ubicaba allí por tu recorrido, me chocaba tanto «yin» para la tierra uigur, tan «natural», encantadora y diferente (para mi gusto). Estos chinos, con lo complicados que son los nombrecitos, y encima los repiten!! :/

    Estas cosas sientan fatal, yo creo que sobre todo por la decepción, pero en gran medida nos enseñan a viajar y quieras que no, yo creo que aumentan nuestro «olfato» viajero ;)

    • Ku 15 noviembre, 2011 at 11:19 #

      Yo, de tanto besar sapos, debo tener el olfato agudizadísimo ya! (o los labios como Carmen de Mairena :P). Sinceramente, no me arrepiento del recorrido seguido. Ha sido una experiencia y ya está, ya lo he visto. Para una «primera vez» en China no ha estado mal.También me ha permitido conocer una parte de su cultura que no deja de resultar llamativa. La próxima vez iré a donde yo quiera ;)

      Un abrazo!

  11. pak 14 noviembre, 2011 at 19:23 #

    Como cuesta entender China… creo que los occidentales no lo conseguiremos nunca, por mucho que lo intentemos, a no ser que pasemos tiempo viviendo allí… y para eso hay que valer.

    Yo estuve poco (mucho menos que tu), y no me moví tanto, pero se me hizo difícil de disfrutar hasta que me topé con Dani (www.zaichina.net) por allí y me enseñó, por lo menos, a intentar entenderles y no prejuzgarles… Chima no es otro país, es otro mundo… es su mundo. Y el tiempo ha tornado en menos malo el recuerdo, creo que les voy a dar otra oportunidad.

    Creo que puedo entender como te has sentidoa y me parece way que lo expreses, que para eso tienes el blog, para gritar al mundo tus sentimientos y tus reflexiones, las buenas y las malas, las bonitas y las feas, que un viaje no es siempre todo perfecto y casi que mejor, así cuando llega lo bueno parece más valioso. Como Luang Prabang ;)

    • Ku 15 noviembre, 2011 at 11:30 #

      Lo has dicho muy bien, Pak: «China es otro mundo… su mundo». Y a nosotros nos cuesta entenderlo. Por eso a veces puede hacérsenos un poco durillo viajar por allí. Lo primero, si no la comprensión, es el respeto. Respetarlo e intentar aprender de ellos, que también tienes muchas cosas que enseñarnos.

      Reconozco que por esta vez he quedado un poco agotada mentalmente (quizá para un primer viaje al país, dos meses han sido demasiado), pero estoy segura de que, como tú, cuando el tiempo dulcifique el recuerdo, volveré a sentir la llamada y les daré otra oportunidad.

      ¡Un abrazo fuerte…. desde Luang Prabang! ;)

  12. Saray 14 noviembre, 2011 at 22:39 #

    Qué pena haberte encontrado con un sitio así y más al final de tu viaje por China, como que te deja quizás un sabor más agridulce del país (Yo tengo la siguiente experiencia: en las Cataratas del Niagara, el pueblo de la parte canadiense es literalmente un parque de atracciones. Qué decepción de lugar. Y el pueblo del lado de EEUU un pueblo fantasma con pinta de abandono que no te invita a quedarte ni un minuto. Menos mal que las cataratas por si solas lo valen pero aún así…). Sigo pensando que es increíble que haya que pagar, y tanto, para entrar a ciertos pueblos en China. Leyéndote a ti y otro blog me esta pareciendo que China no es nada barato para un mochilero al contrario de lo que pensaba. Espero que vaya todo genial por Laos ;)

    • Ku 15 noviembre, 2011 at 11:35 #

      Mmm… no creas Saray, si bien Xijiang ha sido la guinda final del pastel, lugares más o menos parecidos me he encontrado a lo largo de todo el viaje. Sin ir más lejos, aquel parque temático que también eran los tulou de Hukeng (los de «mentira», no los que vi luego en moto). Lo que pasa es que ya la excusa me ha servido para expresar unos sentimientos que tenía acumulados desde entonces….

      Y no, China no es barato para un mochilero. Al menos, no tan barato como pueda ser India, Laos, Camboya… Este jueves publicaré el presupuesto!

      ¡Un abrazo!

  13. mami 15 noviembre, 2011 at 13:46 #

    Animo KU. Me uno a los comentarios de todos los amigos que seguimos contigo (aunque, a veces, no nos guste el viaje )

    • Ku 17 noviembre, 2011 at 19:42 #

      Menos mal que esta vez estamos de acuerdo! :D

  14. Pau 17 noviembre, 2011 at 15:31 #

    Todos hemos metido la pata con alguna visita que quizás nunca tendríamos que haber hecho. Pero eso forma parte del viaje y de la experiencia. Este tipo de errores te permiten sacar conclusiones como las del final del post.

    No hay mal que por bien no venga.

    • Ku 17 noviembre, 2011 at 19:56 #

      Exactamente, Pau. Lo cierto es que yo no cambiaría el recorrido que he hecho, ni ahora a sabiendas de lo que me voy a encontrar. Conocer los lugares «menos mejores» también te da otra perspectiva de las cosas, y queramos que no, esa costumbre china de sustituir cosas antiguas y de valor por otras nuevas, es una característica importante de su cultura actual…

      • JAAC (@SltCnmg) 17 noviembre, 2011 at 20:37 #

        Pues no quieras ver cómo «restauran» en Bután… Prácticamente odian a los chinos, pero siguen sus técnicas a rajatabla: que se estropea la pintura que tiene 200 años, pues le damos una capa de negro base que lo cubra todo y volvemos a pintar encima. Arreglado :-O

        • Ku 20 noviembre, 2011 at 18:16 #

          Pues vaya… Pensaba que Bhutan era «otra cosa» :(

    • JAAC (@SltCnmg) 17 noviembre, 2011 at 20:35 #

      Los sitios malos se acaban recordando con cariño. Siempre he pensado que hay dos cosas que se recuerdan más de los viajes… y una cosa es lo peor. Lo bueno es que, después de un tiempo, pensar en esos momentos te saca siempre una sonrisa, cuando no una carcajada.

      • Ku 20 noviembre, 2011 at 18:17 #

        Estoy contigo :D

  15. Aniko 6 diciembre, 2011 at 23:39 #

    Hola Carmen!

    Me hace gracia leer este artículo porque yo también caí en la trampa de ir a Xijiang! Y cuando llegué me recibieron con una «ceremonia» en la cual me hicieron tomar alcohol de un cuenco mientras cruzaba por un puente. Pero no quedé tan enojada con el lugar, por más de que estoy de acuerdo en que está muy armado. Me fui a caminar por las plantaciones de arroz que rodean al pueblo y la pasé bien. No seas tan dura con vos misma, a todos nos pasa! Especialmente en China, donde es difícil viajar de manera independiente.

    Nos vemos pronto eh!

    Un beso

    • Ku 7 diciembre, 2011 at 11:03 #

      ¡Hola Aniko!

      Más que enojada con Xijiang, creo que este pueblo fue ya la gota que colmó el vaso y pagó todos los platos de mis decepciones en el país De todas formas, ahora con el tiempo lo recuerdo con cariño, una anécdota más del viaje, una parte de China más que conocí… claro que, ¡no volvería jamás! jejeje

      Un beso muy fuerte, ¡nos vemos prontísimo!

  16. Vero @Sinmapa_net 13 abril, 2012 at 12:17 #

    Me encontré con estas situaciones mucho, sobre todo viajando por Asia. Supongo que de repente se encontraron con mucho turismo, no supieron muy bien cómo manejarlo, pero si sabían que querían sacar tajada… por lo que aplicaron tarifas abusivas o que no tienen relación con el sitio en si! A mi me pasó algo parecido en Tailandia, con la zona de truibus de las mujeres cuello de jirafa… Yo volvía de otro tour y el chofer nos preguntó a todos los que estabamos presentes si queríamos que nos llevara por un módico precio «y sin decirle nada a nuestros agentes del 1º tour» a estas zonas de tribus, que ahora no me viene a la cabeza el nombre… Como la democracia funciona así, la mayoría quiso ir así que fuimos y ¡lo mismo! Un montón de dinero costaba la entrada… y luego te dabas cuenta que nada de ese dinero se invertía de vuelta en las comunidades nativas.
    Muy buen post! Y así son los viajes: con un yin y un yan ;)

    • Ku 15 abril, 2012 at 11:30 #

      ¡Hola Vero!

      Vaya historieta con las mujeres girafa… en los lugares turísticos es común que pase esto, pero te puedo asegurar que en China el asunto alcanza cotas altísimas!

      Como dices, así con los viajes: yin y yang. Me gusta :D

  17. Inés- Mis viajes por ahí 15 abril, 2012 at 14:23 #

    Es curioso que en ocasiones lo que a los locales les gusta, a nosotros nos parece un parque temático. Me ocurrió en Ucrania, pregunté en Kiev qué lugares me recomendaban visitar en Crimea, y lo que me encontré fue una especie de Benidorm a lo bestia. No, no era eso lo que buscaba…
    Desde entonces pienso que no siempre los nativos dan buenas recomendaciones a la hora de visitar su país. A lo mejor en España ocurre lo mismo, no lo sé.
    Saludos!

  18. Yol 16 abril, 2012 at 10:24 #

    Me has hecho recordar cuando fuimos a ver las cataratas del Niágara en la zona Canadiense porque la vista es mejor y nos encontramos con que el pueblo era un centro de atracciones! Como se puede estropear algo tan espectacular de esa manera?

    • Ku 22 abril, 2012 at 20:25 #

      Desgraciadamente es así en muchos sitios… :(

  19. Alma 31 julio, 2012 at 16:30 #

    Desde mi punto de vista, en China están bastante obsesionados por la apariencia y la modernidad, y tienen otro concepto sobre el patrimonio histórico que aún no he llegado a comprender. La restauración o la conservación no entra en su enfoque, sino que se sustituye por demolición y reconstrucción. Es bastante curioso. Pasa en las ciudades (mira los barrios antiguos de ciudades como Beijing o Shanghai) y en los pueblos que tienen fama de pintorescos. Con la recreación (comercial) de la realidad se pierde autenticidad, pero la mayoría de los turistas chinos parece no buscar eso, sino la experiencia que ofrece la propia recreación del paisaje físico, cultural y humano. En ese sentido, siempre me han llamado la atención aquí los parques temáticos sobre las maravillas del mundo. Hay varios, en Beijing, Shenzhen,… en los que puedes encontrar reproducciones de la Torre Eiffel, las pirámides egipcias,… El lema es: ¿por qué ir a París si te puedes sacar la foto en el parque temático de turno? De todos modos, esta reciente dinámica de cuestionable desarrollo urbano y turístico tiene que estar provocando cambios significativos en la memoria individual y colectiva de las personas que viven en esos lugares… La autenticidad se transforma, pero en qué se convierte, ¿mero interés económico y negocio? Es un tema que da para mucha reflexión… Gracias por plantearlo.

    • Ku 2 agosto, 2012 at 2:16 #

      ¡Hola Alma!

      Pues si no lo has llegado a comprender tú, que llevas cuatro años viviendo allí… Es realmente raro, a mi me choca muchísimo que hagan esas cosas con su propio patrimonio. Lo peor es que al margen de que responda a algo que a ellos les puede gustar o no, me parece un auténtico atentado contra un patrimonio que al fin y al cabo no es sólo suyo :(

  20. Antonio 4 marzo, 2013 at 23:05 #

    Me gusta viajar y lo hago, y nunca antes había curioseado ningún blog.
    Quería saber de impresiones de alguien sobre China y el buscador google me ha llevado hasta aquí, la razón, es que estoy decidiendo el destino de mis próximas vacaciones.
    Pero lo que quería compartir es que leyendo algunas de tus aventuras/desventuras y de tus decepciones/aciertos, en los viajes todos llegamos a las mismas soluciones/decisiones y actuando positivo de la peor situación puede quedar un recuerdo agradable y la lección bien aprendida, aunque tropezar, siempre siempre tropezamos y tropezaremos en las mismas piedras… y esos días en los que todo se tuerce ya no nos enojan sino que nos hacen sonreir.
    Te felicito por tu blog pq está muy interesante y es muy práctico…
    Chiaoo

    • Carmen 8 marzo, 2013 at 14:24 #

      Interesante reflexión, Antonio, muchas gracias por compartirla con todos :D Me alegro mucho de que te guste el blog, ¡espero verte más por aquí!

  21. Alan Díaz 5 agosto, 2013 at 22:43 #

    Hola!!

    acabo de descubrir tu blog y me parece increíble. Es triste, como mencionas, que los lugares historicos del mundo en lugar de ser restaurados se esten convirtiendo en falsos historicos y en circos. Soy mexicano y en muchos lugares de mi pais sucede lo mismo, aunque en otros por el contrario, la gente prefiere vivir enraizada a sus tradiciones y modos de vivir. Te recomiendo visitar mi país, no quedaras arrepentida.

    Saludos :-)

    • Carmen 7 agosto, 2013 at 13:27 #

      ¡Hola Alan!

      He estado en tu país dos veces, pero por desgracia solo en la zona de Yucatán y Quintana Roo. Estoy deseando hacer un viaje en condiciones para conocer el interior en profundidad :)

      ¡Un saludo!

  22. Begoña 5 septiembre, 2016 at 19:12 #

    Hola , me ha gustado tu reflexión sobre China…..yo acabo de llegar de un viaje de 15 días y China me ha desilusionado…..para mí son como los talibanes destruyendo Palmira…esos edificios sin acabar y horribles….destruyen su tradición su patrimonio…y lo recrean en centros comerciales ….todo muy iluminado claro….que horterada

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