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Mi nombre grabado en piedra

Como adelantaba el último día, mi recibimiento a la ciudad de Jaisalmer fue espectacular. Al llegar al hotel y preguntar por Aladdin, quien habría de ser uno de mis anfitriones, todo el personal que estaba en recepción (unas diez personas que en un principio me habían mirado sin hacerme mucho caso), se pusieron en pie de golpe, comenzaron a hacer llamadas de teléfono, y me condujeron hasta una de las mejores habitaciones del hotel, no sin antes pedirme repetidamente disculpas porque “la mejor” aún no estaba libre. Mis dos anfitriones llegaron pocos minutos después, casi a la vez.

Kavii tiene 28 años y es sij, de ahí el peculiar turbante que lleva en la cabeza. El sijismo, una de las múltiples religiones que conviven pacíficamente en este país, es profesado por unos veinte millones de personas; un número que, aunque parezca mucho, apenas supone un 2% de la población.

Se trata de una extraña síntesis entre el monoteísmo del islam y el politeísmo del hinduismo, y se caracteriza principalmente por la importancia que confiere a valores como la honestidad o la solidaridad. Por eso (y también porque sus adeptos constituyen una importante y poderosa élite intelectual y económica), los sijs son muy respetados en India.

El turbante que llevan, con ese curioso moño en la frente, no está puesto de cualquier manera: esconde su larga melena, que al igual que su barba, consideran sagrada. Esto hace que los sijs sean muy fáciles de reconocer en la calle.

Mi host sij en Jaisalmer

Kavii: modernidad y tradición en una misma persona.

Kavii es ingeniero, pero sólo trabaja cuatro meses al año. Los otros ocho sigue cobrando, pero por algún misterioso motivo que no he terminado de entender, no tiene que ir a trabajar. Lleva diez años casado, con una mujer dos años menor que él, y ya tiene una niña de ocho. Por supuesto, hablamos nuevamente de un matrimonio concertado, de los que ahora os voy a contar la otra cara.

Kavii era quien, en un principio, se iba a encargar de alojarme, pero en el último momento su mujer decidió adelantar el viaje que hace todos los años a Delhi para ver a su familia, y Kavii se disculpó diciéndome que sus vecinos no verían bien que alojase a una extranjera si su mujer no estaba en casa. Por este motivo, la “pelota” pasó a uno de sus mejores amigos, Aladdin.

Vista de Jaisalmer desde el fuerte

Aladdin en el Fuerte de Jaisalmer

Hablar de Aladdin es hablar de la cara menos amable de la cultura hindú; sobre todo, en lo que a matrimonios se refiere. Nació hace 33 años en un barrio muy pobre a las afueras de Jaisalmer. No tenía nada a favor, pero gracias al trabajo duro y a una beca del gobierno, consiguió, no sólo terminar la educación elemental, sino continuar estudiando hasta licenciarse en Derecho. Ahora es un hombre respetado entre sus amigos y conocidos, todos ellos dedicados al mundo del turismo y sin ningún estudio.

Cuando Aladdin estaba en la facultad de Derecho, se enamoró de una chica. Y la chica se enamoró de Aladdin. Salieron juntos en secreto durante cuatro años, pero cuando Aladdin acudió a hablar con el padre de ella para pedir su mano, éste no sólo se negó, sino que apalabró un matrimonio con otra familia, y en menos de dos meses, su novia estaba casada con otro hombre. Al parecer, los orígenes de Aladdin no estaban a la altura de los de su pareja.

De esto hace tres años, y cuando se cruzan por la calle, Aladdin apenas puede saludarla (a ella o a su hija), si no quiere causar problemas. Por eso, Aladdin reniega de su cultura y de todo lo que tenga que ver con la tradición hindú. Ha pedido un préstamo de 7.000 euros al banco, y está construyendo un hostal de seis habitaciones: cuatro para turistas (de pago, para que sea sostenible) y dos para couchsurfers, con quienes espera evadirse un poco del mundo que le rodea y del que ve imposible escapar.

Detalle balcón haveli Jaisalmer

Detalle del exquisito balcón de un Haveli.

Estos cuatro días en Jaisalmer han sido alucinantes, y si bien gran parte del mérito se debe al precioso escenario en que me he movido, la otra parte sin duda corresponde a estos dos hombres, que me han tratado como a una princesa. No me ha faltado nada, no me han permitido pagar ni una sola vez (por descontado, el hotel en el que al final me he quedado, tampoco) y me han llevado en sus motos a todos los sitios que les he dicho (y a otros que desconocía), cuando he querido.

Jaisalmer es una ciudad increíblemente bonita. Con su imponente Fuerte, rodeado por una gran muralla, gobernándola sobre la colina de Trikuta, la primera imagen de ella me quiso recordar vagamente a Toledo. Al igual que en la ciudad española, las calles que se encuentran en el interior del antiguo Fuerte de Jaisalmer también son estrellas y empinadas, y resulta difícil no terminar con dolor de cuello, pues constantemente hay que mirar hacia arriba para apreciar la belleza de sus edificios. Resumiendo: viniendo de Jaipur, el contraste se hace notar. Además, la población de Jaisalmer apenas llega a los 90.000 habitantes, y el tráfico dentro de la ciudad antigua se encuentra bastante limitado, por lo que pasear tranquilamente por sus callejuelas, sobre todo al atardecer, es una verdadera delicia.

Fuerte Jaisalmer calles

El problema que se me plantea ahora mismo es que de Jaisalmer hay tanto que decir y tengo tantas anécdotas que contar, que si quisiese escribirlo todo, necesitaría varios días, con el consecuente retraso del blog con respecto al ritmo del viaje. De modo que, lo que voy a hacer, es remitiros a las fotos, para que os hagáis una idea de la belleza de la ciudad, y limitarme a dar algunos datos esenciales, mientras relato lo que han sido estos días aquí.

La primera noche, sin haberme dado tiempo todavía a ver nada, Kavii y Aladdin me llevaron a cenar a uno de los restaurantes típicos entre la gente del pueblo, una tasca a las afueras, en la carretera, en la que, por supuesto, únicamente había hombres. Decir que todas las mesas se paralizaron en mi presencia, es quedarse corto: dejaron hasta de comer.

El lugar, aunque oscuro y sombrío, tenía su encanto, y lamenté muchísimo no haber llevado la cámara, porque hubiesen salido unas fotos curiosas. Con respecto al menú, no había mucha elección: dhal (lentejas, «la comida del pobre», preparado en una enorme cazuela para todo el comedor) y chapati. Creedme si os digo que aquello estaba buenísimo.

Como anécdota, en mitad de la cena observé que todo el mundo se había quedado quieto mirándome, pero ya de una manera descarada. Incluso llegué a pensar “Eh, basta ya, ¿no? Que sólo soy extranjera… Vais al pueblo y hay más…” (parafraseando a un grande, min. 5.04-5.24). Hasta que me di cuenta del motivo de tanta expectación: estaba llevándome la comida a la boca con la mano izquierda, ¡error de manual!

Fuerte de Jaisalmer, interior

Al día siguiente comenzamos con las visitas. En primer lugar, fuimos a los templos jainistas: un conjunto de cinco templos del siglo XV que se encuentran dentro de las murallas de la Fortaleza, y de los cuales sólo se pueden visitar dos.

El jainismo es una religión muy minoritaria en este país, pero sin duda, de las más curiosas: son pacifistas, rechazan el uso de las armas y cualquier tipo de asesinato, lo que también incluye el asesinato de animales. Por eso, no sólo son vegetarianos, sino que muchos van descalzos y con una mascarilla en la cara, para evitar pisar o tragar algún insecto de forma accidental.

La religion Jainista en India

Fachada de uno de los templos.

En la entrada de uno de los templos se dio una escena curiosa. De repente, una alcantarilladecidió desbordarse, inundando toda la calle. Mientras yo maldecía todo y trataba de ponerme a salvo del olor y de la mierda que se acercaba peligrosamente a mis pies (pues estaba a punto de entrar en el templo, para lo cual había tenido que descalzarme), los indios que allí estaban se limitaron a echarse hacia atrás, sin inmutarse, ¡incluso riendo! Kavii me miró, y quiñándome un ojo, me dijo: ¡This is India!

Alcantarilla se desborda

Sube la marea…

Alcantarilla India

This is India!

Tras la visita a los templos, subimos en las motos y nos desplazamos hasta Bada Bagh, donde se encuentra un conjunto de cenotafios de los antiguos maharajás de Jaisalmer. Y tras esto, le tocó el turno a Lodruva, otro antiguo templo jainista, famoso por esconder entre sus cimientos la madriguera de una cobra a la que se venera y atribuye el mérito de haber sido la protectora del templo durante la guerra contra Pakistán en los años 70. Por eso, todos los días se le ofrece un poco de leche en un plato, en la entrada de su guarida, que a la mañana siguiente aparece vacío.

Que ver en Jaisalmer

Cenotafios de Bada Bagh.

Imprescindible en Jaisalmer

Templo de Lodruva, antigua capital de Marwar.

serpiente cobra Lodruva Jaisalmer

Madriguera de la cobra.

Al día siguiente fuimos de excursión al desierto de Thar. Esta vez, Kavii no podía venir, así que Aladdin y yo nos subimos en la moto y recorrimos los 40 kilómetros (en tiempo: una hora larga) que separan Jaisalmer de las Dunas de Sam, el lugar más frecuentado por los turistas para ver la puesta de sol.

Excursiones y tours en Jaisalmer

Rumbo al desierto.

Una vez allí, hay tres opciones: Regresar a la ciudad una vez el sol se haya puesto, quedarse a dormir en uno de los múltiples campamentos especialmente preparados para los turistas (con cena-espectáculo incluido), o contratar un camel-safari y adentrarse unos 20 kilómetros en el desierto, para dormir bajo las estrellas y ver el amanecer en medio de la nada.

Sunset Jaisalmer Sam dunes

Puesta de sol en las Dunas de Sam.

Nosotros elegimos la segunda opción, ya que en esta época del año la temperatura en el desierto puede rondar los 2 grados, y además, teníamos a nuestra disposición una tienda en uno de los campamentos, propiedad de un amigo de Aladdin. Por otra parte, aunque dormir en el desierto siempre es una experiencia única, tampoco me la estaba perdiendo, pues es algo que ya hice hace cuatro años en el Sahara (en agosto, y aún así hacía fresquito…).

No voy a ser tan ingenua como para tratar en describir la puesta y la salida del sol en aquel lugar. Ni las fotos consiguen reflejarlo mínimamente. Sólo diré resulta difícil creer que ese sol que allí se ve sea el mismo que todos los días nos alumbra en el hemisferio norte. Es… ¿cómo decirlo?, más grande, más rojo; parece una enorme bola de fuego.

El regreso a Jaisalmer a la mañana siguiente fue terrible. La temperatura no superaría los seis grados, y encima de la moto, la sensación térmica era de -4º. ¡Con deciros que cada siete kilómetros teníamos que parar porque a Aladdin se le congelaban las manos y las sienes y no podía conducir…!

Desierto del Thar dunas de Sam

Amanecer en el desierto de Thar.

En moto por el desierto

Terrible camino de regreso a la ciudad.

Una vez en Jaisalmer, y tras una buena ducha fría “para entrar en calor”, salimos a la calle de nuevo, para visitar algunas de las cosas que me quedaban por ver, como el lago Gadi Sagar, o los Havelis: antiguas mansiones de mercaderes ricos asentados en la ciudad que, en una determinada época, pusieron de moda este tipo de construcción, muy recargado, incluso compitiendo entre ellos para ver quién hacía el más espectacular.

Que ver en Jaisalmer: el lago Gadi Sagar

Lago Gadi Sagar.

Vudu en India

Magia negra junto al lago (muñecos Vudú).

No puedo entretenerme más, así que voy a ir terminando. En resumen, estos días, como no me canso de repetir han sido inolvidables; y la compañía, de la que voy a echar de menos en mi próximo destino. Al parecer, esto ha sido recíproco, pues no sólo me han insistido una y otra vez para que me quedase más tiempo, o para que regresase para pasar la Nochebuena o el Año Nuevo con ellos (algo a lo que he tenido que negarme, a pesar de que me tomaron las medidas para hacerme un vestido de fiesta hindú que querían que me pusiese la noche del 24), sino que han decidido que la guesthouse que están construyendo, y que calculan estará terminada para febrero o marzo, va a llevar mi nombre. Como leéis. Incluso me han llevado a ver la obra (donde he sido presentada ante todos los trabajadores como “la propietaria” de la casa) y he sido testigo de cómo diseñaban la piedra en la que irá grabado: Carmencita Guesthouse.

Donde dormir en Jaisalmer

Cimientos de «Carmencita’s Guesthouse».

Han querido hacerme prometer que regresaré para la inauguración, y yo he tratado de hacerles entrar en razón, y que entendiesen que si estoy en la otra punta del país, no voy a poder ir. Ante esto, se han ofrecido a pagarme el billete de avión, y me han amenazado con no abrir la casa hasta que no venga yo personalmente ha cortar la cinta. Al final, les he dicho que ya veremos… seguro que en un par de días se les pasa, pero por lo menos, ya sabéis que si a partir de marzo venís a Jaisalmer y necesitáis donde alojaros, en «Carmencita Guesthouse» podéis hacerlo gratis si sois amigos míos :D

Thar Jaisalmer sunset

Nota: Os invito a que os paséis por el álbum de Jaisalmer, donde hay muchas más fotos de la ciudad, el interior de los Havelis, los campamentos en el desierto, las calles…y, para los más curiosos, incluso alguna mía (aunque creo que, en este aspecto, en esta entrada me he portado, ¿eh? ya podéis criticarme a gusto…).

¡Feliz navidad!

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19 comentarios en Mi nombre grabado en piedra

  1. Rubén 23 diciembre, 2009 at 11:59 #

    Sin palabras… Como sigas así le cambian el nombre al país!! ;D Me imagino el momento de llegada al hotel, tras preguntar por tu contacto, tuvo que ser comiquísimo :)

    Ojalá cuando tenga 28 años también trabaje 4 meses al año (aunque bueno, convendría saber dónde ha de meterse Kavii ese tiempo :D, para que a la empresa le compense mantenerle durante el año completo, las condiciones tendrán que ser duras, o es un crack directamente).

    Una pena que no te quedases a la fiesta de Nochebuena, tuviste que ser muy fiel a tu planning para no dejarte convencer :)

    Besos!

  2. Luis 23 diciembre, 2009 at 13:10 #

    Carmen, guapa!! Que he estado cantidad de líao y he perdido un poco el hilo del blog… Joder tía que envidia! Vaya pedazo de viaje te estás pegando! Las fotos son preciosas y por lo que cuentas se ve que es de experiencia única. Bueno, te sigo leyendo. Pasa una feliz Navidad y siguenos contando.

    Un beso enorme, Luis.

  3. kianista 23 diciembre, 2009 at 13:32 #

    kuuuuuu!!!!!!
    FELIZ NAVIDAD!!!!! ya sé que tú lo pasarás mucho mejor que cualquiera de nosotros, aquí aguantando el frío y la familia, jajajaja!!! además de la lluvia que me recuerda un poco a Turín cuando no paraba de llover.
    ya te lo he dicho, pero te lo vuelvo a decir, me encanta tu blog, me meto todos los días para ver si has escrito algo nuevo, ME TIENES ENGANCHADA!!!
    además me das una envidia… pero de la sana, jajaja!!!
    sigue disfrutando!!!!
    un besazo!!!

  4. criss 23 diciembre, 2009 at 18:22 #

    jo carmen!!! menuda entrada!!! hasta pone los pelos d punta de emocion! es increible todo lo q estas viviendo!, la verdad q antes de ir alli, te habras tenido q empapar pero bien de la cultura india y todo tipo d hábitos q debes y no debes hacer…asi q yo voy leyendo y x lo q cuentas me entero d curiosidades, (como lo de comer cn la mano izqda.!) xq yo d cultura india estoy un poco off…
    son impresionantes las fotos, y sobretodo el trato q te dan, a veces los paises a los q mas tememos son los mas seguros q existen (sobretodo yendo una chica sola), empiezo a pensar q todo esta mas q manipulado x la tv, prensa, etc….
    espero q sigas disfrutando en tus siguientes paradas y q sean incluso mejores (si cabe) los recibimientos,me das mucha envidia en las fotos, menuda experiencia
    un abrazo fuerte!!!

    PD- eres una autentica privilegiada en cuanto a la construccion de la guesthouse, xq cuando pase el tiempo pensaras q en la india se construyo un edificio en tu honor…muy fuerte todo….

    • Ku 26 diciembre, 2009 at 9:00 #

      Lo de la mano izquierda, Cris, tiene facil explicacion: en India se come con las manos, pero la mano izquierda, fuera del ambito gastronomico, es tambien usada para… bueno, alli no existe el papel higienico, asi que imaginatelo :P
      Y en zonas muy rurales, incluso hay que tener cuidado para no tocar a nadie con ella, aunque eso en zonas muy muy rurales, en la actualidad no es normal que te miren mal por ello…

  5. Laura 23 diciembre, 2009 at 23:36 #

    jajaja Carmen!! que nos cambias el país en un momento!! Que gente tan adorable por favor y enhorabuena por esa super casa!!! ;)

    Felices fiestas guapa!!!
    Besos!
    Viaje al atardecer
    All About Cities

  6. Javixas 24 diciembre, 2009 at 8:41 #

    Jejejeje, buena crónica! Pues cuando pase por Jaisalmer ya no tengo que buscar alojamiento! Me gusta esa idea de dejar dos habitaciones para couch surfers para poder evadirse….

    Disfruta de tus navidades Indias!

    Un beso

  7. Gromit 24 diciembre, 2009 at 11:23 #

    Mmm…
    Curioso…
    Esta noche es Nochebuena (Y mañana Navidad, dame el calimotxo Carmencita que me voy a emborrachar) así que aprovecho para desearte feliz Navidad… India.
    Me estás empezando a dar envidia de la buena… Y estoy empezando a tener ganas de que llegue tu cumpleaños…
    MUASES!

  8. Luis gallego 24 diciembre, 2009 at 20:03 #

    Preciosa la historia del Carmencita Guesthouse; habrá que visitarlo algún día. Me he pasado a ver tus fotos de Flickr y me ha parecido que sale Santillana del Mar, ¿eres de allí? Es un sitio alucinante

    • Ku 26 diciembre, 2009 at 8:56 #

      Soy de Cantabria! Santillana queda a diez kilometros de donde yo vivo :D

  9. Lourella 24 diciembre, 2009 at 20:06 #

    Nenaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!! Feliz Navidad!!! Buah, que peazo historia la del Aladín… No había podido pedir a la chica al genio de la lámpara?? Jejejej (qué malo…) Estamos esperando que nos cuentes que tal la cena de nochebuena allá… Desde la península te aseguro que muchos te estamos echando de menos…Bicos

    • Ku 26 diciembre, 2009 at 8:55 #

      Para responder en general a todo el que se pregunta por mi nochebuena: en Jodhpur, tranquilita, y sin ajetreos. La verdad es que es la primera vez en mi vida que la vivo asi, pero como aqui apenas sentia que fuese navidad, tampoco se me ha hecho duro… De todas formas, ahora estoy en Udaipur y vuelvo a ser una persona muy solicitada, pero eso lo contare el proximo dia…
      Yo tambien me acuerdo de vosotros, gentuza (snif..)

  10. Riky 25 diciembre, 2009 at 1:44 #

    Hola Carmen.
    En esta noche tan especial, no puedo menos que acordarme de ti,de como estarás pasando estas fechas tan señaladas,legos de esa familia esparcida por el mundo.
    Pienso que estas en el sitio en el que quieres estar,y realizando un sueño que te hará crecer como persona y eso me reconforta. Sigo con mucha atención los avatares de tu viaje,y alegrándome mucho, de que por el momento todo te valla bien.
    Suerte, y que Jesús de Nazaret, Indra, Brahama, Shiva, Ganga, Vishnu, Kali y Agni te protejan y cuiden en tu viaje…..
    Un fuerte abrazo.

  11. panedu 25 diciembre, 2009 at 11:18 #

    Feliz Navidad!!!!

    Que fuerte, una casa con tu nombre en la India :) Tendremos que marcarla en google maps para saber donde esta jajajajaja

    Las únicas personas que conozco que trabajen 4 meses al año y cobren el resto es gente que tiene que ir a la mar, aunque la verdad es que tiene mucha suerte de poder vivir de esa manera.

    Te agradezco mucho que comentes las difernetes religiones, ya que para mi son totalmente desconocidas… en especial me ha gustado el Jainismo.
    Y bueno, yo personalmente quisiera saber mas del vudú, he visto la foto que has subido pero no has comentado nada :) ¿Has visto alguien practicarlo? Me parecen muñecos muy grandes, yo tenia la idea de que eran mas pequeños jejeje

    Sigue disfrutando de tu aventura y seguiremos aquí leyéndote.

    Un beso!

    • Ku 26 diciembre, 2009 at 8:52 #

      De los munecos vudu poco te puedo decir, los vimos de pasada cuando paseabamos por el lago, y simplemente me dijeron eso, que «hay gente que cree en esas cosas y hace un muneco con la forma de su enemigo, y luego le quema, o le corta la cabeza, o…». Vamos, nada nuevo bajo el sol…

  12. Abel 25 diciembre, 2009 at 12:06 #

    ¡¡Hola, Carmen!!

    ¡Qué envidia me estás dando! Me encanta tu blog. Y vaya experiencias (y anécdotas: la de la fosa séptica no tiene desperdicio y la de la Carmencita Guesthouse es para llenar de orgullo a cualquiera). Sigue disfrutando de tus vivencias que los demás seguiremos con atención tu increíble aventura.
    ¡Felices Fiestas!

    Un beso

  13. alladin 26 diciembre, 2009 at 18:38 #

    Gracias por escribir nuestro nombre en su blog. He traducido sus mensajes de traducción de Google y estoy escribiendo por traducción de Google. Carmen casa de huéspedes de su trabajo es muy rápido y se está esperando por ti hasta que no se puede venir y me olvidé de Carmencita, pero usted siempre con nosotros, porque eres tan linda que no se puede olvidar que el tiempo que pasé con usted y He aprendido mucho de usted.

  14. viviana 19 febrero, 2013 at 2:11 #

    Increíble encontrar gente tan amable y hospitalaria.

  15. Pedro 27 diciembre, 2014 at 17:34 #

    Pues nosotros no hemos visto el Carmencita Guesthouse en Jaisalmer. ¿Seguro que lo llamaron así al final? :)

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