El origen del Festival de Holi puede buscarse principalmente en dos antiguas leyendas de la mitología vishnuista.

La primera de ellas narra la destrucción de Holika, hija del rey de los demonios, que murió en la hoguera cuando su padre trataba de asesinar a su propio hermano por adorar al dios Vishnu en lugar de a él. El hijo aceptó la orden de su padre para meterse en la hoguera con su hermana Holika (quien, en teoría, no podría morir, pues estaba protegida por un manto mágico), mientras continuaba recitando los nombres de Vishnu. Entonces, el manto se elevó, dejando de proteger a Holika y salvándole a él. Por este motivo la noche antes del festival se hacen hogueras celebrando la muerte de Holika, y de ahí también el nombre de la fiesta.

Otra leyenda, en este caso relacionada con Krishna, una de las encarnaciones del dios Vishnu, cuenta que éste se quejó a su madre por tener la piel de color oscuro, mientras que la de su novia Radha era dorada. Para contentar a Krishna, su madre decidió oscurecer la piel de Radha con pintura… dando origen a la tradición de pintarse la cara y el cuerpo con polvos de colores.

Si indagamos un poco más, seguramente encontraremos muchas otras historias que darán cada una su propia explicación, a cada cual más fantástica, al origen del Holi. En cualquier caso, en la actualidad lo que este festival celebra es, sobre todo, el final del invierno, así como la alegría por la temporada de lluvias que está por venir, trayendo consigo agua para las regar las cosechas, etcétera.

Como manifestación de esta alegría, el día de Holi todo el mundo, tanto en el norte de India como en Nepal, sale a la calle provisto de globos de agua y polvos de colores, para enzarzarse en una batalla de la que nadie podrá salvarse.

Algunas recomendaciones para (intentar) sobrevivir al Holi

– Te van a manchar. Quieras o no, te van a manchar. Así que todo lo que lleves puesto ese día mas vale que no te importe tirarlo a la basura, porque es difícilmente recuperable (Mi ropa aún aguarda en un rincón de la habitación. No he tratado aún de lavarla, pero mantengo la esperanza de salvar “algo”).

– Si eres extranjero, llevas una diana dibujada en la frente. Al principio puede que les de un poco de corte hacerte nada, sobre todo si acabas de salir de casa y aún estás limpito. Es muy posible que incluso se acerquen y educadamente te pregunten si pueden pintarte la cara. Pero, ¡ojo! desde el momento en que alguien se atreva a dar el paso y pintarte, estás “marcado”, se acabó. Ya nadie va andarse con remilgos, y además están deseando bombardearte y reírse de ti.

– Si eres extranjera y mujer joven, la diana es de luces de neón (no son cosas mías, con una señora mayor siempre da más respeto meterse… digo yo). Y cuidado con los grupos de chavales que vienen en tropel y te rodean sin piedad… las manos se les escapan muy fácilmente. Muy, muy fácilmente.

– Atención a los balcones y las ventanas de las casas. Por si fuera poco con tratar de protegerse de los chicos de la calle, desde las alturas siempre hay algún listillo (cobarde) que tira, no sólo globos o bolsitas (que demás, al romperse duelen), sino directamente cubos e incluso agua con una manguera.

– Y, sobre todo, recuerda: hagas lo que hagas, desde el momento en que poses un pie en la calle, estás condenado. Así que tómatelo con humor, consigue tú también algunos globos y algo de pintura, y diviértete. ¡Happy Holi!

Ingenua y feliz: «Pues tampoco es para tanto…»

¡Al ataquerrr…!

Las palomas también me atacan (pero sigo bastante limpia… de momento)

Si no puedes con el enemigo… únete a él.

Malditos y pequeños bastardos.

Sé que vienen a por mi.

Cámaras de televisión y policía.

Fiesta en las terrazas desde el mediodía (con música a todo volumen y mucho alcohol)

GAME OVER

Happy Holi!