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Cruzando el Muro de la Vergüenza

¿Cómo escribir sobre el Muro de la Vergüenza sin caer en tópicos? ¿Sin entrar en política (pues no es mi papel) ni ponerme de mala leche teniendo como resultado un post de mierda en un blog que nunca ha pretendido otra cosa más que animar a viajar?

Podría no hacerlo y ahorrarme todos los quebraderos de cabeza. Éste es sin duda uno de los textos más difíciles a los que me he enfrentado hasta la fecha, pero no quiero dejar de escribirlo. Aunque no diga nada profundo ni interesante, siento la necesidad de transmitir la experiencia que más me ha marcado en mi último viaje. La más triste, la más desgarradora; una experiencia que no viví en mi anterior viaje a Israel.

Aquel viaje fue perfecto e inolvidable. Tenía, desde hacía tantos años, tantas ganas de viajar a esa parte del mundo, que fui con la predisposición correcta para disfrutar de cada minuto, sin ahondar en nada más. Ni siquiera en el camino de Tel Aviv a Jerusalén reparé en los muros de hormigón que impedían ver el paisaje. Esta vez sí.

Muro de Cisjordania

En ambos trayectos, el de ida y el de vuelta, tuve la oportunidad de conversar con nuestros taxistas. Israelí el primero y palestino el segundo; un pirata sin licencia con el que acordamos precio en la puerta de nuestro hotel en Jerusalén Este.

Sus opiniones no eran muy diferentes. Claro está que uno se expresaba con la compostura propia del que, pese a todo, se encuentra en una posición favorecida dentro del conflicto, mientras que el otro no tuvo reparos en exteriorizar su frustración y odio para con sus opresores; pero, en esencia, los dos pensaban lo mismo. El Muro de la Vergüenza. Me quedo con este nombre frente a otros con los que se le ha designado, como Muro del Apartheid o Muro de Berlín del Siglo XXI. Cientos de kilómetros de vallas, alambradas y hormigón que más que transmitir seguridad, infunden temor, odio y, sobre todo, vergüenza.

Mantengo como uno de mis mayores deseos desde hace mucho tiempo recorrer los Territorios Palestinos, pero en este viaje, planeado en familia para vivir la Semana Santa en Jerusalén, me tuve que conformar con cruzar un día a Belén. Mi primer contacto con el Muro y lo que separa. Suficientemente desgarrador.

estacion autobus Puerta de Damasco

Ir de Jerusalén a Belén es muy fácil. Tan solo debes estar seguro de llevar contigo tu pasaporte y subir en alguno de los autobuses que, desde la estación situada frente a la Puerta de Damasco, llevan bien al Checkpoint 300  (autobús 24; precio: 5 ILS), bien al mismo centro de Belén dando un rodeo que alarga el tiempo del trayecto (autobús 21; precio: 7 ILS). Tras mucha insistencia por mi parte, elegimos la primera opción.

Me sorprendió la poca cantidad de palestinos que nos acompañaban. Éramos casi todos turistas, algo que a mis padres les tranquilizó. Acostumbrados a otra forma de viajar, ellos hubiesen optado por ir en taxi privado dando los rodeos que fueran necesarios para evitar cualquier punto de conflicto. Tuve que ponerme muy pesada, e incluso amenazar con que cada uno fuera por su parte y encontrarnos ya en Belén, para que cediesen a subirse en ese autobús. Cosas de familia.

La distancia que separa Jerusalén de Belén es mínima, y en apenas 20 minutos, contando las paradas que el vehículo hizo en el camino, estábamos en el famoso Checkpoint. Se nos cayó el alma a los pies. Recuerdo a mi madre recitando “ayayayayayay” como un mantra; a mi padre, más crítico con la situación, y a mi hermana… en fin, mi hermana callada y atenta a todo, como corresponde a alguien de su edad. Y a cualquiera.

Como ir de Jerusalen a Belen

Puede que sepas a lo que vas, y puede que ese punto de control, más acostumbrado a recibir recibir turistas y peregrinos todos los días, no sea ni mucho menos el más duro que exista. No lo sé porque los demás no los conozco, pero es suficiente. Suficiente para superar con creces tus expectativas; suficiente para sentir rabia, vergüenza y lástima; suficiente para sentir que estás entrando en una cárcel o en un campo de concentración.

El trámite, no obstante, fue sencillo. Ni siquiera nos pidieron el pasaporte. Atravesamos las rejas, puertas giratorias y corredores carcelarios, y en menos de 3 minutos estábamos en territorio palestino. O algo parecido, porque el control israelí se mantiene también en ese lado de la frontera.

Muro de la Verguenza

control fronterizo belen jerusalen

Allí esperaban unos diez taxis para llevarnos a Belén, no sin antes insistir hasta la saciedad para hacer un tour por algunos de los puntos relacionados con la tradición cristiana inexorablemente asociada a esta ciudad. Pero el encanto ya se había roto antes de empezar. El camino que lleva a Belén (rom pom pom pom) no es un camino, sino un muro de hormigón que además no lleva, sino separa. Con ese punto de partida, nuestro peregrinaje personal iba a ser vivido desde una perspectiva completamente distinta a la que habíamos imaginado cuando planeamos el viaje. Eso, otro día lo contaré.

La vuelta, sin embargo, fue diferente. El Muro era el mismo, pero esta vez coincidimos con varios palestinos (que no podrían cruzar esa frontera de no contar con el permiso de rigor, aunque se dirijan a Jerusalén Este: «su» Jerusalén), además de una pareja de turistas alemanes que compartían nuestra misma perplejidad .

Fue un tránsito lento. Los palestinos, delante de nosotros, estaban literalmente aterrorizados. Se notaba. Posiblemente pasasen por ese trámite todos los días, y quizá precisamente por eso supiesen lo que les esperaba. Fue una humillación tras otra, más de tres veces les hicieron pasar por el detector de metales y enseñar sus papeles. Yo no sabía dónde mirar.

humillacion a palestinos en el checkpint 300

controles-checkpoint-300

Cuando el chequeo hubo acabado, también nosotros tuvimos que pasar ese control y enseñar nuestros pasaportes. Eso me hizo sentir ligeramente mejor, al igual que el engorroso proceso que nos retuvo casi una hora en el aeropuerto antes de facturar nuestras maletas para volver a casa. Sospechosos somos todos, supongo. Sospechosos de qué.

Decía en las primeras líneas de este post que no entro ni quiero entrar en política. Israel es un país que me deja gratos recuerdos, tanto de este viaje como del anterior. También lo poco que he podido conocer de Palestina. En suma, un pedazo de tierra con tanto que ofrecer, tanto potencial, que es una lástima que la miseria humana se empeñe en destruirlo. En más de 4.000 años de Historia, Palestina, Israel, Tierra Santa para quien guste, solo ha conocido 40 años de paz, bajo el reinado del rey Salomón.

La paz no se construye con cemento ni con alambradas. Los muros solo crean separación y odios; odios que hoy rigen el día a día de unas personas (porque eso son todos, personas, al margen de su nacionalidad o religión) que han venido al mundo para lo mismo que nosotros: para vivir. Un derecho fundamental que, lamentablemente, en esta tierra se viola diariamente en nombre de una bandera o del mismo Dios.

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39 comentarios en Cruzando el Muro de la Vergüenza

  1. Victor 12 abril, 2013 at 10:37 #

    Y lo más sorprendente es que estas cosas siguen pasando y pasan a tan solo unos pocos miles de kilómetros de nuestras casas… La gente no lo ve. Has hecho bien en escribirlo.

    • Carmen 12 abril, 2013 at 19:21 #

      Gracias, Victor!

    • Miriam Elba 5 junio, 2017 at 1:29 #

      Pues por mas lastimoso que sea, no quiero imaginar lo que seria de la gente que vive en Israel, si no hubiera esos check points, todos saldrían a acuchillar y matar, como lo vienen haciendo. nada de esto estaría pasando sin el extremismo islámico. yo fui a Israel en 1986 y no existía ningún muro ni restricción. hasta que Arafat comenzó su guerra y odio. ojalá aquí en Europa pongan uno de esos check points y dejen de matar Ingleses, Franceses, etc.
      estas personas en su base religiosa tienen el matar como una orden divina.

  2. pak 12 abril, 2013 at 10:45 #

    una perspectiva muy distinta a la que te leí en los post de tu anterior viaje a Israel… y esta la veo más cercana a la realidad.

    El de Belén es uno de los más sencillos y a día de hoy los check-points no son lo que hace 4 años, o durante la segunda intifada, pero yo en el del campo de refugiados de Kalandia flipé… y con los permisos de X horas que les dan para que puedan ir al médico… si te retrasas, al calabozo hasta que demuestres la razón.
    Tengo el post pendiente.

    Pero me parece que has hecho muy bien intentando ver un poco más de la realidad de aquella zona.

    y no me pongo más político pero aunque lo evitases… todo lo que cuentas emana política.

    • Carmen 12 abril, 2013 at 19:22 #

      Los Territorios Palestinos siguen siendo mi gran asignatura pendiente. Tengo muchas ganar de ir, por mi cuenta y con mochila, ya te lo he dicho. Hasta entonces me conformo con leer tu blog :)

    • jose 26 octubre, 2019 at 11:27 #

      Asi es.sta gente se dedica a tentar,matar,acuchillar,etc.Entindo q Israel se defienda de esta bazofia.

  3. Mami 12 abril, 2013 at 13:15 #

    Ku, cuentas bien lo que allí vivimos y transmites con fuerza las sensaciones que sentimos , aunque debo decirte que la profundidad de lo vivido no lo pueden las palabras, porque son insuficientes. Un beso

    • Carmen 12 abril, 2013 at 19:23 #

      Tú lo has dicho. Es imposible de expresar con palabras…

  4. viviana 12 abril, 2013 at 15:08 #

    Una tristeza que se hagan estas cosas cuando se supone que todo avanza-

    Tengo familia en Israel y conocidos y nos cuentan cosas como las que vos mencionas y no podes creerlo.

    Y en cuanto a la demora en los aeropuertos es igual. Cuando un primo y su señora fueron de visita les empezaron hacer preguntas simplemente porque ambos cumplen el mismo día. Ilogico

    • Carmen 12 abril, 2013 at 19:24 #

      A veces avanzar se confunde con volver atrás, aunque parezca ilógico. Pero bueno, como viajeros de todo se aprende, y esa es una realidad que también hay que conocer, a la espera de que algún día solo sea un mal recuerdo.

  5. Po 12 abril, 2013 at 21:34 #

    Ku, Bengurión ya lo dijo, demasiada historia para poca geografía. Tu relato, aunque te entiendo, pretende excluir la política cuando, en relaidad, destila política. No se puede hablar de la zona y del conflicto excluyendo la política. No se puede explicar el conflicto sin describir el fétido olor del integrísimo religioso a tres bandas. Esta fascinante zona llena de historia y de simbolismo religioso, interiorizados durante milenios, es un polvorín fascinante, unos soplando la brasa mientras los adversarios la riegan con gasolina.

    • Carmen 16 abril, 2013 at 12:49 #

      Es casi mejor tu comentario que mi post. Deberías plantearte abrir un blog ;)

      • Ivy 9 junio, 2014 at 23:55 #

        Tanto simbolismo religioso en tan poco espacio, y llevado al extremo, polvorín asegurado…

  6. sandra 13 abril, 2013 at 9:28 #

    Me ha encantado esta entrada, la has escrito con el corazón y eso se nota. Gracias por tus relatos !

    • Carmen 16 abril, 2013 at 12:53 #

      Gracias a ti, Sandra. Ha sido, realmente, una entraña escrita con el corazón más que con la cabeza, y por lo que noto en los comentarios quizá alguna de mis palabras se ha interpretado erróneamente. A ver si lo puedo aclarar.

      Un abrazo!

  7. czar gutierrez 14 abril, 2013 at 3:10 #

    Carmen,
    te leo después de mi estancia en Israel y Palestina (para cruzar información, pues escribo una novela).
    Me gusta tu blog. En lo que discrepo ligeramente es en tu insólita y reiterada animadversión para tocar temas «políticos».
    Ocurre que no son temas políticos, son temas humanos.
    Si hay un estado militar policial-militar que somete a otro, abordar un viaje por allí deja de tener connotaciones políticas para asumir componentes inhumanos.
    El exterminio y apartheid de Israel hay que denunciarlo SIEMPRE.

    Un abrazo

  8. Adalberto Macondo 14 abril, 2013 at 20:12 #

    Estoy totalmente de acuerdo con Czar, hablar de las reiteradas violaciones a los derechos humanos de los palestinos, sin querer intentar señalar a la política discriminatoria de Israel es contar sólo un lado de la historia. Seguro es difícil, te entiendo. Pero muy necesario, el mundo es hermoso y solo lo empañan unos que quieren hacerse dueños de todo, es necesario que se han señalados, antes de que nuestro silencio les de vía libre a alcanzar su cometido.
    Aplaudo que hayas escrito la entrada y estoy seguro que te sentiste mucho más tranquila después de haberla publicado.
    Un saludo.

  9. Pau 15 abril, 2013 at 12:31 #

    Sin entrar de lleno en política, es muy triste que el ser humano sea capaz de hacer esas cosas.

  10. Edu y Eri 16 abril, 2013 at 10:59 #

    Pues eso. Posts como este escritos en el siglo XIV tendrían su sentido, pero es lamentable que en pleno año 2013 pasen estas cosas. Y no solo allí, sino en muchas otras zonas del mundo :-(

  11. Alisetter 16 abril, 2013 at 12:02 #

    Coincido con la mayoría en que el comentario de «no hablar de política» está fuera de lugar, Carmen, porque además aquí no es una cuestión de política, sino de humanidad. Y sí, en todas partes cuecen habas pero aquí lo hacen al amor de una superioridad militar y de poder con la aprobación de los poderosos del mundo. La posición de los palestinos no es la misma, ni mucho menos, empezando porque la práctica totalidad vive en campos de refugiados (o de concentración, ya que están sometidos a vigilancia estricta y pueden ser atacados en cualquier momento, como de hecho lo son).
    Me ha gustado mucho leer el post y me encanta que de vez en cuando (me incluyo) hagamos un paréntesis en esto del «animar a viajar» porque esto también es realidad, es parte de lo sentido y aprendido en el mundo, y de lo que no sale (o muy poco) en los medios.
    En mi caso éste «destino» supera mis límites de conciencia, así que no quiero/no me apetece ir a comprobar por mí misma semejante espectáculo dantesco que además pone en riesgo mi seguridad y que implica -aunque sea modestamente- financiar aquello con mi dinero.

  12. Carmen 16 abril, 2013 at 13:32 #

    Hola a todos,

    En primer lugar, muchas gracias por vuestros comentarios. Todos y cada uno de ellos aportan muchísimo valor a este humilde post.

    Me dirijo a todos en general para intentar disipar el polvo levantado por mi comentario relativo a «no querer hablar de politica»: cinco palabras dentro del texto, que no hubiesen cambiado su contenido de no haberlas escrito, y que precisamente por estar ahí creo que no se han sabido interpretar bien.

    Dice Czar Gutiérrez en su comentario: «ocurre que no son temas políticos, sino humanos», y no puedo estar más de acuerdo con él.

    Precisamente por ello, al escribir este texto (que ya por su contenido tiene un importante trasfondo político y deja ver mi opinión sobre el tema) yo me he centrado en el aspecto humano del conflicto desde el limitado punto de vista de un turista como soy yo, partiendo de mi experiencia al cruzar el muro y de las emociones que en mí despierta la situación que se vive en el país. Siempre tomando como base lo poco que he podido ver y vivir en primera persona, no sacando datos de la hemeroteca, que por supuesto también están ahí.

    No creo haber contado solo un lado de la historia, como dice Adalberto Macondo, más bien al contrario. En que la situación que viven los palestinos es lamentable e injusta parece que estamos todos de acuerdo, y creo haberlo dejado claro. En ningún momento me he censurado o evitado ciertos temas, sino que me he limitado a escribir mi experiencia personal, mis emociones, como hago siempre desde que este blog vio la luz hace cuatro años.

    Decía no querer hablar de política, y quizá debí subrayar que me refería a la Política, en mayúsculas. Porque éste no es un blog de esa temática ni un informe de la ONU; es un blog de viajes, y sobre todo, un blog de viajes personal.

    A veces escribo post más enciclopédicos y basados en datos contrastables; otros, como aquel sobre mi experiencia en el Muro de las Lamentaciones (curiosamente, y no lo he elegido a propósito, de mi anterior viaje a Israel), solo quieren plasmar mis emociones en una situación o lugar concretos. En ningún momento a nadie se le ocurriría pensar que eso es todo lo que se puede decir o hay que conocer sobre dicho muro. Se ve claramente que es un post personal en el que yo he querido contar una historia: la mía. Nada más. Igual que en esta ocasión.

    Espero que con este comentario quede todo aclarado, y de nuevo, gracias por vuestros valiosos comentarios.

    Un abrazo,

    Carmen

    • jlj 24 febrero, 2017 at 23:56 #

      Cierto, los muros separan….pero pregunto. Que haría Usted o cualquier persona si su vecino trata de matarlo ya sea con cuchillo, bombas, auto o con cualquier cosa ?. No nos engañemos…el dios de ellos (musulmanes) en la práctica no es el mismo que el DIOS de los cristianos…este DIOS nos manda a amar al prójimo y no a matar infieles. Eso lo dicen las personas solo por quedar bien con otras…con todo respeto, vea que sus padres se aliviaron que en el autobus en que viajaron a Belén no viajaron palestinos, nada quiere encontrase en su camino a esas personas por que en asuntos de religión son intolerantes (como casi en todo su proceder) e infunden miedo y desconfianza…disculpen, pero eso, ellos mismos se han encargado de crear su reputación.

  13. experienciaenasia 16 abril, 2013 at 14:06 #

    Muy interesante el Post, una consulta ¿Cómo es el tema de tomar fotos?, te ponen algún impedimento o es libre en las zonas de checkpoints??…un saludo.

    • Carmen 16 abril, 2013 at 14:17 #

      Los checkpoint son zonas militares, y como tal, está prohibido tomar fotografías.

      No obstante, para hacer las que ilustran este post no me anduve con muchos remilgos (escondiendo la cámara ni nada por el estilo) y nadie me vio. De haberlo hecho, probablemente me hubiesen obligado a borrarlas (o algo peor), pero como ves en ellas cuando yo estuve no había mucha gente y el ambiente era bastante relajado. Posiblemente en otros checkpoint no sea así.

      Donde sí se pueden tomar fotografías libremente es en el lado palestino.

      Un saludo!

  14. VICTOR 18 agosto, 2014 at 17:15 #

    Efectivamente , la mejor forma para visitar Belén es coger el autobús 121 , en paradas de autobuses frente a Puerta de Damasco . Pero no te deja en el centro de la población , tiene parada final en la entrada a la ciudad . Desde la parada al centro hay casi una hora de caminata y en pendiente . Lo mejor es contratar un taxi a la llegada , están esperando a turistas y fijar un precio . Belen tiene lugares muy interesantes como La Gruta de la Leche , esta fuera de la ciudad y es muy recomendable ir hasta Herodion ya lejos de Belén . El taxista te enseñará lugares interesantes al lado del muro con grafitis verdaderamente conmovedores . El taxista que me atendió hablaba un inglés excelente y sus explicaciones eran bastante completas . No hay ningún peligro en hacer esta visita siempre y cuando se haga en momentos no conflictivos.

  15. Antonio. 16 diciembre, 2014 at 22:16 #

    ¿No te han explicado los pobres palestinos que en Belén había en 1900 un 85% de cristianos y hoy solo queda un 2% ya que han emigrado para que no los maten los pobrecitos musulmanes?. O que los musulmanes arrasaron hasta los cimientos (picaron hasta destruirlo el sepulcro de Jesús) la iglesia del sepulcro y todas las demás iglesias de jerusalen?. El muro es una vergüenza, pero mayor vergüenza es que en palestina se siga inculcando el odio a occidente y a los judios, enseñándoles desde la cuna que morir matando judios y cristianos les llevará al cielo. El muro es para defenderse de los terroristas, para que no puedan entrar a Israel a matar. Los pobrecitos palestinos sigen poniendo bombas en los mercados y tiroteando a gente inocente. Como en España somos antisemitas solo vemos la parte que los palestinos quieren que veamos, la de un pobre pueblo victima de los malvados judios. Informémonos un poco, Israel es el único país de la zona donde se puede ser ateo, judio, musulman, cristiano, madre soltera, homosexual, lesbiana, o lo que uno quiera y que no te lapiden, degüellen o tiroteen. El único pais con libertad y respeto hacia sus ciudadanos. Di que eres ateo en palestina o di que eres Gay. Verás que tolerantes son los pobres palestinos

    • Nicolás 30 diciembre, 2014 at 1:15 #

      Siento vergüenza ajena al leer el último comentario, cargado de ignorancia o mala leche. La convivencia de cristianos y musulmanes en Belén, por citar un caso, es incomparable con la denigración que ejercen en Israel sobre los demás. Ya no es una cuestión de religión, sino fascismo. El que se ubica en contra del sionismo lo pasa muy mal.
      Y repito, la sensación de Israel es que estamos ante unos fascistas hijos de puta que invaden territorio ajeno y someten a pobladores históricos de la región. Lejos está palestina del fundamentalismo islámico, y sus acciones son reacciones en realidad. Ellos se defienden, bien o mal, de toda la mierda que deben tolerar.
      No hay problema con el judaísmo, sino con el sionismo/nazismo.

      • Miriam Elba 5 junio, 2017 at 1:37 #

        Vertenza te deberia ser tan ignorante Nicolás, te pregunto; sabes quien paga la luz, agua potable, escuelas y hospitales de esos «pobrecitos musulmanes» pues Israel. eso se llama de todo menos Nazismo.
        Educate!

  16. Pepe 20 septiembre, 2016 at 21:30 #

    Estoy ahora mismo en jerusalem, podías contar también dados a contar, como es una ciudad multicultural y en la que hay infinidad de creencias, en todas las iglesias , cristianas , ortodoxas, sinagogas puede entrar, todo el mundo sin problemas , incluso en el muro de las lamentaciones, puede entrar todo el mundo, poniéndose una kipa de papel.
    Ahora para entrar en la explanada de las mezquitas hay 9 puertas, sabes por cuantas pueden entrar los no musulmanes? Por 1 a las 7 de la mañana , y por una pasarela, solo a la explanada, no a las mequitas , hay que ser más objetivo y guardar el panfleto de podemos, antes de hablar . Un saludo

    • Ieshu 15 octubre, 2018 at 20:55 #

      Bien Pepe!

  17. Eugenio 1 agosto, 2017 at 6:19 #

    Hola: Estamos en Jerusalén e hicimos el viaje por el check point. El bus tomado en Jerusalén es afuera y en frente a Puerta Damasco, bus 234; precio: 4.40 ILS (shekels), al check point. El cruce a Pakistán, sencillo. No nos piden identificación.
    Los taxistas nos abordan en Pakistán que estamos ya prácticamente en Belén y piden una exageración. Quieren conocer la nacionalidad para saber si piden en €, $ o los mismos ILS. El shekel es también la moneda oficial en Bethlehem.
    En realidad, nosotros como andamos en plan de peregrinación, estamos dispuestos a caminar y las distancias no se ven muy largas. Así lo hicimos. Hay señalización en letreros cafés como es convencional en el mundo.

    Lo más interesante, es que también está el bus 231 en la puerta de Damasco y le deja más cerca a la ciudad vieja de Belén. Esta opción cuesta 7 ILS ($2, $1=3.5 en casas de cambio). Este mismo bus lo lleva y le trae de Jerusalén a Belén.
    Se debe llevar el pasaporte y el visado de ingreso a Israel, que ahora es en un desprendible. Ya no sellan el pasaporte en Israel.
    Es así de sencillo y de agradable, pues son buses muy cómodos, nuevos y con aire acondicionado.

  18. Eugenio Giraldo 6 agosto, 2017 at 17:54 #

    Hola Carmen:

    La información que presentas es genial en todos los aspectos. Muy precisos y de gran ayuda.Son joyas. Felicitaciones y mil gracias.

    Eugenio

    • Carmen 6 agosto, 2017 at 22:58 #

      ¡Gracias a ti, Eugenio! Me alegra que te sea útil :)

  19. Ieshu 15 octubre, 2018 at 20:53 #

    Vivi en Israel en la epoca donde no existía muro a diferencia del muro español de Melilla….. Cuando la autoridad palestina repudio los acuerdos de Oslo, y Hamas se apodero de Gaza se acentuó el terror palestino, con atentados por doquier, al mejor estilo rambla de Barcelona, Charlie Hebdo, Atocha etc etc . El muro funciono y detuvo la ola de atentados contra la población civil israelí. Como dijo Golda Meir, primer ministra israelí, la guerra se detendrá cuando las madres árabes amen mas a sus hijos de lo que nos odian a nosotros.
    La autoridad palestina continua pagando a las familias cuyos hijos se inmolan en un atentado contra civiles judios y los facho-progres de Europa aplauden como focas. Despierten!

  20. Ivan Palmeros 21 febrero, 2019 at 16:51 #

    Estoy por viajar a Israel, para celebrar mi cumpleaños número 40, regalo de mi pareja. Desde hace muchos años nos gusta viajar por el mundo, y la cultura árabe es una de las que encuentro más fascinantes, Egipto ha sido sin lugar a dudas uno de los lugares que más me han marcado, por eso, estoy seguro que este viaje tendrá también un espacio muy importante en mis recuerdos y más tratándose de una fecha tan significativa para mí, no todos los días se cumplen 4 décadas. He estado leyendo mucho sobre estos lugares, me gusta documentarme con guías, experiencias de otros viajeros y esta, es sin duda una de las mejores entradas que leí, me has conmovido porque sin ser político, simplemente humano, nos haces imaginar lo terrible de esta situación y lo que significan los muros, soy mexicano y es un tema actualmente sensible. Gracias Carmen por tu relato, ha sido de mucha utilidad y espero poder también recoger mis propias experiencias.

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