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De la sierra a la costa, del azul al gris, de Perú… a casa

Los emocionantes días vividos en Cuzco dieron paso a una etapa del viaje algo más tranquila: la última. Algunos ya lo sabían, a otros quizá les pille por sorpresa; precisamente pensando en estos últimos he creído que lo mejor era soltarlo así, a bocajarro y nada más empezar, en un débil esfuerzo por evitar ser tachada de “traidora” más de lo necesario. No os faltarían razones: estar subiendo a Machu Picchu y a los dos días escribir desde la otra punta del mundo diciendo que en Cantabria llueve (como casi siempre), tal vez pueda ser considerado una especie de traición a aquellos que me seguís desde hace tiempo. Sin embargo, he tenido mis motivos para actuar de esta forma, y la sorpresa que les he dado a mis padres (que en absoluto esperaban mi llegada anticipada), para mí es más que suficiente.

Por otra parte, el adelantaros que escribo estas líneas desde el salón de mi casa de Suances, me permite también justificar (de «aquella» manera…) que el contenido de esta entrada no esté al nivel de otras anteriores: realmente, no me está resultando nada fácil escribirla. Sé que hace poco dije algo parecido y no quiero parecer quejica, pero tampoco puedo disfrazarlo: me está costando horrores. Si por mí fuera, dejaría el blog congelado en Machu Picchu, donde una parte de mí todavía sigue sentada frente al Templo del Sol.

Uno de los motivos por los que jamás podría escribir una buena entrada sobre esta última etapa, que abarca el trayecto de Arequipa a Lima, es porque para mí han sido unos días vividos “a medias”. No sé si esto llegará a comprenderse, pero después de diez meses y pico de viaje, cuando  sabes que te quedan algo menos de dos semanas para regresar a casa, tu mente está un poquito más “allí” que “aquí”. Para bien o para mal. Así que estos últimos diez días han sido un poco raros: me sentía completamente incapaz de disfrutar al cien por cien lo que estaba viviendo. Lo intentaba, pero intermitentemente y sin yo desearlo mi cabeza se trasladaba a mi tierra, fantaseando con la reacción que tendrían mis padres al verme aparecer por la puerta, con el reencuentro con mis amigos, adelantando acontecimientos, planificando todo lo que tendría que hacer esta primera semana en casa… En definitiva: ni estaba, ni dejaba de estar. Y hoy, martes 18 de octubre, sentada en el sofá de mi casa, puedo aseguraros que sigo igual: hace diez días, en Arequipa, mi cabeza pensaba en mi tierra; ahora, descolocada como nunca, regresa una y otra vez a Machu Picchu; para mí, la verdadera última parada de este viaje. Lo demás ha sido un mero trámite. Pero hay que contarlo, ¿no? Aunque sea por encima… Así que allá va.

Arequipa - Plaza de Armas (7)

Fuente en la Plaza de Armas de Arequipa

En Arequipa sólo he estado tres días. Como ya me ocurriese con Salta hace unos meses, Arequipa ha sido el tipo de parada donde me he detenido fundamentalmente para descansar y ponerme al día con mis “deberes”. Después de Cuzco, lo necesitaba.

Arequipa es una ciudad muy bonita. Se la conoce como “la Ciudad Blanca” por el color de la mayor parte de sus edificios, construidos con “sillar”, una piedra volcánica muy abundante en esa zona. Su centro histórico es realmente espectacular: desde la Plaza de Armas, presidida por la imponente Catedral y rodeada de fachadas con arcos de dos pisos; a templos como el de la Compañía de Jesús, la Iglesia de San Agustín o el monasterio de Santa Catalina, construido como una ciudad dentro de la propia ciudad de Arequipa, y en el que llegaron a vivir 450 monjas que no tenían absolutamente ningún contacto con el exterior (algo que dio pie a muchas leyendas y rumores), Arequipa tiene rincones bastante interesantes para descubrir.

Arequipa - Plaza de Armas (5)

Iglesia Compañía de Jesús (3)

Compañía de Jesús

Arequipa - Plaza de Armas (3)

Catedral (era difícil sacar una foto mejor… ¡demasiado grande!)

Pero, sobre todo, para mí Arequipa ha sido un lugar cómodo donde soltar el acelerador un poco y retomar alguna tarea pendiente. Es una ciudad pequeña, al menos lo suficiente como para poder ir a todas partes a pie, y donde todo queda a mano: farmacias en cada esquina, supermercados, tiendas de moda, heladerías, restaurantes… En definitiva, una ciudad práctica donde hacer un poco de “vida tranquila”. Para los más nerviosos, el Cañón del Colca, el segundo más profundo del mundo (o eso dicen), se encuentra a tan sólo 165 kilómetros de la ciudad, y todas las agencias ofrecen trekkings o excursiones de dos o varios días para explorarlo a gusto. En esta ocasión, dadas mis circunstancias personales, yo he preferido dejarlo para mi próxima visita a Perú.

Si hay una anécdota a destacar de mi estancia en Arequipa, ha sido el contacto (o para ser completamente correcta: el no-contacto) con su gente. No puedo ocultarlo: me voy un poquito decepcionada con la “juventud” de este país, pero posiblemente haya sido porque, como ellos mismos dicen, “les he pillado en un mal momento”. Aunque mis planes, ya desde el principio, consistían en estar un poco a mi aire y descansar, sabiendo el poco tiempo que me quedaba no quería dejar la oportunidad de quedar con algún couchsurfer para pasear por la ciudad y compartir alguna buena conversación. Con este objetivo, escribí varios mensajes a través de la página de Couchsurfing, tanto privados a miembros de la comunidad, como públicos en el “grupo” de Arequipa. Las respuestas, que (eso sí) no tardaron en llegar, me dejaron, cuanto menos, algo sorprendida. Todos decían lo mismo: “Lo siento, no puedo quedar… es que es fin de semana de elecciones y han decretado la Ley Seca, no se puede tomar…”, “Uy, qué pena, has llegado en muy mala época: es que por culpa de las fucking elecciones no dejan tomar…”, “Hola linda, con gusto quedaría contigo, pero hay Ley Seca y no se puede”. Por más que intenté matarme con la razón, y explicarles que yo no tenía ninguna intención de beber, que lo único que quería era dar una vuelta y que alguien me enseñase la ciudad, fue imposible convencerles. Como si, en su estructura mental, no concibiesen un cita o acto social sin alcohol de por medio. Esa noche, cuando regresaba al hostal después de cenar, todos los bares, restaurantes y cafeterías el centro estaban completamente vacíos. ¡Y era sábado!

Calles (2)

Coqueta calle del centro de la ciudad

Atasco en la esquina (1)

Curiosidades de Arequipa: ¡¡Hay más taxis que personas!! Y este es el tráfico normal, en una esquina normal, a una hora normal…

Iglesia Compañía de Jesús (4)

Iglesia de la Compañía (otra vez: es que es muy fotogénica)

De Arequipa, a Ica: una ciudad en mitad del desierto peruano, a la que sólo me desplacé porque sentía curiosidad por conocer el Oasis de Huacachina, del que había leído cosas bastante curiosas. De hecho, ya conocer  el desierto peruano me parecía algo lo bastante curioso de por sí: ¡Desierto! ¡en Perú! Jamás lo hubiese imaginado, pero sí. La geografía de Perú es una de las más complejas y diversas del mundo, y tiene de todo: sierra, selva, bosque seco, mar tropical, mar frío, sabana… hasta desierto.

El viaje hasta Ica fue largo (12 horas) y duro (dos películas de Jackie Chan: una de ellas DOS veces), pero pensando que al final del camino me esperaba un Oasis en el más estricto sentido de la palabra, conseguí llevarlo lo mejor posible. ¡Quién me iba a decir a mí que no aguantaría en él más de media hora!

Desierto desde el autobús (1)

08:36 a.m. Panorama desde el autobús (al principio mola)

Desierto desde el autobús (2)

09:48 a.m Panorama desde el autobús (era esto o «The Karate Kid» una y otra vez)

Desierto  desde el autobús (3)

Un punto de vista diferente: de lado (el color de las fotos es debido a la mierda que tenía el cristal)

El taxista encargado en llevarme de Ica a Huacachina y de allí otra vez hasta Ica me dijo que nunca había conocido a nadie que hubiese salido espantado a los veinte minutos de llegar… será que soy rara. Será. Solo puedo decir que cuando vi el sitio donde estaba, una laguna en mitad del desierto rodeada por unos pocos hoteles y restaurantes enfocados al turismo backpacker del “no sé ni en qué país me encuentro, pero mientras haya cerveza y pizza todo me da igual”, me entró una angustia terrible y tuve que salir corriendo sin ni siquiera haberme quitado la mochila (pero, eso sí, haciendo unas cuantas fotos como prueba de mi paso por el lugar). Que quede claro: no creo que Huacachina sea un mal sitio. El que busque unos días de descanso, sin hacer nada, únicamente para tomar el sol, bañarse en la piscina y deslizarse con una tabla por las dunas, hará muy bien viniendo aquí. Pero dada mi situación concreta (última semana de viaje, etcétera), la idea de aislarme en esa laguna-resort, completamente sola (¡es que no había ni turistas!) durante un par de días preciosos que podía aprovechar en visitar otra ciudad y VIVIR de verdad el país del que estaba a punto de despedirme, me pareció insoportable. En menos de una hora ya me había metido en un autobús con destino a la capital: Lima.

Oasis de Huacachina (1)

Oasis de Huacachina (2)

Oasis de Huacachina (4)

Ni un alma…

Así pues, los últimos ocho días los he pasado en Lima. Y aquí es donde la tarea de escribir “algo” se torna más difícil todavía. En mi última semana de viaje, por más que he intentado “no perder la compostura”, tratar de verlo todo con la misma ilusión que al comienzo, mantener viva la curiosidad, las ganas de conocer, de explorar, de descubrir… me he convertido en un fantasma, en un no-ser, en un ente errante que se movía por las calles de Miraflores como un alma en pena; sin saber si estaba aquí o allí, si alegrarme porque iba a ver a mi familia o echarme a llorar porque se acababa el mejor año de mi vida.

Calles del centro (1)

Gris, gris, gris Lima (típica calle comercial)

Calles del centro (4)

Esta ya ni cielo tiene (calle del centro histórico)

A todo esto, y las cosas como son, los atractivos de Lima no han contribuido mucho a mantener mi entusiasmo. No quiero decirlo muy alto, porque muy posiblemente (casi con total seguridad) a esta visión gris que tengo de Lima, haya influido el velo de indiferencia que cubría mis propios ojos. Estoy casi segura de que si Lima hubiese sido la ciudad en la que aterricé el 11 de diciembre de 2009, con todo un año de expectativas por delante, la hubiese visto de otra manera. Pero no ha sido el caso, y Lima espectacular, lo que se dice “espectacular”, no es. No destaca por nada. Se trata, eso sí, de una buena ciudad para “perder el tiempo” una semana, visitando plazas, algún yacimiento arqueológico, el mercado de Polvos Azules (un imperdible para los cinéfilos –¡tienen todas las películas del mundo!- y los amantes de los zapatos de marca – si no os importa que os vendan uno original y la pareja de imitación-) y comer los últimos ceviches. También, como toda gran ciudad, está plagada de tiendas, tanto de artesanías y recuerdos propios de Perú (el Mercado de Artesanías de Miraflores, por poner un ejemplo) como centros comerciales de primer nivel con ropa de todas las grandes marcas a precio europeo. Pero poco más. Nada que destacar.

Plaza de Armas (2)

Plaza de Armas y Catedral

Calles del centro (3)

Saga Falabella: El Corte Inglés Peruano

Calles del centro (6)

Iglesia de San Francisco

Plaza de Armas (9)

Plaza de Armas

Miraflores (23)

Huaca Pucllana, Miraflores

Luego está el cielo. El gris, denso, pesado y perennemente nublado cielo de Lima. A las fotos me remito: he pasado ocho días en la ciudad, y solamente una tarde ha salido el sol. Una tarde que, lógicamente, me he vuelto loca de alegría y he aprovechado segundo a segundo para fotografiar todo lo fotografiable en el barrio de Miraflores: su famosísimo centro comercial Larcomar, su ¿playa? (por llamarla de alguna manera), el Parque del Amor y, en la otra punta, el barrio de Barranco: la zona “bohemia” de la ciudad.

Miraflores (3)

Miraflores (5)

Miraflores (8)

Miraflores (10)

Miraflores (12)

Miraflores (14)

El 12 de octubre, el mismo día que Colón llegó a América (sólo que 518 años más tarde), abandonaba Lima subida en un avión de la flota de Avianca con destino Bogotá. Allí tomé otro vuelo de casi 11 horas hasta Madrid, donde me tocó esperar un buen rato, ya que mi avión llegó con un retraso considerable y perdí el enlace con el vuelo de Iberia que debía llevarme a Barcelona. Tras una parada técnica de un día para arreglar unos asuntos en la “Ciudad Condal”, y otro vuelo de Ryanair hasta Santander, el viernes 15 de octubre a las 15:37 de la tarde entraba por la portilla de mi casa, acompañada por los dos mismos buenos amigos que diez meses atrás se habían encargado de llevarme y despedirme en el aeropuerto. La cara de mi madre (quien, por cierto, ese mismo día cumplía años) cuando me vio aparecer al final del camino, hizo valer todos los esfuerzos y despejó cualquier temor que todavía pudiese tener. Estaba en casa.

Calm.

«Calma» (Suances, Cantabria)

Próximamente: «Mi alimentación en Sudamérica», «Balance de Gastos Final» y, cuando haya tenido algo de tiempo para hacerme a la idea de dónde estoy, cuál es mi nombre y cómo me siento… el «Epílogo» (o algo así).

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21 comentarios en De la sierra a la costa, del azul al gris, de Perú… a casa

  1. Albert 18 octubre, 2010 at 21:10 #

    Hace unos años tuve la suerte de poder visitar Perú y no podria estar más de acuerdo con todo los que has explicado.

    Muchas gracias por devolverme esos recuerdos y mucha suerte en próximos viajes :-)

    Un saludo.

  2. Victor 18 octubre, 2010 at 21:37 #

    Da igual arequipa y da igual todo. A mi me ha pillado de sorpresa… la verdad que si. Pero recibo esta noticia con agrado. Me gusta saber que estas bien y agusto en casa, donde familia y amigos te esperaban tarde o temprano. Eres joven y tienes tiempo de conocer el mundo. No todo el mundo tiene la valentia de hacer lo que has echo… Dar la vuelta al mundo y vivir como has gustado. Ahora aqui en Espanya tengo mas posibilidades de conocerte y antes de que partas otra vez a algun lado sin fecha de regreso me gustaria. De momento descansa y disfruta de la familia y amigos. UN ABRAZO ENORME!!!

    Saludos desde Barcelos!!!

  3. Sandra 18 octubre, 2010 at 22:18 #

    Vaya qué pena. Me alegro de que estés en casa con los tuyos pero me sabe mal, justo ahora que me había enganchado a tu blog. Siempre me queda empezar el blog por el principio. Bienvenida a casa!

  4. Carlos 18 octubre, 2010 at 22:34 #

    Me parece que esta vez da igual lo que cuentes en la entrada, nos dejas tan tiesos con el primer parrafo que a nadie le importa lo demas. Nome puedo creer que ya hayas vuelto!!! cuando vienes a madrid? para no estar triste intenta mirarlo por el lado bueno: ya queda menos para que te vayas otra vez, es solo cuestion de tiempo ;)

  5. Alan 19 octubre, 2010 at 2:11 #

    Caray! Pensaba que llegarias hasta México! Quería recibirte! Y el próximo mes es Día de Muertos, una Enorme Fiesta! Y con la cantidad de comida que hay aquí! Bueno, un bezototote!

  6. Borja Guillén 19 octubre, 2010 at 2:38 #

    Epílogo soberbio a un viaje en el que, al menos durante un segundo por cada entrada, podía sentir en mi nariz los olores que tú percibías, oír con mis propios oídos lenguas extrañas pero que decían tanto a la misma vez y ver con mis propios ojos maravillas que, si sólo te las cuentan, se quedan cortas por su gran magnitud.

    Gracias por compartir con todos lo que bien has llamado «el mejor año de tu vida». Gracias por hacernos viajar contigo, por ayudarte a llevar esa mochila que siempre llevabas al hombro y por, en cierto modo, hacer más amena nuestra existencia en la gris rutina del día a día de la que tú un día decidiste escapar para, simplemente, vivir la vida disfrutando al máximo cada instante, cada color, cada textura, cada situación… cada brizna de vida que podías encontrar. Gracias por dejarme participar de ello. Gracias.

  7. Almudena 19 octubre, 2010 at 8:36 #

    Oooh, me he quedado muuuuuerta!!!!

    Que fuerte que estés ya en casa!!!!

    Me encanta tu blog, tus historias, y me siento muy afortunada por haber podido seguirte y leer todo tu periplo, por momentos me sentía en cada uno de los lugares que nos relatabas y sentía tus experiencias.
    Espero que no dejes el blog y sigas contándonos muchas más cosas.

    Un besazo

  8. Sergio 19 octubre, 2010 at 10:37 #

    Vaya palo.. decir que me ha pillado por sorpresa seria poco. Me alegro por tu familia, deben estar pletoricos, pero personalmente me quedo bastante triste: han sido tantos meses siguiendote que ahora dejas un gran vacio aqui. Has pensado seguir escribiendo en el blog? seguro que tienes muchas anecdotas o curiosidades que no has contado, yo te seguiria leyedo con gusto. Piensatelo! hasta entonces, esperamos esa entrada culinaria, y el epilogo…
    Un abrazo!

  9. OTRA LAURA 19 octubre, 2010 at 13:10 #

    Si hubieras dejado el blog «congelado en Machu Picchu» como dices,creo que tendrías un bombardeo de comentarios de todos sus «admiradores»…Menos mal que no lo has hecho!!
    Efectivamente, solo queda desearte lo mejor porque, supongo, que la adaptación ahora también tenga lo suyo…., pero sobre todo, como ya te han dicho, darte las gracias por habernos dejado participar de esta increible aventura tuya….Cómo te vamos a echar de menos!!!
    Y como madre, imagino que para la tuya ha sido uno de los días más felices de su vida, así que un beso enorme para ella!!!!! No se sabe lo que sienten las madres hasta que tienes hijos….XDDD (Esa es OTRA aventura..!!)
    Un beso muy grande y BIENVENIDA!!!

  10. José Carlos DS 19 octubre, 2010 at 13:56 #

    Una sorpresa sin duda, pero nada comparable con la que se habrá llevado tu madre jaja

    Realmente cuando estás tan cerca de volver aunque hubieras visto el lugar más maravilloso del mundo, la tierra de uno tira y ya solo tenías un pensamiento en la cabeza y era el de volver a casa, es normal después de meses lejos de ellos.

    Pero bueno esto es solo un punto y aparte, una larga aventura que ha finalizado, ahora es momento de estar con los tuyos e ir pensando la próxima escapada a donde será, aunque no sea de tantos meses quien tiene el gen viajero en su cuerpo, por muy bien que se pueda estar en casa, tira demasiado y se necesita volver allí fuera para descubrir nuevos rincones.

    Espero que continúes con el blog, de cara a futuros viajes, hemos disfrutado mucho con tus relatos y fotos, ya nos contarás lo que tienes pensado hacer.

    Y nada, un placer haberte seguido durante estos meses, me alegro de que hayas vuelto a casa y ahora te tocará seguirnos a nosotros en nuestros viajes, aquí un servidor ya tiene el fin de año preparado :D

    Saludos!!!!

  11. Riky 19 octubre, 2010 at 16:48 #

    Hola! Carmen
    Hoy, al leer esta entrada, tengo sentimientos encontrados. Por una parte, una gran alegría por ver cumplido tu sueño, estar de regreso y estar bien, por la alegría que se ha llevado tu familia. Pero también tristeza.. Voy a echarte de menos. La lectura de este bloc ,se ha convertido en mi ventana abierta al mundo, un mundo contado por ti de manera magistral. Esta maravilla de bloc, en la que me metió mi amigo allá por Diciembre pasado, y que he leído con autentica avidez, con entusiasmo, con devoción, ha sido una gran experiencia, una fuente de información, de emociones. En definitiva, inolvidable.
    Se agolpan en mi cabeza imágenes.. el Taj Mahal, el lago Inle, las puestas de sol en Bali, las postales de Halong Bay ,los templos en Yogyakarta, el mar de sal en Uyuni.. son tantas.. y también impactantes, como los ritos funerarios en Varanasi, las atrocidades de los Jemeres rojos en Camboya, o las condiciones de vida y trabajos en las minas de Potosí. No serian igual sin tus comentarios, a veces ingeniosos, siempre geniales..
    En fin, una experiencia la que he vivido contigo, con tus crónicas y fotografías (que merecen un capitulo aparte) que no olvidare jamás.
    Gracias por todo Ku!, por compartir tus vivencias, por ese tesón demostrado, por el ejemplo del querer es poder, por tanto talento…GRACIAS!

  12. memoriasdeoriente 20 octubre, 2010 at 1:27 #

    Acabo de descubrir tu blog gracias a los premios Bitácoras y me ha encantado.
    Por desgracia lo he descubierto muy tarde pero echando una ojeada me ha traído muchos recuerdos de los sitios por los que nosotros también pasamos.
    Comprendo perfectamente como te sientes y a lo que te refieres con pasar los últimos días con la cabeza más allí que aquí, cuando uno va a volver a casa después de estar muchos meses de viaje.

    Volver a casa siempre sienta bien, olvidarse de la mochila, de las horas en autobús, del buscar alojamiento,… pero después de una experiencia así ya verás como no te tardarás mucho en querer marcharte de nuevo. Por ahora disfruta de la familia y de todo lo que probablemente tanto has añorado, es también una de las mejores experiencias de viajar ;)

    Volveré a visitar tu blog, desde luego hay mucho que ver y leer!

    Saludos

  13. Cata 20 octubre, 2010 at 2:15 #

    Carmen!!!! Vaya sorpresa mas triste me he llevado leyendo esta entrada. Seguro que tan triste como alegre para tus padres tenerte de nuevo en casa… No se que decirte que no te hayan dicho ya! No te imaginas lo maravilloso que ha sido poder leer tus historias y vivir este viaje contigo. Me has hecho muy participe de tu aventura personal, me has dado la oportunidad de soñar y conocer el mundo de una manera muy especial, y te doy las gracias por ello. GRACIAS!!!! Eres una FANTASTICA ESCRITORA, ademas de MUY VALIENTE, y estoy segura de que vas a seguir por este camino, SEGURO!!!
    Seguire pendiente de este blog, volvere a leer tus historias desde el principio y espero que cuando decidas colgarte la mochila de nuevo avises porque aqui tienes muchos fans que te estaremos esperando!!!

    UN GRAN BESO Y DISFRUTA DE TU VUELTA A CASA!!!

    Ah!! He visto que vas tercera en los premios bitacoras!!! Al final consegui votarte!!! Tienes que ganar!!!!!!!!!!

  14. Ku 20 octubre, 2010 at 10:01 #

    Muchas gracias a todos, chicos, tanto por los comentarios como por haber estado ahí todos estos meses, ¡ya sois casi como mi familia! En los próximos días, cuando finiquite lo de la comida y cierre el presupuesto, prometo una entrada (más decente que ésta) para cerrar el blog y sobre todo agradeceros el apoyo que me habéis prestado todo este tiempo, no sabéis lo importante que ha sido para mi. Seguimos leyéndonos! Un abrazo enorme

  15. PILARRR 21 octubre, 2010 at 14:06 #

    Hola recién descubro tu blog, un amigo del face lo recomendaba y al abrirlo y ver que hablas de Perú (mi segunda casa) y que eras de Cantabria (mi primera) no puede más que empezar a leer aunque solo haya sido la última parte … con tiempo intentaré leerlo todo porque a mi tb me encantá viajar y la vuelta al mundo es uno de mis objetivos, quien como tu con 24 años!! haber tenido esa oportunidad, eres muy afortunuda!!!
    Oye lo poco que he leido me ha encantado, una redacción superentretenida y las fotos chulisimas!!!
    Como por ahí te han dicho, eso de viajar es un vicio, y más cuando se viaja por tanto tiempo, ya no podrás vivir sin ello … la vida normal y rutinaria te dejará insatisfecha y siempre soñarás con nuevos viajes, eso si, al igual que yo, y por lo que me ha parecido en tí siempre habrá esa desbalanza que tb hay en mi, querer irse lejos y mucho por un lado, y querer estar cerca de la familia por otro!!! dificil combinación!!
    Lástima no haberte leido antes, en Arequipa está mi mejor amiga Paola, peruana y viajera de las de verdad!!!! Una de mis grandes decepciones cuando mochilee por sudamerica fue econtrarme a toda esa panda de «viajeros» que lo que buscan es salir de fiesta por la noche, mamarse, y … weno tu ya sabes … que desperdicio!! para eso no hace falta irse al otro lado del mundo!!! :DDDD
    Venga saludos!!!!

  16. btc93 21 octubre, 2010 at 16:15 #

    Poco puedo decir…. BRAVO!

    Un final que pese a su color gris, pone punto y ¿final? a una gran aventura, a un gran viaje lleno de color, de personas, de vivencias… Quédate con eso… Has vivido algo increíble y nos lo has contado al momento!
    He disfrutado muchísimo con tu blog, y pese a que he escrito poco, el hecho de seguirte desde antes que partieras de tu casa me ha hecho vivir muy desde dentro la aventura.
    Te doy mi más sincera enhorabuena!

    Y sobretodo, gracias. Gracias y bienvenida!

    Blai

  17. Criss 25 octubre, 2010 at 16:39 #

    Carmen!! q he estado en madrid y me perdi la actualizacion en su dia! jaja, si esq eres como mi periodico..este blog esta entre mis favoritos, paso siempre a ver si hay novedades!
    jo, entrada cargada d emociones eh?? como es normal claro…las fotos impresionantes una vez mas, cada dia te has ido mejorando, y ahora q hablas de barcelona, esas fotos en lima de una tapia en mosaicos…me recuerdan un poco al parque güel de barcelona no?? dsd luego me imagino el vuelo d vuelta…con tantas cosas en la cabeza..creo q las 11 horas habran parecido una eternidad…bueno creo q ahora lo importante es mantenerte ocupada, xa no perder el ritmo de 100 a 0 en unos dias, me alegro un monton q hayas llegado bien, y hasta me emociona el pensar la alegria q se habran llevado tus padres como es normal…
    bueno lo dicho, a ver si nos vemos, en esta provincia tan lluviosa y a ver q pasa con lo d bitácoras!!! mucha suerte!!! un besote!

  18. Maricruz 23 diciembre, 2013 at 23:44 #

    Hola, Te felicito por tu blog. Eres toda una inspiración. Me he reído bastante con lo que has escrito en este post sobre Lima. Yo soy peruana, vivo en Lima. Y estoy de acuerdo en varias cosas contigo. Acá no hay muchas cosas por ver. Lima es parca. No es buen lugar para terminar un año sabático. Espero que regreses a Perú y visites otros lugares. Perú es más que Lima.
    Un Saludo.

    • Carmen 11 enero, 2014 at 8:20 #

      ¡Gracias Maricruz! Me alegro que te haya gustado el post, aunque quiero que conste que Lima como ciudad no me desagradó! Lamentablemente me pilló en un momento triste del viaje, pero tengo muchas ganas de regresar para darle otra oportunidad y seguir descubriendo Perú.

      ¡Un abrazo!

  19. Raul 14 marzo, 2017 at 23:01 #

    Hola, solo para comentar que cada lugar visitado tiene algo bueno y a su vez algo malo.. Pero el punto del viajero y más aún si es mochilero es tratar de informarnos de la mejor manera de cada lugar al que visitaremos y pasar experiencias inolvidables y vivir sus tradiciones… Tradiciones; es convivir, conocer a las personas que realmente nos dirán lo bello de su localidad.
    Para próximos viajes tuyos u otras personas no busquen comentarios de taxistas y/o personas que no sepan realmente la realidad de su ciudad… no todos están informados como se debe.
    Perú es un país hermoso desde su Selva, Sierra, Costa, su comida (gastronomía) es espectacular… como tú lo dijiste solo estuviste pocos días en ciertos lugares y te llevaste malas impresiones como buenas, como en todo sitio, pero lo mejor de todo es saber a dónde ir y con quien relacionarse…

    Te felicito por tu blog y espero que no dejes ese espíritu viajero.

    Slds.

  20. Jhonatan 1 septiembre, 2021 at 22:42 #

    Hola Carmen!
    Felicitaciones por tu contenido, en realizad es una de las mejores que he leido.
    Saludos!

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