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La ciudad de las viudas

Cuando pregunté a mis amigos del ashram sobre las viudas de Vrindavan, ninguno supo de qué estaba hablando. Para ellos Vrindavan es la ciudad del joven Krishna, han viajado hasta allí para sentirse cerca de su Dios, y fuera de ello nada más importa. “La ciudad de las viudas” y “La ciudad de Krishna” son dos realidades diferentes que conviven de forma paralela, al mismo tiempo y en el mismo lugar, pero sin tocarse.

Esto explica que el día que llegué me resultase imposible dar con el color blanco. Los alrededores del templo de ISKCON son territorio de devotos, cánticos y velas, no de quienes han sidocondenados al ostracismo y la muerte social. Porque ese es el destino que aguarda a las viudas en India: la muerte en vida. El rito del satí que las obligaba a inmolarse en la pira funeraria de su marido fue abolido bajo la dominación británica en 1829, pero en la práctica el castigo por haberle sobrevivido es aún peor que la propia muerte.

Considerada culpable del fallecimiento de su esposo y vista como portadora de desgracias, la viuda es estigmatizada el resto de su vida, viéndose obligada a vestir de blanco y raparse la cabeza. Solo le está permitido alimentarse una vez al día con comidas insípidas, sin sal, cebolla, ajo o picante; también debe renunciar a los deliciosos y omnipresentes dulces, y en definitiva, a cualquier tipo de placer terrenal.

Si este malvivir no fuese suficiente castigo, la viuda no es solo marginada por la sociedad, sino también por su familia política; la única que le queda desde el momento en que pasó a vivir en la casa de su esposo, donde en los casos más extremos es considerada poco más que una propiedad. Cuando el único vínculo que le une con esta familia deja de existir, la mujer es repudiada, y aunque en teoría desde 1956 se les reconoce el derecho a heredar, a través de diferentes tretas se ve obligada a renunciar a lo que legítimamente le pertenece para después ser enviada, en muchos casos por sus propios hijos, a ciudades como Vrindavan, donde al igual que en Varanasi se cree que quien muere queda liberado del ciclo de las reencarnaciones.

Tampoco el gobierno se preocupa por ellas. Existe una pensión por viudedad, que en Uttar Pradesh es una de las más bajas de India rondando las 150-200 rupias mensuales (entre los dos y los tres euros), pero la mayoría no la cobran; bien porque desconocen sus derechos, bien porque la corrupción imperante se encarga de que desistan en el intento de reclamarlos.

Sin dinero, lejos de sus hogares y despojadas de sus pertenencias, las más afortunadas comparten un cuartucho sin ventanas, agua ni electricidad con otras seis o siete o mujeres en su misma situación; en el peor de los casos duermen a la intemperie, con los perros. 

Si se llega a Vrindavan sin tener conocimiento de esta otra realidad no se percibirá, en un primer momento, nada fuera de lo habitual. Una viuda aquí, otra allá… Solo cuando uno empieza a fijarse un poco se da cuenta de que el número es llamativamente alto; concretamente de casi un 30% con respecto a la población total de la ciudad.

A veces cuesta un poco darse cuenta de ello porque algunas son muy jóvenes, y es que, en India, la condición de viuda no guarda relación alguna con la edad. En un país donde la abrumadora mayoría de la población vive en zonas rurales, con todo lo que ello implica, muchas mujeres son casadas de niñas o adolescentes con hombres mucho mayores que al fallecer las dejan solas y desprotegidas, sin derechos ni propiedades y con toda una vida por delante para no aspirar a nada más que a morir.

A primera hora de la mañana es fácil verlas en su penoso caminar hacia los ashram y templos donde durante seis u ocho horas se dedican a orar a cambio de un plato de arroz y, con suerte, una cantidad miserable de dinero que puede rondar las dos o cuatro rupias, en función de los donativos del día y la cantidad de viudas a repartir.

Cien rupias = 1,38 euros

La primera vez que me asomo al interior de uno de estos templos, quedo sobrecogida ante la escena que me encuentro. Calculando a vista de pájaro no habrá menos de doscientas o trescientas mujeres sentadas en el suelo, unidas en una oración convertida en un murmullo continuo e invariable.

Me miran, sonrientes unas y desdeñosas otras; o quizá esa es solo mi impresión. Cuchichean entre ellas. El impacto y la vergüenza de saberme observada no me permiten pasar del umbral, donde permanezco durante unos veinte minutos, quieta como una estatua, hasta que dos de ellas me llaman desde el lado opuesto del patio para invitarme a presentar mis respetos ante su dios y, por supuesto, dejar una donación.

Al llegar al altar, segunda sorpresa. Tras una esquina que desde la puerta quedaba oculta, la imagen de esa primera sala se repite, como en un juego de espejos, hasta tres veces más. El templo es mucho más grande de lo que en un principio había creído, y el número de viudas que en el se reúnen supera tranquilamente el millar.

Un millar de viudas. Un mar blanco de cuerpecillos frágiles, y de fondo ese murmullo: “Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare; Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare”. Las emociones sobrevienen de golpe, un nudo aprieta fuerte mi garganta y cuando siento que voy a echarme a llorar, dejo deprisa un billete de cien rupias en el altar y salgo corriendo de allí.

Regreso al día siguiente. Y el siguiente. Todos los días el mismo ritual: observar desde la puerta, disimular la emoción, esperar a ser llamada y dejar cien rupias en el altar. Todo el dinero que no he dado en los últimos tres años lo estoy dejando en este lugar olvidado en Vrindavan.

Me debato: en mi presupuesto de mochilera cien rupias importan, y para una limosna en India es una cantidad a considerar. Pero al mismo tiempo me siento miserable: cien rupias equivalen 1,38 euros, ¿eso es todo lo que puedo dar? ¿Debería hacerme sentir mejor? Porque si de alguna manera inconsciente esa es mi egoista intención, no lo consigo. Entonces, no sé por qué lo hago. Podría dejar cincuenta rupias, podría dejar diez, podría no dejar nada. Podría no volver al día siguiente, pero vuelvo.

Vuelvo, y en esta ocasión desde el centro de la sala un grupo de mujeres se mueve abriendo espacio entre ellas, invitándome a sentarme. No puedo negarme, así que hago lo que me dicen, notando todas sus miradas clavadas en mi. “¿Y ahora qué?” Pienso con los ojos fijos en el suelo. Para salir del paso, decido unirme a su interminable oración “Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna…”. Levanto un poco los ojos y noto que me miran aún más fijamente, con una cara entre la sorpresa y la sonrisa.

Pasados unos diez minutos dejo de ser el centro de atención y puedo dedicarme a observar con libertad. La mayoría son muy viejas, tanto, que sorprende que aún estén vivas. Otras, la minoría, son jóvenes, ¡tan jóvenes! Sobre el saree blanco visten chaquetas y chales de colores vivos, como en un último acto de rebeldía que sin embargo no logra disimular la profunda tristeza que se adivina en sus rostros.

Por si el panorama no fuese lo suficientemente desolador, mi mente decide tomar la iniciativa tratando de adivinar los pensamientos de todos esos espectros que tengo delante de mí. ¿En qué puede pensar una octogenaria que sabe que mañana va a ser un día exactamente igual al de hoy; que los hijos a los que crió tampoco van a llamar; que para su situación no hay salida alguna, más que la muerte? ¿Qué puede tener en la cabeza una chica de veinte años que después de ver cómo le arrebataban la infancia y todos sus sueños, ha sido condenada a una vida sin amor, familia ni esperanza? El nudo de mi garganta me da el primer aviso, y como no quiero montar un escándalo, salgo de la habitación.

En la calle, a pocos metros de la puerta, me encuentro con una mujer. Es muy menuda y se nota que ha sido guapa, pero no sabría decir su edad. En cualquier caso, apostaría a que aparenta más de la que realmente tiene.

Me pide una limosna, y por primera vez le digo que a cambio quiero una foto. Sus ojos parecen suplicantes, llenos de miedo, pero yo insisto. No sé que estúpido impuso me lleva a actuar así. Me estoy sintiendo mal en el acto, pero todos los principios por los que hasta ahora me había negado a sacar la cámara fotográfica parecen haberme abandonado. Quiero un retrato antes de irme de Vrindavan.

Los segundos que tardo en apretar el disparador se me hacen eternos. Por el visor puedo verla, tratando de sonreír y mordiéndose los labios al mismo tiempo. Nerviosa, muy nerviosa, mirando a ambos lados, como si temiese que nos estén vigilando.

Hecha la foto le doy las gracias y un billete de cien rupias. 1,38 euros que según tengo entendido es lo que puede costar el alquiler de un cuartucho sin ventanas durante un mes. Ella se lo lleva a la frente y con la boca dibuja una mueca que interpreto como de agradecimiento, pero sus ojos siguen teñidos de terror y de vergüenza, aunque ahí la única que ha perdido por completo la dignidad soy yo.

Me siento ruin, una mierda. Odio la maldita fotografía, pero prometo conservarla para no olvidar nunca a esta mujer y lo miserable que soy.

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83 comentarios en La ciudad de las viudas

  1. Tere 27 noviembre, 2012 at 10:12 #

    Pufff, qué terrible… Siempre he tenido muchos sentimientos encontrados sobre la India, la verdad es que por todo lo que leo no sé si me gusta o la odio. Y con los post que estás haciendo últimamente (éste es el mejor, sin duda), me reafirmo. ¿Es posible amar y odiar este país al mismo tiempo?

    • Ku 30 noviembre, 2012 at 13:20 #

      Más que posible, yo creo que es lo normal… Personalmente (y supongo que a estas alturas esto ya se da por hecho) yo amo India, pero cuando me enfrento de cara a injusticias como ésta, producto de una sociedad y religión machistas, siento deseos de armar una revolución.

    • Carol 27 diciembre, 2016 at 1:14 #

      Pienso lo mismo, son tantas cosas que pasan al mismo tiempo en la India, que lo hace falta es incultar mas educación que esas mujeres sepan todo lo que pueden hacer… es tan difícil no dejar de pensar en eso.

  2. Rosa 27 noviembre, 2012 at 10:23 #

    Madre mía!! se me han puesto los pelos de punta imaginándome lo que pudiste sentir rodeada de todas estas mujeres.
    Creo que no deberías sentirte mal, «la foto» y relatos como este nos acercan a la realidad, por muy dura que sea, nos hacen pensar en el mundo injusto en el que vivimos, se que a ellas no les ayuda a nada, pero a muchos de nosotros nos empuja a ser un poco más solidarios.

    Muchas gracias, por este relato!!

    • Ku 30 noviembre, 2012 at 13:23 #

      Gracias a ti, Rosa, por tus palabras de ánimo. No ha sido una entrada fácil de escribir ni de enfocar; hasta el último momento he dudado acerca de poner la foto o no, incluso de confesar haberla hecho… Me alegra que, al fin y al cabo, el resultado haya sido positivo a su manera.

      Un abrazo!

      • Felix Rivero 2 septiembre, 2017 at 22:12 #

        Saludos, Primero quiro felicitarte.
        Segundo, me ha gustado el gran trabajo . tercero, necesito contactarte
        Escribo un guion y quiero ver la posibilidad de que me informes de algunos detalles
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        Riverofelixtelevision@gmail.com

    • Mary Carmen 23 junio, 2013 at 18:47 #

      India es agua sucia y sol brillante , polvo grisaceo sobre oro y plata , Saris de colores deslumbrantes, entre miseria de gente reposada . ¿Volver, volver de nuevo a aquella tierra antes de ser ceniza de la nada.
      Eso es India y mucho más

  3. Elena 27 noviembre, 2012 at 10:43 #

    Te llevo leyendo bastante tiempo y desde luego que este post es el que más me ha impresionado.. Muchas gracias por compartir tus sensaciones sin censura, no tuvo que ser fácil estar allí y no saber qué sentir ni qué hacer..
    Sobre la foto, guardala, y no te sientas mal por tenerla!!
    Relatos como este hace que cada vez tenga más ganas de ir a la India, lo que ocurre es que yo no soy tan fuerte como para ir sola y todavía sigo buscando la compañía adecuada para un país tan especial…

    • Ku 30 noviembre, 2012 at 16:25 #

      Gracias a ti, Elena!

      Quizá mi caso sea un poco diferente porque viajé por primera vez a India sin apenas referencias, pero suelo decir (ahora que lo conozco) que India es un país al que hay que venir cuando te llama. Seguro que pronto encuentras el momento y la compañía :)

      ¡Un abrazo!

  4. Fel 27 noviembre, 2012 at 10:58 #

    Es duro leer este post, asi que no imagino lo duro que será vivirlo. Nunca es lo mismo ver el dolor a través de una pantalla que directamente a los ojos.

    Aun así me alegro de que lo hayas contado, por muy duro que sea, es la realidad y cuanta más gente sea consciente de la desgraciada situación que viven otras personas más posibilidades habrá de que las cosas cambien. Creo que esa debe ser la labor del periodismo y de los medios de comunicación, si en lugar de bombardearnos con anucios de productos que no necesitamos lo hicieran con historias y con fotos como esta el mundo sería un lugar mejor.
    Yo no creo que seas ni ruin ni miserable por esta foto, más bien todo lo contrario….

    Mucho ánimo y un fuerte abrazo!

    • Ku 30 noviembre, 2012 at 16:34 #

      Muchísimas gracias, Fel.

      En relación a lo que dices, solo añadir que yo fui a Vrindavan precisamente «buscando» esta realidad, porque había leído anteriormente sobre ella, y aún así nada puede compararse a verlo (sentirlo) con los propios ojos (piel) de uno. Hay muchos artículos en Internet incidiendo sobre lo mismo, pero creo que uno más no está «de más» en este caso. Cuantas más personas se hagan eco de este tipo de realidades, más posibilidades habrá que de lleguen al mayor público posible.

      Un fuerte abrazo, y gracias de nuevo!

  5. criss 27 noviembre, 2012 at 12:16 #

    te juro q se me han caido las lagrimas…que relato…q situacion, que….no hay palabras para describirlo, en serio, en el siglo XXI existe esto, estas pobres mujeres q encima desde q nacen tienen la conviccion de ser culpables de algo, maldita sociedad machista, maldito el maltrato psicologico, q puede acabar con una persona en vida…xq eso esta claro, eso no es vida…q injusticia, se me vienen a la cabeza miles d ideas, de crear asociaciones para la ayuda de este tipo d personas, pero como poder cambiar una mentalidad milenaria de un pais entero?…
    yo, sin embargo no veo ruin lo q has hecho, como una vez dijiste, a los hindúes les gusta ser fotografiados, parate a pensar q tal vez a ella le haya gustado, se haya sentido importante x un momento, q te hayas interesado por ella….miralo x ese lado, y la has ayudado con tu limosna…
    como siempre, sobresales escribiendo
    un beso!

    • Ku 30 noviembre, 2012 at 16:36 #

      ¡Gracias, Cris!!

      Contigo hay confianza, así que no voy a volver a repetirme sobre lo mismo. Me alegra (egoistamente) que te haya gustado el post y espero con ganas ese encuentro en Cantabria.

      ¡Un besazo!

  6. Borja 27 noviembre, 2012 at 15:15 #

    ¡Qué difícil es poner sentimientos en palabras, y qué difícil es plasmarlo tan bien!

    A veces, los actos que nos hacen sentir peor, son aquellos que nos dan la madurez necesaria. La información, como trabajo, y en situaciones como esta, es ingrata. Es ingrato conseguirla, es duro internamente procesarla y es más duro aún venderla como mercancía.

    No te sientas mal por esa fotografía. Expresa más de lo que mil palabras podrían decir. Una mirada que se puede ver, sentir, no hace falta describirla. Y, a mí, lo que me ha puesto el nudo en la garganta ha sido la imagen.

    Es quizás uno de los post que más te habrá costado escribir. Pero es el más redondo que te he leído a nivel de colocar al lector en situación, de ponerse en tu piel. Siéntete orgullosa por estas líneas, de verdad.

    • Ku 1 diciembre, 2012 at 6:19 #

      Sin palabras me dejas, Borja, como siempre. ¡Gracias!

  7. Sandra 27 noviembre, 2012 at 19:03 #

    No tenía ni idea de la situación que vivían las viudas en la India. Parece mentira, ¿qué culpa tienen ellas de haber sobrevivido a un marido muchas veces mucho más mayor que ellas? Me parece increíble. No te sientas mal por esa foto, has conseguido que gente como yo conozca esa realidad.

    • Ku 1 diciembre, 2012 at 6:47 #

      Haber nacido en una sociedad regida por una religión y tradición machistas es su única culpa… Un abrazo, Sandra!

  8. Blai 27 noviembre, 2012 at 22:21 #

    Brutal. Perdón; BRUTAL.

    Brutal la historia y brutal tu manera de acercarnosla.

    Realmente conocía algo sobre las viudas en la India pero no sabía en absoluto la existencia de Vrindavan y su importancia para ellas.

    Actualmente, a parte de Antropología, estoy haciendo cosas relacionadas con el feminismo y la lucha contra el patriarcado y me ha resultado súper interesante. Tanto que voy a investigar un poco más sobre el tema ;)

    Un fuerte abrazo Carmen!

    • Ku 1 diciembre, 2012 at 6:50 #

      Me alegro mucho de que mi entrada te haya «picado» a seguir investigando un poco más ;) Si te sirve como dato, hay una ONG española llamada SOS Mujer trabajando en Vrindavan y con una web con algunos datos interesantes sobre el tema. Si te pones en contacto con ellos seguro que pueden facilitarte más información http://www.sosmujer.org

      Un abrazo!!

  9. SaltaConmigo 27 noviembre, 2012 at 22:28 #

    Impresionante y escalofriante. No se puede decir mucho más.
    La denuncia, a pesar de que provoque en el que la hace ese sentimiento de no valer nada, menos que nada, es necesaria y ayuda a que se conozca esa situación que, como bien dices, hace que fuera mejor el sati que la muerte en vida :-(
    Muchas gracias por contárnoslo, y más por hacerlo tan bien como lo has hecho, transmitiendo todas esas sensaciones.
    Una entrada difícil pero sobrecogedora.
    ¡Gracias!

    • Ku 1 diciembre, 2012 at 6:52 #

      ¡Gracias a vosotros, chicos! ¡Un abrazo muy fuerte!

      (disculpad la brevedad de respuesta; yo tampoco puedo decir mucho más ;) )

  10. palmiguel 28 noviembre, 2012 at 2:17 #

    PUFFFFFFFF!!!!!!¡ Pedazo de escritora estas hecha!
    He leido algo (no demasiado, no tanto como tu ) sobre India. Conocía estas costumbres………pero nada que ver leerlo de primera mano y de una forma tan cercana, personal. Nos has hecho vivirlo. Nos hemos sentido ahí. Estábamos contigo y creo que todos habríamos actuado como tu, si nos hubiera cogido en un momento valiente…por que eso me ha parecido, valiente. ¡Con dos ovarios!
    Pero esa valentía no se da siempre. La mayoría damos la espalda a estas cosas.Se sufre menos, aunque sea cobarde.
    Ya te he dicho lo orgullosa que estoy de ti. Sigue disfrutando de todas estas cosas. Se que en ese momento no disfrutabas, pero tu lectura final tiene que ser que has hecho algo bueno y eso siempre deja buenas sensaciones.
    Y sobre todo cuídate.
    Besines

    • Ku 1 diciembre, 2012 at 7:26 #

      Debo confesar que me ha sorprendido la opinión generalizada de que lo que he hecho ha sido “bueno” o positivo. No quiero mortificarme por mi comportamiento, pero por mi misma tampoco hubiese llegado a una lectura tan positiva como la que me estáis intentando hacer ver. ¡Muchas gracias por ello!

  11. Manolo 28 noviembre, 2012 at 4:46 #

    Hola excelente experiencia te admiro yo deseo el año entrante visitar estos lugares, siempre me ha intrigado esta cultura me parece todo tan diferente, y duro que debo ir si el destino lo permite…

    • Ku 1 diciembre, 2012 at 7:26 #

      Seguro que no tardas en viajar a India, Manolo. Es un país extremo, con muchas luces y sombras, pero si te das una oportunidad de digerir esas primeras impresiones es muy probable que termines fascinado.

      ¡Un saludo!

  12. Nair 28 noviembre, 2012 at 5:34 #

    Piensa que sin esa foto y este relato, tal vez muchos de nosotros no sabríamos de estas viudas y sus terribles vidas.
    Muy emocionante narración.
    Saludos!

    • Ku 1 diciembre, 2012 at 7:29 #

      ¡Muchas gracias, Nair! Voy a haceros caso y a considerarme una mera intermediaria entre esta realidad y un público que para conocerla necesitaba leer sobre ella. No va a cambiar como me sentí en aquel momento, pero al menos hace que crea que mereció la pena…

      ¡Un abrazo!

  13. Riky 28 noviembre, 2012 at 12:56 #

    Ku! Te sigues superando, menuda entrada…de verdad que es una de las mas impresionantes que te he leído, es tremendo lo de estas pobres mujeres. Desde nuestra mentalidad occidental es incomprensible, ¿y sus hijos? como es posible que las abandonen a su suerte? Uff…no lo entiendo, de verdad…
    En cuanto a la foto, no te mortifiques, por que al verla nosotros también tomamos conciencia de la situación en la que viven.. Magnifica entrada Ku! Enhorabuena
    Un Abrazo!

    • Ku 1 diciembre, 2012 at 7:38 #

      ¡Gracias, Riky!

      Para no repetir lo que ya he dicho veinte veces antes, te diré que tu comentario (concretamente la parte en la que hacer referencia a «nuestra mentalidad occidental») me ha perdido muy interesante para abrir un debate. Sin querer establecer más analogías de las necesarias, lanzo esta pregunta: ¿No resulta igualmente terrible el comportamiento de quienes, en nuestros países, abandonan a sus padres y abuelos en un asilo para no cargar con ellos?

      ¡Un abrazo!

  14. Devjani 28 noviembre, 2012 at 13:49 #

    Dear Carmen,

    I love the way you wrote. Indeed a good job, appreciate the way you have shown the plight of these helpless, old ladies. Who have no one in this world even to hold there hand.

    But being a woman myself & an Indian I can tell you one thing. That you will see all these ladies, specially in Vhrindavan or Varansi & they are old.
    But now with changing times, things are have changed a lot in India.

    Ofcourse a lot of old windows from villages are still shunned to these places, but are much lesser in number. As widows are no more considered a curse in the Indian society & many young widows are getting re-married too.

    Hope the rest of your journey in this never failing to surprise nation India, goes well.

    I wish you have some good & sweet memories too this time & enjoy the best season of India..The winters. try and go to Himachal Pradesh if you still have time

    All the best,
    Cheers,

    Devjani

    • Ku 1 diciembre, 2012 at 10:30 #

      Dear Devjani,

      Thank you very much for sharing your opinion; coming from an Indian woman like you it has a incalculable value. I’m pretty sure that in the last decades things have changed a lot in India, but from what I’ve seen, there is still a long road ahead. The important thing is that people are aware of these situations and can do what It takes to change it.

      I’m coming back to Spain in a week, but I would like to return to India next year, just to explore Jammu, Kashmir, Himachal Pradesh, Arunachal Pradesh, Assam… :)

      Thanks for commenting!

      Cheers

      • Devjani 18 diciembre, 2012 at 17:04 #

        Hi Carmen,

        Sorry for the late reply. I agree with you India still has a long way to ahead, but things are slowly changing & women are finding their voice back.
        Indian women should draw inspiration from person like you. Next visit try & talk to the backward girls & tell them about your journeys. This small things will make a lot of difference.

        Hope to catch up with you on your next trip.
        & Last but not least..Great job to all you 12 people for doing this Calendar. Kudos Carmen..I support this cause, keep up the good work.

        A big hug,
        Devjani

        • Ku 19 diciembre, 2012 at 1:04 #

          Thanks a lot Devjani! Hope to see you in India!

  15. Raistlin 28 noviembre, 2012 at 16:31 #

    Uf, una entrada demoledora y tremendamente emocionante. A mi por lo menos me ha llegado, y no me quiero ni imaginar lo que tendría que ser estar allí.

    Gracias por compartirlo y mostrarnos otra parte de la realidad.

    • Ku 1 diciembre, 2012 at 7:38 #

      ¡Gracias a ti, Raistlin!

  16. Pau 28 noviembre, 2012 at 19:08 #

    Dios qué país tan intenso, a veces insoportable, otras adorable.

    Gran historia la que nos traes Ku!

    • Ku 1 diciembre, 2012 at 7:38 #

      ¡Muchas gracias, Pau!

  17. Rebeca 28 noviembre, 2012 at 21:03 #

    Hola Carmen!

    No creo que nadie que lea este post se quede indiferente… Tu manera de expresar y plasmar todo lo que allí estás viviendo hace que desde aquí uno pueda sentir indignación, impotencia y sobre todo preguntarse si hay algo que se pueda hacer por esas mujeres o si hay alguna organización que esté ayudándolas y se pueda colaborar con ella.
    No te sientas mal por la foto, creo que es la plasmación gráfica de todo lo que allí vistes. Yo la he visto como una foto-denuncia y de alguna manera ayudastes a esa mujer y a todas las demás. Porque estoy convencida de que mucho de los que te leemos y pensamos viajar allí las tendremos en nuestra mente y en nuestros planes.
    Sigue disfrutando de tu viaje.

    • Ku 1 diciembre, 2012 at 7:45 #

      Muchas gracias, Rebeca. En relación a lo que te preguntas, existe una ONG española llamada SOS Mujer que se encarga de ayudar a las viudas de India, especialmente de Vrindavan, ofreciéndoles asistencia sanitaria, asesoramiento jurídico, formación… Si algún día viajas a esta ciudad, no dudes en escribirles para que te muestren su proyecto. Yo me quedé con las ganas, pero lo tengo anotado para la próxima.

      Un abrazo!

  18. Juan 29 noviembre, 2012 at 15:44 #

    Hola Carmen,
    Hace aproximadamente un año que comencé a leer tu blog; llegué de casualidad, buscando información sobre India.
    No voy a agradecerte el trabajo que haces ni la sensaciones que nos regalas a las personas que no somos tan fuertes como tú ni capaces de escapar de las comodidades de la vida cotidiana para hacer realidad nuestros sueños. Porque no hace falta.
    Sin embargo, no puedo hacer otra cosa que comentar este relato lleno de sensibilidad y humanidad que acabas de regalarme.
    ¿Qué te lleva a reclamar una fotografía a cambio de dinero? ¿El recuerdo? Quizás esa fotografía sólo te sirva como un pasaporte para no volver a ese lugar. Quizás necesitases huir de alli pero necesitabas una imagen que te permitiese volver a las emociones que has experimentado allí cuando ya mo puedas volver.
    Ojalá fuésemos todos como tú; ojalá todos hubiésemos hecho esa foto.
    Felicidades

    • Ku 1 diciembre, 2012 at 10:37 #

      Hola Juan,

      Si me preguntas qué me llevó a pedir una fotografía a cambio de ese dinero, te diría que no fue más que mi propio egoismo. Así lo viví y así lo recuerdo, pero te doy las gracias por esta reflexión final que me has regalado, ayudándome a ver la misma situación desde diferente óptica. No calma mi conciencia ni el remordimiento que siento al recordar a esa mujer, pero en cierta forma me ayuda a pensar que, quizá, no todo ha sido en vano.

      Un fuerte abrazo,

  19. akasha83 30 noviembre, 2012 at 13:58 #

    Acabo de descubrir tu blog. Es la primera entrada que leo y me he quedado muy impactada.
    Algo sabía del tema, pero como tu lo has vivido y nos lo has contado…deja sin habla.
    Gracias por contarnos algo tan importante, aunque sea duro. Cuando uno ama un pais duele destapar el lado malo de dicho lugar, pero solo así es como llegamos a entenderlo y vivirlo…
    Sigue así! voy a leerme tus entradas anteriores poco apoco.

    • Ku 1 diciembre, 2012 at 10:48 #

      Muchas gracias Akasha83!

      Como tú dices, cuando uno ama algo (en este caso, un país, su cultura, su gente…) cuesta ver sus partes más oscuras, y más que verlas, aceptarlas e incluso ser capaz de comprenderlas. En ese punto me encuentro yo ahora mismo. No quiero decir «todo es bonito, todo está bien», cuando no es así; por mí misma y por el compromiso de honestidad que he adquirido con los lectores. India tiene muchas sombras, pero también muchas luces: aceptarlo así (y, por qué no, denunciar y tratar de cambiar, dentro de nuestras posibilidades, aquello que no está bien) es fundamental para tener una relación sana con este país.

  20. TxemaCG 30 noviembre, 2012 at 17:05 #

    A mi cuando me dicen que hay que respetar siempre las costumbres y tradiciones de otros países les suelo preguntar si tambien las que contravienen los derechos humanos. Estos post me ponen de muy mala leche.

    Me quedo con el comentario de más arriba que apunta a que es solo un vestigio de la India profunda que se irá perdiendo.

    • Ku 1 diciembre, 2012 at 11:26 #

      Como he dicho un poco más arriba, estoy contigo en no aceptar las injusticias cometidas en nombre de una religión y tradición machista, pero por ejercer un poco de abogado del diablo (por animar el debate, como he hecho con Riky) me permito recordar que en nuestras sociedades tampoco nos vemos limpios de saltarnos a la torera los derechos humanos y, por qué no, también animales.

      Lo uno naturalmente no justifica lo otro. Tenemos derecho a horrorizarnos y condenar este tipo de conductas, pero siempre recordando la paja en nuestro propio ojo, que al fin y al cabo es la que nos ciega.

      Un abrazo!

  21. Saray 1 diciembre, 2012 at 11:40 #

    Hola Carmen!

    No te voy a decir nada que no te hayan dicho ya. Me imagino todo lo que te habrá costado escribir esta entrada y el resultado es que es de las mejores que has escrito. Imposible que te deje indiferente. Gracias por compartir esta realidad y como lo viviste.

    Disfruta del tiempo que te queda en la India. Sigo leyéndote. Un abrazo!

    • Ku 2 diciembre, 2012 at 20:33 #

      ¡Muchas gracias a ti, Saray! De India ya me queda poquito… me voy la semana en una semana (las publicaciones van llegando con un ligero retraso), y aunque me da pena no quiero ponerme muy triste… porque intentaré regresar lo antes posible :D

      Un abrazo!

  22. Mami 1 diciembre, 2012 at 19:08 #

    Ku.
    Sin duda , y aunque visto desde fuera, me hace temblar lo que leo. Parece imposible que ocurran cosas así y no me extraña que vividas y sentidas desde tan cerca te inviten a llorar.
    La parte buena : ¡ Que bien lo escribes y que bien lo cuentas ! Transmites tus sentimientos reflejando a lo que lo leemos la profundidad de un pozo. TQ.

    • Ku 2 diciembre, 2012 at 20:33 #

      Gracias, mamá :D

  23. Lore 3 diciembre, 2012 at 2:18 #

    Se detiene mis pensamientos, al leer esta nota, y ver la otra cara de la moneda de la india, que no todos saben e imaginan; y estas mujeres viudas porque así lo dispuso la vida… deban pasar por esto -La muerte en vida- independiente de su edad.La verdad que llega al alma.

    Gracias por compartir tu vivencia.

    • Ku 13 diciembre, 2012 at 15:50 #

      Gracias a ti, Lorena. Me alegra que te haya gustado… si es que se le puede decir así a un tema tan escabroso.

      ¡Un abrazo!

  24. Bea 6 diciembre, 2012 at 21:17 #

    Hola Carmen!Como al resto de lectores, tu relato me ha dejado de piedra. La foto que te hizo sentir culpable me parece simplemente asombrosa. Es increíble la cantidad de emociones que refleja la cara de esta mujer. Puede que sus hijos, el gobierno y el resto de India no se acuerden de ella ni de la situación de estas mujeres, pero gracias a la imagen y a tu relato yo e imagino que muchos de los que te leen no la vamos a olvidar nunca. Yo creo que debes sentirte muy orgullosa de tu foto.

    Un beso!

    • Ku 13 diciembre, 2012 at 15:58 #

      Muchísimas gracias, Bea. Poco más puedo decir. Gracias de corazón!

  25. viviana 20 febrero, 2013 at 0:05 #

    Hace unos años en Uruguay pasaron una novela brasilera que se llamaba India, (el verdadero nombre creo que era Camino a la India) recuerdo que mostraban muchas de las fiestas y las tradiciones que se hacen en este pais.
    Creo que fue una de las novelas mas lindas que vi en vida, hizo me gustara mucho mas el querer conocer India.
    Lo que me impacto fue justamente la parte en que la protagonista se convierte en viuda , el personaje pasaba de todo a la nada en minutos, llevada a este lugar, alejada de su bebe y mostrando de una manera tan cruel la situación de estas mujeres.

    • Carmen 24 febrero, 2013 at 19:59 #

      No conozco esa novela, pero parece interesante :)

  26. Marteta 20 septiembre, 2013 at 19:42 #

    Acabo de descubrir tu blog mientras «organizo» mi viaje a la India.
    Quiero darte las gracias porque has conseguido que todas mis dudas sobre si era el destino adecuado se hayan disipado al leer algunas de tus historias y, por supuesto, ver tus fotos. Espectacular lo que enseñas y cómo lo cuentas.
    Feliciades por tu buen trabajo!

    • Carmen 9 octubre, 2013 at 10:25 #

      ¡Muchísimas gracias, Marteta! No sabes la alegría que me da leer tus palabras :D ¡Espero que disfrutes mucho de tu viaje! ¡Un abrazo!

  27. paco rete 8 noviembre, 2013 at 13:45 #

    Interesante artículo.

    Las fotos sin duda lo mejor.

  28. Rodi G 11 noviembre, 2013 at 14:25 #

    Lamentablemente la realidad de la india y otros destinos no suele ser compartida por los bloggers o medios de comunicación.

    Otro punto de vista sí es posible como nos has demostrado.

    • Carmen 19 noviembre, 2013 at 8:10 #

      Muchas gracias, Rodi. Hacemos lo que podemos ;)

      • Rodi G 8 enero, 2014 at 11:31 #

        Gracias a ti por ilustrarnos con tus artículos. Hace años pude viajar a la India durante 10 días y me quedé asombrado. Cada uno de tus post me recuerda esas pequeñas grandes vacaciones.

  29. Belen 4 diciembre, 2013 at 16:01 #

    ¡Muchas gracias por este post! No sólo porque me ha encantado lo que que explicas y la sinceridad con lo que lo haces, sino también porque gracias a ti he podido vivir algo que en su día no pude hacer. Yo también llegue a Vrindavan buscando ver y descubrir más sobre estas viudas. Como tú, también me sorprendió que nadie supiera nada sobre eso, y cuando llegue no me pareció ver nada de lo que buscaba y me marché. Así que gracias a ti he podido vivirlo como si estuviera allí. ¡GRACIAS!

    • Carmen 15 diciembre, 2013 at 14:09 #

      ¡Gracias a ti, Belén!

      Me alegro mucho de que te haya gustado la entrada, aunque el tema no sea el más bonito. Si tienes oportunidad de regresar a Vrindavan, no pierdas de vista a las viudas. Están ahí, en todas partes… aunque a veces demasiado ocultas entre las sombras.

      ¡Un abrazo!

  30. Ramonchu 17 abril, 2014 at 17:28 #

    Tengo muchas ganas de visitar Vrindavan, sin duda este artículo me permitirá verlo desde otro punto de vista. Gracias

    • Carmen 27 abril, 2014 at 23:46 #

      Gracias a ti por pasar por aquí, Ramonchu.

  31. Marcia 14 mayo, 2014 at 2:51 #

    Hola Carmen. Apasionante tu relato.
    Te escribo porque estoy planificando mi viaje a India y me gustaría conocer uno de esos lugares adonde se reúnen las viudas de Vrindavan y realizar una donación para ayudarlas.
    ¿Me podrías decir el nombre de alguno de estos lugares? ¿O indicarme cerca de qué cosa de la ciudad queda este al que vos ibas? Porque busco y busco en internet y no logro hallar la dirección de ninguno.
    Muchas gracias.
    Te leo siempre.
    Beso.

  32. bubok 28 julio, 2014 at 19:13 #

    Excelente relato el de tu visita a este destino. Me he quedado sin palabras.

    Gracias por compartir esta experiencia.

    Saludos

  33. Joel Repiso 5 septiembre, 2014 at 11:25 #

    Buf… llevo mucho tiempo leyendo tu blog. Meses! Me voy a la india en un mes y, de todo lo que he leído, este relato es el que más me ha sobrecogido. Increible.
    gracias por tu blog y la fuerza que le das a tus palabras.
    Un saludo

  34. Alladin 16 agosto, 2015 at 13:49 #

    carmen this is alladin from jaisalmer

  35. Aurora 17 febrero, 2016 at 8:33 #

    Carmen GRACIAS!!! Viajo contigo! Toda mi vida mi sueño ha sido viajar y por circunstancias de la vida + cobardía no lo hice… Siempre esperando y esperando salir de la secundaria… Luego la uní, luego tener dinero, luego los hijos , después menos dinero y pues allí se te va la vida… En esto momento al fin y motivada por la situación que afecta actualmente mi país me he decidido y buscando información fue como llegue a tu blog… He leído un post, luego otro, otro. Y viene una palabra q desconozco… Link… Otro más… Usar google (ya se que es un Sadhu y un ghats entre otras cosas) y te puedo decir que leyendote ya he viajado un montón en mi mente y con las imagines simplemente lo vivo… Viajar sin viajar como dicen por ahí! La cosa es que hasta ahora no había comentado ningún post pero con este sentí la necesidad de hacerlo y la razón es la siguiente: Había escuchado de lo difícil que la tenían las mujeres indias… Pero lo que se desconoce no se siente, no se ama, no se extraña… No duele! He leído este articulo y he llorado… He visto ese rostro que en un arranque » egoísta» fotografiaste y he logrado empatizar! Sentir esa tristeza, observarla… No verla! Autocastigarte con un saco de culpa y llamarte egoísta me parece muy injusto pq al final lo que ha mejorado la humanidad es eso… La empatia, el poder sentir lo q siente el otro… Usar sus zapatos! Y tu la estas creando!!! Eso es todo menos egoísta! Tu foto costo un poco de miedo (ella) y una buena dosis de culpa (tú) pero el valor de esa foto es inmensurable… Ahora muchas personas conocemos esa situación y empatizamos con esa mujer, la sentimos, la vemos, la sentimos con todo y su tristeza… Así es como poco a poco se van desestimando esas practicas! Gracias por esos actos egoístas a favor de un mundo mejor… Gracias por compartir esos egoistas datos y consejos sobre tus viajes para hacernos mas fácil la travesía! Por favor llena de ese egoísmo el mundo! Bendiciones y felices aventuras!

    • Aurora 17 febrero, 2016 at 9:01 #

      Pd: Venezuela cuando? Sé que se dicen muchas cosas y hay verdad en la mayoría pero igual al caso de la india se tiende a exagerar, mi país es una belleza y las circunstancias político/económicas si bien no están a favor del local es una gran ventaja para el turista que puede hacer de todo y disfrutar de lo que el local promedio trabajador no… Claro que te tocaría hacer algo egoísta e «ilegal» ( no se si estas familiarizada con la cosa con la moneda por acá, mercado negro de $ que suena peor de lo q es… En realidad aquí es algo normal) pero creeme que hablo por todos mis compatriotas al decirte que nos encantaría que lo hicieras a cambio de contar nuestra historia y decirle a otros viajeros que no es tan malo como se cuenta… Hace poco leí una entrevista q le hicieron a un viajero Australiano que estuvo por un buen tiempo en nuestro país… Y me encantó su descripción de lo que es estar en nuestro país… Al final te dejo los links para que le leas a ver si te anima tanto de su blog como de la entrevista que le hicieron en nuestro país y ojoooo que no lo estoy promocionando solo que explica realmente como es para un viajero estar acá y q te animaras a venir… Me encantaría leer sobre mi país desde tu perspectiva!. Te esperamos por acá y si necesitas algo pues con todo el gusto del mundo me gustaría ayudar! Bendiciones y ahora si dejo de escribir pq ya el post parece mio jajajaja

      Entrevista: http://www.lapatilla.com/site/2015/04/20/mochilero-australiano-en-venezuela-pase-de-mendigo-a-millonario-en-un-instante/

      Su blog:http://www.thebrokebackpacker.com/7-lies-everybody-told-venezuela/

  36. Julio 4 enero, 2017 at 2:26 #

    Nunca quise ir a la India. Hace un rato en la cocina de mi casa (la idea me acaricia hace ya dos años) me dije debo ir a la India. Estoy pasando un momento muy bravo (un shock post traumático) Justo me encuentro con tu «libro». Me llenó de estupor y también de incomprensión de este mundo. Hoy no se si voy a la India. He estado algunas veces en Asia no viví lo que se que se vive en la India. He visto el rostro maligno de las guerras y dictaduras y lo que ha dejado. En lo que es la cultura el contraste no es tan visible. «Me siento ruin, una mierda. Odio la maldita fotografía, pero prometo conservarla para no olvidar nunca a esta mujer y lo miserable que soy» Te comprendo y estuvo muy bien tomar esta foto. Nunca quise pagar por una foto. Siempre les he preguntado a las personas si podría sacarles una por su belleza. Cuando me pidieron dinero les dije que no y siempre les digo porque no pago ni deben pedir dinero a cambio. Yo soy indigno si pago para atrapara o poseer .su cuerpo por media hora… una hora y denigro ese cuerpo. Soy egocéntrico si pago para conservarlo por una eternidad en una fotografía. Es maravilloso lo que he conseguido con ese sentimiento. A veces después me han dicho toma la foto: No, mil gracias te llevaré por siempre o hasta que dure tu recuerde en mi. A veces les he pedido lo contrario tómame tu con mi cámara una foto. Tu foto estuvo muy bien tomada, estas mostrando una realidad y la imagen la hace mucho más contundente.» y lo miserable que soy» Esto esta de más en lo que a la nota se refiere!! Abrazo y feliz Año.

  37. Myriam 4 septiembre, 2017 at 11:25 #

    Alucinante. Está descrito de una forma impresionante. ¿Sabes que hay una ONG ,SOS mujeres, que trabaja para ayudarlas?

    Gracias por compartir tu experiencia, desde luego se saltan las lágrimas.

  38. Rocio 19 enero, 2018 at 14:33 #

    Hola, me encanto tu post sobre la ciudad, estoy aca ahora, queriendo hacer una trabajo sobre ellas y es verdad, estan muy ocultas, recordas el nombre del templo?
    Muchas gracias por tus notas

  39. Julia 11 septiembre, 2019 at 9:32 #

    Me ha hecho llorar la crudeza y sinceridad de tus palabras, sentimientos y la rabia que recorre mi cuerpo por la injusticia y el dolor que ni imagino llegan a vivir. Preciosa y cruda publicación. Gracias.
    Desde la India.

  40. Aline 28 noviembre, 2019 at 16:12 #

    Hola Carmen,

    Te quería decir que no creo que te tengas que sentir mal con pedir una foto a la viuda a cambio de una limosna. Piensa que de alguna manera estás denunciando al mundo lo que está pasando con estas mujeres.
    Quizás estés pensando, al leer esto, que no adelantará de nada porque seguirá todo igual. A lo mejor sí o no, pero si cada uno pone de su parte, las cosas pueden cambiar y tu pusiste tu granito de arena.
    He disfrutado mucho con tu artículo. Está muy bien escrito. Nos trasladas al lugar por la forma como cuentas tu paso por Vrindavan.

    Un abrazo
    Aline

  41. Vivien Baker 25 diciembre, 2022 at 22:42 #

    Escalofriantes, hay dos novelas muy documentadas y entretenidas sobre las viudas hindùes de la misma autora : CENIZAS EN EL RIO GODAVARI y LAS TORRES DEL SILENCIO

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