Antes de desaparecer en esas ansiadas vacaciones que anunciaba en el último post (las cuales he empalmado con un Blog Trip y, lo confieso, me ha costado recuperar el ritmo) hice un viaje a Gran Canaria del que todavía no os he hablado.
El viaje era particular en muchos sentidos. La experiencia consistía en disfrutar las mieles de lo que sería una escapada de relax a Gran Canaria; es decir, unas “vacaciones” que en realidad no lo eran porque iba en calidad de blogger a probar los servicios e instalaciones de los hoteles pertenecientes a la Asociación Gran Canaria Spa, Wellness & Health, pero con el atractivo añadido de que lo haría acompañada de mi pareja, como si de una escapada real se tratara.
Además, y por petición expresa mía, también reservaríamos tiempo para conocer el interior de la isla; una de las pocas del archipiélago canario que aún me quedaban por pisar.
El precioso interior de Gran Canaria, del que próximamente hablaré.
Si me lo permitís, voy a empezar por el final: qué bien sienta vivir a cuerpo de rey. Me encanta viajar, llenarme de polvo en los trenes de India, comer en mercadillos y llegar a los hostales exhausta, pero (y me repito) qué bien sienta desconectar de todo, dejar la mente en blanco y ocuparse solo de descansar.
Tras mucho pensarlo, y ahora que precisamente regreso de lo que teóricamente han sido mis verdaderas vacaciones (en las que no he podido evitar hacer fotografías en cada esquina y tener la mente a mil por hora por todo lo que he visto), creo que mi nueva definición del término, aplicado a mi caso concreto, se ajusta bastante a lo vivido en Gran Canaria.
Imaginad que llegáis a un hotel (el Gloria Palace de San Agustín en nuestro caso, a pocos minutos de Maspalomas y la Playa del Inglés), y os dicen que el plan del día consiste únicamente en poneros el albornoz y dejar que os mimen.
El Hotel Gloria Palace de San Agustín cuenta con el mayor centro de talasoterapia de Europa: cerca de 7.000 metros cuadrados dedicados a la salud y el bienestar haciendo uso de las propiedades terapéuticas del mar. En datos: cuatro piscinas de agua marina a temperaturas entre los 33ºC y los 40ºC, tanto exteriores como interiores, entre las que destaca la más grande, “Puesta en forma”, con un circuito de 33 estaciones de hidroterapia: equipos de natación a contracorriente, chorros de agua y microburbujas, entre otros.
A todo eso añadid el gimnasio, las saunas, baño turco, cabinas de tratamientos personalizados, masajes… y muchas cosas más que me veo incapaz de recordar.
Foto cortesía de Gloria Palace Thalasso & Hotels
No llevé cámara más que la del móvil, y creo que se entiende. Tenía “solo” una tarde para disfrutar de todo ello y quería aprovecharla. Empezamos con un tratamiento de fangoterapia remineralizante, y gracias a Dios que no hice fotos, porque la imagen me hubiese acompañado toda la vida.
El tratamiento, como su nombre indica, consiste en desnudarse íntegramente y dejarse envolver con una especie de barro con propiedades antiinflamatorias, relajantes y activadoras del metabolismo (a mí me lo hizo un tío cachas, mientras que a mi novio le tocó una mujer; me pregunto si estará todo pensado o fue casualidad) para después ser cubierto por un plástico y una manta geotérmina durante unos 25 minutos.
Un cuadro. Admito que me dio un ataque de risa, pero a los pocos minutos conseguí relajarme y abstraerme en la música de fondo hasta casi quedar dormida. Mi masajista llegó en el mejor momento, cuando ya casi podía sentir los poros dilatados y todos los minerales penetrando en mi piel con la promesa de rejuvenecerme y hacerme más guapa y delgada. ¿Repetiría? Sí. ¿Y quién no?
Tras pasar por la ducha, le llegó el turno al masaje relajante: una verdadera gozada que también terminó cuando empezaba a gemir de placer (esos dedos hacían magia en mi maltrecha espalda), pero que no me dio demasiada pena ya que después teníamos tiempo libre para disfrutar de la sauna y el circuito de hidroterapia.
Y ahí nos quedamos. Chorrito por aquí, burbujita por allá, cuidado que se me ha metido algo de sal en el ojo, jacuzzi… Una maravilla. Quién diga que no le gustan este tipo de viajes miente bellacamente o no los ha probado. Todos necesitamos descansar alguna vez, y en mi caso, he comprobado para mí descansar equivale a dejar de Viajar (en mayúsculas), así que espero tener la oportunidad de volver a hacer una escapada parecida muy pronto.
El segundo punto fuerte del Hotel Gloria Palace de San Agustín es la zona chill out de su terraza. Ahí terminamos el día (no sin antes dar buena cuenta del bufé de la cena) tomando un cóctel con vistas al mar. Hubiésemos podido bañarnos en la piscina, pero ya no había fuerzas; de todas formas, todavía nos quedaban dos días para disfrutar de la isla de Gran Canaria y sus spas.
¡Qué hermooooso! Por supuesto que hay que alternar polvo y trenes por masajitos y traguitos mirando el mar, eso es sano!
Como las duchas de agua fría y caliente, revitaliza cuerpo y mente :P
Chorrito por aquí, burbujita por allá aiii que buen plan!!! Y para acabar el cocktail mirando el mar…un día perfecto!!! besito guapa!
¡Y qué lo digas! No se puede pedir más :D
Durísima la vida del bloguero, pero que muy dura ;)
Tú sabes mejor que nadie que hay muuucho trabajo detrás de todo esto ;)
¿Tuviste que desnudarte delante de un hombre desconocido? No me parece tan apetecible el plan… Por lo demás, ¡me encantan tus post! Enhorabuena.
Casi. Realmente te dejan un tanguita de papel para cubrirte, pero como si no tuvieras nada… De todas formas, es solo la vergüenza inicial. Ellos son profesionales acostumbrados a ver cuerpos todos los días y te hacen sentir súper bien :D
Creo que sacando lo del fango, me sumo a todo lo que se pueda hacer, jajaja
Que delicia poder hacer todo eso! Aunque sea una vez en la vida, un dia asi se necesita!
Yo me hubiera tirado a esa piscina igual asi me tuvieran que llevar arrastrando hasta la habitación jaja
Me alegro que hayas disfrutado
Cuando tengas la oportunidad, no dudes en apuntarte también al tratamiento de fangoterapia, Viviana. ¡Te sorprenderá! ;)
Uf, qué envidia! Mira que yo no puedo parar quieta ni en vacaciones, pero viendo esas fotos no le haría ascos a dos o tres días en un lugar así!!!
Es una gozada. Cambiar el chip, desconectar, relajarte… para volver con las pilas mucho más cargadas :D
Grrrr!…Que vidorra te pegas je,je.. A disfrutar que te lo mereces, no todo van a ser trekkings, e interminables viajes de autobús.
Estas paradas con necesarias para regresar con mucha más energía. ¡Si supieras cómo tengo la espalda! Tantos años de mochila pesan ;)
¡Carmen, qué bien vives, jodía…! ;-)
Así que por Gran Canaria: ¡es mi isla! Qué recuerdos…
Ya me contarás si te gustó o no.
¡Cierto, tu isla!! Me ha encantado :D Fueron solo tres días, pero solo por ese sol, ese calorcito…. dan ganas de quedarse allí mucho más!
Desde luego el sitio tiene una pinta genial y si encima lo puedes disfrutar a todo poder mejor que mejor.
Te volví a rellenar el formulario de contacto. Te llego?
Saludos
Que bien sienta de vez en cuando pasarse por un spa y que te den un buen masaje, que buena pinta tiene el lugar :D
Saludotes!
Apúntalo para tu próxima escapada a Gran Canaria! :D